Política

Cataluña

El Gobierno advierte a Mas de que dejará de recibir dinero si incumple su plan de ajuste

La Razón
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Primer recado, directo y contundente, a Artur Mas desde el Gobierno central. La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, le advirtió ayer de que dejará de recibir la asistencia financiera de la que depende la Generalitat para no declararse en quiebra si incumple sus planes de ajuste comprometidos con el Ministerio de Hacienda. El grifo del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) se cerrará, por tanto, si Mas no respeta estrictamente sus condiciones y por veleidades políticas se olvida del mandamiento del deficit. La asistencia financiera que está recibiendo del Estado le permite atender en el día a día sus vencimientos de deuda y pagar a los proveedores, entre otras cosas. Mientras el líder de CiU deshoja la margarita de sus acuerdos postelectorales, desde Madrid también se le recuerda que le conviene tener en cuenta cuáles son las prioridades para salir de la crisis y poner en marcha la recuperación económica. El Gobierno no entra a valorar explícitamente si CiU debe pactar con ERC, pero como dice el dicho, «a buen entendedor...». «Mas tiene una obligación legal como consecuencia de la asistencia financiera que está recibiendo la Generalitat, y que le ha supuesto importantes recursos públicos, aportados por todos», sostuvo la vicepresidenta. Entre pagos a proveedores, anticipos a cuenta y las inyecciones vía FLA, la ayuda recibida en este año asciende a más de 12.000 millones de euros, recordó Sáenz de Santamaría. Además de poner la vista en esa asistencia y en las obligaciones que de ella se derivan, en clave más política la vicepresidenta defendió que el líder nacionalista debería reflexionar sobre su balance electoral: ir a unos comicios anticipados con 62 diputados y salir de ellos con 50. «Cuando se cosechan determinados resultados, lo lógico es hacer un análisis frío y objetivo», puntualizó. El mensaje es que Cataluña podrá seguir contando con la ayuda del Gobierno central, y que éste colaborará con la Generalitat, como lo hace con todas las demás comunidades, dentro de la ley y del respeto a las obligaciones de cada uno. Su conclusión de las elecciones es que ha hablado la mayoría de ciudadanos que se sienten catalanes y españoles.

Moncloa necesita que Mas cumpla con los ajustes porque Bruselas examina a España en su conjunto, y las comunidades son básicas para cumplir con los compromisos adquiridos. Pero también necesita a la Generalitat para sacar adelante otros proyectos clave como, por ejemplo, la reforma de las Administraciones Públicas. La comisión que deberá presentar un informe antes de finales de junio quedará invalidada si las autonomías no colaboran aplicando sus recomendaciones y decisiones. Y en Madrid saben ya que Mas no lo pondrá nada fácil porque aceptar la reducción y simplificación administrativa le exigirá meter la tijera en su política de construcción de un Estado propio.