El mejor de los ejemplos

Pocas personas como Carme pueden representar lo que significa el PSOE. En ella confluían España y Cataluña con naturalidad, sin estridencias ni imposturas. Carme era el PSOE en Cataluña y el PSC en Madrid. Era cariñosa sin límites, sin que eso le restará ni un ápice de brillantez. Hace unos meses yo lo estaba pasando mal. Y allí estuvo como siempre, al otro lado del teléfono para dar ánimos.

Pero siendo importante ese trato humano y afable lo era mucho más su inteligencia. El Documento de Granada no podría haberse hecho sin el trabajo que Carme había estado sembrando en muchos de nosotros. A mí me trasladaba siempre una enorme seguridad, incluso en los momentos en los que la veía dudar. Y esa es una grandeza no muy frecuente.

Pero lo que más me marcó fue su gran ejemplo en la derrota. A nadie nunca culpó y nadie nunca dudó de su integración para remar el barco. Hoy que el partido, nuestro querido PSOE está tan necesitado de grandeza, tenemos en Carme Chacón el mejor de los ejemplos. Llegó a la política muy joven, venía de la Universidad. Se fue de la primera línea muy joven. Fue ganándole batallas al destino demostrando que una mujer, catalana, hija de padre andaluz, socialista y madre podía llegar tan lejos como se propusiera. Y su vida fue un constante «ponerse manos a la obra».

Ahora toca despedirla con lágrimas y sin llanto. Ella no querría que la lloráramos. Simplemente nos diría que mañana volverá a amanecer y tendremos más razones que nunca para luchar por la igualdad real de oportunidades.

Los demás podremos contar siempre que tuvimos la suerte de conocerla y de quererla, de aprender de sus enseñanzas y de beber de sus actitudes cuando las dificultades llegan a nuestras vidas.

Mal haríamos si su muerte nos frena. Ella querría lo contrario. Que fuéramos capaces de proyectar nuestras ideas siempre al servicio de los principios.

Carme, una catalana en Madrid, una española en Barcelona. La esencia de lo mejor del PSOE y del PSC.