PSOE

El objetivo de Díaz: «doblar» a Sánchez en número de avales

Consideran que el respaldo que obtenga cada candidatura será «muy significativo» para anticipar el resultado final de las primarias.

El diputado Eduardo Madina y la consejera autonómica aragonesa Pilar Alegría a su llegada hoy a la sede del PSOE en Madrid, para presentar la candidatura de Susana Díaz a las primarias del partido.
El diputado Eduardo Madina y la consejera autonómica aragonesa Pilar Alegría a su llegada hoy a la sede del PSOE en Madrid, para presentar la candidatura de Susana Díaz a las primarias del partido.larazon

La de los avales será la primera batalla en la pugna por el liderazgo del PSOE que ha arrancado oficialmente hoy con la apertura del plazo para presentar candidaturas, cosa que ya han hecho Susana Díaz y Patxi López y que está previsto que Pedro Sánchez haga mañana.

La de los avales será la primera batalla en la pugna por el liderazgo del PSOE que ha arrancado oficialmente hoy con la apertura del plazo para presentar candidaturas, cosa que ya han hecho Susana Díaz y Patxi López y que está previsto que Pedro Sánchez haga mañana.

Mítines multitudinarios aparte, se concibe como una prueba tangible del respaldo real con que cuenta cada aspirante entre la militancia de cara a la elección posterior del secretario general.

El corte del 5% del censo que, según las normas del partido, debe superar cada candidato para competir en las primarias quedará en un dato anecdótico y desde el entorno de Susana Díaz ya se anticipa que su objetivo es «doblar en apoyos a Pedro Sánchez». La propia presidenta de la Junta de Andalucía ya reconoció en el Comité Federal que da «un valor enorme a los avales». «Yo respeto mucho un aval, porque cuando avalas a una persona das tu palabra, te comprometes y eres capaz en ese momento de representar a esa persona», destacó, al tiempo que anticipaba que se volcará «al máximo» con sus compañeros para que primero le «den su aval y después, el voto» en las primarias.

Exhibición de múscula

La estrategia es mantener la línea marcada con la exhibición de músculo de la que se hizo gala en la presentación de su candidatura en Madrid, dónde estuvo arropada por unas 9.000 personas, y contraponerla a la «ficción» que vende Pedro Sánchez en sus mítines. «Siempre son 3.000 personas, casualmente las mismas 3.000 en todos los actos», comenta escéptico un dirigente que pone en duda que todos tengan «carné» socialista.

El momento de la verdad

«Ahora es el momento de la verdad», sentencian. La demostración de fuerza en la recogida de avales se concibe para los susanistas como una suerte de «encuesta», «muy significativa», que dará una «aproximación detallada» del resultado final de las primarias. Para ellos, se impone la máxima de que «quien te avala, te vota» y se muestran reticentes a «presionar» a los militantes para obtener más apoyos, que posteriormente pueden no traducirse en votos en la intimidad de la urna.

Para ello, las plataformas de apoyo a Susana Díaz se conceptúan como los satélites que operarán para la recogida de avales. De momento, hasta que el 20 de abril comience formalmente el proceso, se centran en movilizar a las huestes susanistas. «Se está llamando a la gente para decirles: ‘‘Contamos contigo’’. Por ahora no podemos hacer mucho más», comenta un conocedor del proceso de testar y reclutar adeptos. Dentro de estas plataformas existen, a su vez, grupos de trabajo de los 20 o 30 «más implicados», que son los encargados de pilotar estas iniciativas y los encargados, en último término, de recabar los apoyos.

El modelo que no se copiará esta vez, según anticipan, es el de «engordar» otras candidaturas como ocurrió en 2014, cuando se prestaron apoyos a José Antonio Pérez Tapias para perjudicar a Eduardo Madina. «Nadie se la quiere jugar ahora», reconocen. Estas mismas fuentes aseguran que Patxi López, la que podría identificarse con esa tercera opción, puede tener «dificultades» para obtener los avales, por lo que se espera una «movilización muy fuerte en Galicia», donde estuvo ayer, para conseguir que entre en la terna final. Precisamente el propio el ex lendakari llamó a «no entrar en una guerra de avales», porque «no es lo mismo avalar que votar».

Una consigna que contrasta con los mensajes deslizados en un principio desde su entorno en la línea de que Sánchez debería retirarse –e integrarse en su candidatura– si consiguiera menos avales que Díaz y él. Sin embargo, el propio López comentó en una entrevista reciente que él no piensa renunciar aunque se convierta en el tercer candidato, porque en otros procesos ha habido «muchos más avales que votos finales».

Díaz usará el proceso como demostración de poder

También desde la candidatura de Sánchez se resta trascendencia a la recogida de avales y se da por hecho que Díaz usará el proceso como «un elemento más de poder», para producir un efecto «intimidatorio» sobre la militancia e «inquietar» al resto de aspirantes. Una estrategia que, consideran los «pedristas», podría volverse en su contra y generar «rechazo», porque en el socialismo «la humildad se valora mucho». «Nosotros no vamos a vivir la campaña de avales como decisiva en ningún caso, lo decisivo son los votos», señalan desde el entorno del ex secretario general.

La recogida de avales se llevará a cabo entre el 20 de abril y el 4 de mayo, día en que se verificarán y contabilizarán. Hasta el 28 de abril los candidatos no conocerán el censo definitivo, esto es, no sabrán a cuánto asciende ese 5% de apoyos que tienen que recabar como mínimo. Este lapso de tiempo ha despertado las suspicacias de los pedristas, si bien la gestora ironiza con lo preocupante de que necesiten saber el número exacto antes de empezar la recogida. «Si van a ir a la coma, malo», señala un dirigente. Una vez recogidos los avales, será la Comisión Federal de Ética y Garantías la encargada de velar por la validación de los mismos. En todo caso, un militante no podrá avalar a más de un candidato pues, de hacerlo, sus avales serán considerados nulos y tampoco se podrá avalar varias veces a un mismo candidato, a través de formatos distintos, situación en la que sólo se contabilizará uno de los avales como válido.