Navarra

El permiso itinerante del etarra Lasarte

Lasarte pasea por Lodosa el pasado mayo en su primer permiso
Lasarte pasea por Lodosa el pasado mayo en su primer permisolarazon

El etarra arrepentido Valentín Lasarte –condenado por los asesinatos de Gregorio Ordóñez y Fernando Múgica– ha comunicado por escrito a la Audiencia Nacional, según ha podido saber LA RAZÓN, que está dispuesto a disfrutar de su segundo permiso, recurrido por la Fiscalía, en el lugar que se le indique, incluso fuera del País Vasco o Navarra, para no coincidir con ninguna de sus víctimas. A instancia del juez central de Vigilancia Penitenciaria, José Luis Castro, la Junta de Tratamiento del centro penitenciario de Zaballa (Álava) también ha aclarado al magistrado que el anterior permiso se disfrutó sin incidentes y que tanto este organismo como el propio Lasarte desconocían que en Lodosa (Navarra) –donde el recluso disfrutó de su primer permiso del 16 al 19 de mayo– están destinados cinco guardias civiles que fueron víctimas, en agosto de 1995, de un atentado contra el cuartel de Arnedo (Logroño) en el que participó el etarra.

El juez Castro ha remitido esa información a la Fiscalía de la Audiencia Nacional antes de decidir en los próximos días si concede o no ese segundo permiso a Lasarte, en suspenso desde que el Ministerio Público lo recurrió porque no colabora con la Justicia. El fiscal Pedro Rubira denunció que Lasarte «incumplió la condición» de no acercarse a sus víctimas y se quejó de que no se adoptaran «medidas de control y vigilancia» para evitar esa proximidad.

Castro denegó el primer permiso penitenciario a Lasarte, pero la Sala de lo Penal estimó el recurso del etarra el pasado 7 de mayo, asegurando que el ex integrante del «comando Madrid» ahora «piensa y se ocupa de las víctimas», ha evolucionado «en clave de humanidad» e incluso paga mensualmente «pequeñas cantidades» para hacer frente a las indemnizaciones a las que fue condenado. Además, insistía en que cumplía todas las condiciones para obtener el permiso (al haber superado ya una cuarta parte de la condena, estar clasificado en segundo grado, acreditar buena conducta y mostrarse contrario a la violencia).

Cuando la Sala obligó a Castro a conceder el permiso a Lasarte, sobre la mesa del juez central de Vigilancia Penitenciaria se encontraba ya, desde hacía varios meses, un recurso del propio etarra contra la decisión del magistrado de denegarle un segundo permiso. Tras conocer la decisión de la Audiencia Nacional, Castro estimó el recurso y accedió a su solicitud, una decisión que se conoció apenas diez días después de que Lasarte terminase de disfrutar su anterior permiso.

Según las fuentes consultadas, el magistrado –tras tener conocimiento de que Lasarte pudo coincidir en Lasarte con algunas de sus víctimas– solicitó el 29 de mayo tanto a la Guardia Civil como a la Junta de Tratamiento de la cárcel de Zaballa sendos informes para aclarar si durante el disfrute del permiso se produjo alguna incidencia. Al día siguiente, la Fiscalía de la Audiencia Nacional recurrió la concesión del segundo, que Castro dejo en suspenso a la espera de recibir esa información (que reclamó de nuevo a la prisión de Zaballa el pasado 7 de junio) de la que ahora ya dispone.