Aragón

El Gobierno ofrece un pacto a favor de la Constitución frente al separatismo

La Razón
La RazónLa Razón

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, rechazó ayer de manera categórica las críticas de la Generalitat y de otras comunidades autónomas, también gobernadas por el PP, a las inversiones territorializadas previstas en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2014 remitido a las Cortes Generales. La vicepresidenta señaló que éstos son los Presupuestos del conjunto de la nación, y que están pensados para la defensa del interés nacional. Advirtió que en las inversiones en infraestructuras hay que valorar el conjunto, con perspectiva temporal, y no año a año, ya que depende del desarrollo de cada una de las obras presupuestadas. En ese sentido, directamente recordó a la Generalitat los plazos y el alcance de la ejecución de las obras del AVE.

Asimismo, emplazó a Artur Mas al diálogo, dentro de los mecanismos bilaterales establecidos, pero con la condición de que renuncien a la reivindicación insistente y busquen un marco para avanzar en la cooperación y en la colaboración. Citó el ejemplo del caso de Aragón, ya que esta misma semana se reunió la comisión bilateral entre el Estado y esa autonomía. El Ejecutivo está dispuesto a convocar la comisión bilateral con la Generalitat, siempre que Mas acepte incluir en el abanico de asuntos tratados, generalmente traspasos y transferencias, la búsqueda de mecanismos para mejorar la coordinación.

A una semana del Día de la Hispanidad, con la repercusión que esto tendrá en Cataluña, y la manipulación que de esta celebración volverán a hacer sectores nacionalistas, la vicepresidenta ofreció a partidos y agentes sociales una gran alianza en defensa de los valores constitucionales. Es su respuesta al debate soberanista que engordan desde CiU y ERC. El Ejecutivo explicita así su mano tendida a todos aquellos catalanes que también se sientan españoles y que no estén de acuerdo con el giro radical de Mas. Y esto incluye a Ciutadans, empresarios, intelectuales, gente de la cultura y a otros representantes de la sociedad civil. La estrategia de Rajoy ha estado en todo momento guiada por el objetivo de ofrecer a la sociedad catalana un mensaje amable y un perfil templado que le permita atraer apoyos de todos los que no ven con buenos ojos la deriva soberanista.

Ayer, la vicepresidenta invitó a todos los agentes políticos a trabajar por el fortalecimiento de la lealtad institucional dentro del marco legal vigente. Recordó que, como quedó explícito en el último Debate del Estado de la Nación, no hay un mínimo común denominador que permita atisbar algún acuerdo si se abriera el «melón» de la reforma de la Carta Magna. «Y esto es un elemento esencial para iniciar cualquier proceso», recordó.