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El Parlament quiere un referéndum sobre la Monarquía

Artur Mas, en el Parlament.
Artur Mas, en el Parlament.larazon

Bastaron únicamente 33 votos de los 135 del hemiciclo catalán para que el Parlamento de Cataluña aprobara ayer una moción impulsada por ICV en la que se reclama la celebración de un referéndum consultivo sobre el modelo de Estado: monarquía o república. CiU, PSC y Ciutadans optaron por la abstención y de esta forma la iniciativa fue aprobada con 33 votos a favor (ERC, ICV y CUP), 75 abstenciones y 18 votos en contra, los del PP catalán. El Parlament, una vez más, consideró que el consenso constitucional de 1978 «se ha roto desde el punto de vista territorial, social y democrático», algo que «niega legitimidad» a Felipe VI como jefe de Estado. El líder de ICV, Joan Herrera, fue particularmente beligerante y sentenció que el nuevo Rey busca «perpetuar» su posición «sin la legitimidad democrática» necesaria. La misma moción cuela de rondón una defensa del «derecho a decidir» insistiendo en que el pacto constitucional está «roto». La diputada de Esquerra Republicana Gemma Calvet dijo que «el estado natural de una democracia madura es una república», mientras que Isabel Vallet (CUP) concluyó que el único camino radicalmente democrático de Cataluña es la autodeterminación. La aprobación de esta moción en el Parlament coincidió con el desplazamiento del Rey a Cataluña para participar en el V Foro Impulsa de la Fundació Príncipe de Gerona, y la diputada de la CUP aprovechó su intervención para elevar el tono y advertir de que su partido «recibirá al Borbón como se merece», sin entrar en más detalles. Por el contrario, el diputado del PP Fernando Sánchez Costa acabó su intervención dedicándole un «viva» al nuevo Monarca, y dándole la bienvenida «a casa». El popular se remitió a la dirigente comunista vasca Dolores Ibárruri para exponer a los partidos de izquierda de la Cámara que «la izquierda es compatible con la Monarquía si ésta le asegura libertad y democracia» –como es el caso de la Corona española, a su juicio–, y sentenció que la Constitución será un muro frente a la demagogia social y el populismo. El portavoz del PSC, Maurici Lucena, por su parte, comentó que su partido no se cierra a abordar el debate monarquía-república, pero precisó que prefiere encararlo dentro de la reforma profunda de la Constitución que plantean, no con un referéndum como el planteado por ICV-EUiA; y también advirtió de que es un debate importante pero hay debates «más urgentes», como el de la recuperación económica. Mientras, el líder de C's, Albert Rivera, consideró que el Rey no tiene esta condición por «gracia divina», sino porque los españoles así lo quisieron dotándose de la Constitución actual, y aseguró que él se apuntaría a la causa republicana si el nuevo jefe del Estado no es democrático y transparente. En todo caso, C's instó a los ecosocialistas a llevar este debate al Congreso y a conseguir los dos tercios necesarios para poder hacer este referéndum. «CiU se abstuvo porque no llevaba esta cuestión en el programa electoral», dijo el diputado David Bonvehí, y consideró que lo más apropiado no es mezclar la consulta catalana con la de monarquía o república: «No queremos distraernos ni un ápice del proceso que hemos emprendido». También se aprobaron –por una mayoría mucho más amplia porque CiU votó a favor– dos puntos a favor del «derecho a decidir» que lamentan «la actitud poco democrática» de no permitir una consulta ni en Cataluña ni en el Estado.

La portavoz nacional de UPyD, Rosa Díez, atenta a la iniciativa catalana, consideró que la propuesta aprobada por el Parlament reclamando un referéndum sobre la Monarquía es «otro reto al orden constitucional» porque, según recordó, el TC ya determinó que este tipo de asuntos no pueden someterse a consulta ciudadana al margen de la reforma de la Carta Magna. El Ayuntamiento de Barcelona se pronunció en el mismo sentido que el Parlament.