El PP amenaza con resucitar la tesis de Sánchez en campaña

El PP se resiste a dejar morir el caso de la tesis del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Senado. Estalló en septiembre de 2018, y el PP tiene mayoría absoluta en la Cámara Alta. Con la Legislatura ya terminada, ayer presentó un informe de conclusiones en el que denuncia en primer lugar «la ausencia de buena fe» en la solicitud de ampliaciones de plazo por parte del Grupo Parlamentario Socialista. La comisión de investigación fue aprobada en Pleno y comenzó a funcionar en diciembre de 2018. En un primer momento el PP decidió acelerar los trabajos y, luego, metió el freno, con la mirada puesta en cómo le afectaban las decisiones en la comisión de investigación sobre la financiación del PP que ha estado activa en el Congreso.

En este clima que ha dado lugar a pensar en un «intercambio de cromos», y en el que también Mariano Rajoy se ha librado de volver a la Cámara Baja, así como otros altos cargos del PP, el PSOE solicitó una primera ampliación del plazo en el Senado, aceptada por el PP que con su mayoría absoluta tenía capacidad de imponer su criterio. Esta primera prórroga retrasó el inicio de la comisión hasta el 1 de febrero de 2019, pero entonces el PSOE, con el apoyo de otros tres grupos parlamentarios, volvió a solicitar la ampliación del plazo hasta el 1 de marzo de 2019. Y el PP lo aceptó, en ese juego Congreso-Senado.

El PP justifica ahora que asumiera estas demandas «en la buena cortesía parlamentaria». Lógicamente, la convocatoria de elecciones generales salva a Sánchez, y el PP denuncia ahora en un informe que ha habido «un juego de fechas predeterminado» para dar explicación al hecho de que su mayoría absoluta no haya servido para poner contra las cuerdas al presidente del Gobierno en uno de los temas más incómodos a los que ha tenido que hacer frente desde La Moncloa. Los populares amenazan con buscar nuevas vías una vez disueltas las Cortes Generales, desde la denuncia de que Sánchez «mintió» en sede parlamentaria el 12 de septiembre pasado al afirmar que su tesis «estaba disponible públicamente, vía Teseo, cuando esto era falso».

Sin margen ya en la actividad ordinaria del Senado, el PP también utiliza su informe para acusar a Sánchez de «haber omitido su deber de transparencia y de rendición de cuentas con la sociedad española al negarse a hacer declaraciones sobre su tesis y a comparecer en el Senado el 23 de octubre, a pesar de haber comunicado públicamente que asistiría a dicho pleno».

El PP sostiene, asimismo, que de la revisión de los informes antiplagio de empresas como Turmitin y PlagScan se deriva la existencia de un porcentaje de plagio que ronda el 21%, superando un quinto de la tesis doctoral. Y recopila «irregularidades» como la existencia de «un amanuense» que realizase la tesis en su nombre, la falta de idoneidad del tribunal, que usase como referencias básicas memorias y dossiers internos no disponibles para su cotejo por la comunidad científica, la práctica ausencia de la utilización de referencias científicas y de revistas de ámbito internacional de reconocido prestigio, no utilizar referencias actuales, citar sin comillas o que la tesis se base en una práctica de plagio «y de cortar y pegar continuo». El PP concluye que con la documentación analizada se puede poner en entredicho la originalidad del trabajo de Sánchez, y se pregunta si «esta información no es de por sí suficiente para invalidar» su tesis doctoral.