Ministerio de Justicia

El nuevo fiscal general impulsará que los jueces dejen la investigación penal

El nombramiento del magistrado José Manuel Maza fue una propuesta de Rajoy que causó sorpresa en la Fiscalía.

El magistrado José Manuel Maza
El magistrado José Manuel Mazalarazon

El nombramiento del magistrado José Manuel Maza fue una propuesta de Rajoy que causó sorpresa en la Fiscalía.

El ministro de Justicia, Rafael Catalá, pretendía, al menos en un principio, que Consuelo Madrigal continuase al frente de la Fiscalía General del Estado; el presidente de la Sala Penal de la Audiencia Nacional y vocal del Consejo General del Poder Judicial, Fernando Grande-Marlaska, se había posicionado bien para acceder al cargo. Al final, ni una ni otro. José Manuel Maza, magistrado de la Sala Penal del Tribunal Supremo, y cuyo nombre no había aparecido en ninguna de las «quinielas», será quien tenga la responsabilidad de afrontar los nuevos retos que tiene la Carrera fiscal. Sustituirá a Madrigal, quien apenas llevaba poco más de dos años en el cargo, una vez que supere los trámites preceptivos previos a su nombramiento oficial: informe del Consejo General del Poder Judicial, comparecencia ante la Comisión de Justicia del Congreso y, finalmente, designación por el Consejo de Ministros y publicación en el Boletín Oficial del Estado.

La propuesta de este magistrado, considerado de tendencia «conservadora» y con muy buen prestigio entre sus compañeros, pilló de sorpresa a todo el mundo ajeno a las pretensiones del presidente Rajoy y de un reducido círculo de personas de su más estricta confianza con las que abordó la propuesta. Todos esperaban que la decisión final fuese la de prorrogar a Madrigal u optar por continuar con el criterio que ha seguido el PP cuando ha gobernado: designar a un fiscal de prestigio para ocupar la cúspide de la carrera. En este caso, será un magistrado, aunque también aprobó la oposición a fiscal y, por tanto, se encuentra en excedencia dentro de la Fiscalía.

El Gobierno no quiso dar muchas explicaciones sobre los motivos por los que se producirá el relevo al frente de la citada institución. Más bien, todo lo contrario, fueron explicaciones más que escuetas y sin entrar en el fondo de lo que latía tras esa decisión. Así, el ministro de Educación y portavoz del Ejecutivo, Íñigo Méndez de Vigo, insistió una y otra vez en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros en que la propuesta «tiene que ver sobre la idoneidad» y porque es «la persona que mejor puede cumplir con esa función». De ahí no se salió. Llevaba bien aprendido el guión.

En todo caso, fuentes consultadas por este periódico coincidieron en que Mariano Rajoy ha tenido un gran protagonismo en la propuesta; una decisión que «no desagrada» a Ciudadanos, aunque, según algunos de sus dirigentes, descartaron en todo momento que la formación naranja hubiese intervenido en negociación alguna.

Desde fuentes próximas al Ejecutivo se aseguró a LA RAZÓN, que la propuesta de Maza para nuevo Fiscal General del Estado vino motivada esencialmente en que «la nueva etapa que empezamos, en el cambio de modelo de instrucción penal» y ello requiere un «perfil distinto al frente de la Fiscalía».

La propia Consuelo Madrigal se enteró de que no continuaría muy pocas horas antes de que se anunciara oficialmente. Esta circunstancia, aseguraron al respecto fuentes solventes, fue acogida en la sede de la Fiscalía General del Estado con «algo más que sorpresa. Se veían muchas caras desencajadas, sobre todo en algunos cargos discrecionales», es decir, de los que fueron nombrados directamente por Madrigal. «Era algo que no se esperaba y todos estaban convencidos de que continuaría, sobre todo después de conocer que Catalá seguía al frente de Justicia».

Maza no se ha pronunciado en público sobre el «procés», ni ha tenido que intervenir en ninguna de las causas relacionadas con el mismo. En relación con Cataluña sólo participó en la decisión del Supremo de rechazar la petición de indulto de los ocho condenados por participar en el «asedio» al Parlament de Cataluña, en junio de 2011. En esa resolución, salía en defensa del Parlament, al considerar que lo que se produjo fue «un ataque a un pilar de nuestra estructura democrática, representada en este caso por el Parlament» de Cataluña.

Por otro lado, el que será nuevo fiscal general no quiso pronunciarse ayer sobre el proceso independentista catalán, ya que hacerlo ahora, dijo, «sería una temeridad». «Estaría empezando a dar muy mal ejemplo y muy mala imagen si me atreviera a opinar ya sobre temas tan importantes», valoró en declaraciones a los medios, tras ofrecer un curso en Esade de Barcelona sobre «Corporate Compliance».

Además, sobre uno de los principales temas que marcarán la agenda del jefe del Ministerio Público, la posibilidad de que sean los fiscales quienes dirijan las instrucciones de los casos judiciales, Maza fue ayer algo más concreto y avanzó que es una opción a estudiar «muy profundamente y un tema a considerar». «Todo lo que sea mejorar la justicia y agilizarla es fundamental para todos. Es un tema de los más importantes y se deberá tomar una decisión en uno u otro sentido», afirmó ayer quien será el próximo fiscal general en sus primeras declaraciones públicas.