El PP asume que la «neutralidad» de Rajoy abre el camino a Feijóo

Cospedal no descarta presentarse y hace barrera para frenar una candidatura de Sáenz de Santamaría.

Hasta que el lunes no se convoque oficialmente el Congreso del PP de la sucesión no habrá pasos claros por parte de ningún posible candidato a asumir el liderazgo del partido. Pero ya hay algunas señales en público, y en privado, que están siendo utilizadas para construir teorías sobre lo que puede pasar en estas próximas semanas. El primer movimiento en público lo hizo ayer la secretaria general, María Dolores de Cospedal, en «Más de uno» de Onda Cero, en una entrevista con Carlos Alsina. Sus declaraciones dieron pie a que se interpretara que desde su posición de encargada de controlar el proceso congresual no descartaba su candidatura al cónclave. Será una decisión que tomará y anunciará «cuando corresponda», aclaró. «Estamos en el procedimiento y lo que tenga que ser, será, pero hoy no es el día de hablar de este tema. Desde luego no lo es para mí», añadió, tras recordar que hasta el lunes no se convocará el Congreso extraordinario. Preguntada expresamente por su futuro, respondió: «Es una decisión personal que tengo que tomar y cuando la tome la comunicaré». Esa decisión depende de ella misma y de sus «circunstancias personales y familiares» porque «hay momentos en la vida en que uno se tiene que plantear lo que quiere hacer». «No sé la posición que voy a tener, pero desde la posición en que esté haré lo posible para que seamos un partido unido y un partido fuerte. Y lo haré con todo el sentido común posible».

En el PP interpretan que las decisiones que pueda tomar la secretaria general estarán muy condicionadas por lo que pueda hacer la ex vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría. Y la posibilidad de que Cospedal entre en juego en la carrera sucesoria para hacer muro frente a una candidatura de Sáenz de Santamaría inclinaría posiblemente a la formación popular más del lado del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. Asimismo, la «neutralidad» anunciada oficialmente por Mariano Rajoy también facilita, en principio, el camino al político gallego, según interpretan dentro del partido.

Fuera de la luz y los taquígrafos lo lógico es que Rajoy haga de árbitro, y lo lógico también es, según valoran en el PP, que Feijóo o quien se decida a dar el paso al frente tantee primero sus apoyos con los principales dirigentes nacionales y territoriales antes de hacer ningún anuncio. El partido está en alerta ante el riesgo de que «algunos movimientos para frustrar una opción concreta», si no media Rajoy, enfanguen el proceso, y la mayoría de los líderes territoriales apuestan por que haya un preacuerdo previo, en el que se valore sólo quién es el mejor cartel electoral y líder del partido, dejando al margen las cuestiones personales. Quien salga elegido dará la vuelta al «aparato» del PP porque además de la necesidad de construir un nuevo discurso, sólo de esta manera, con un nuevo equipo, en el PP creen que pueden sostener realmente la idea de que se abre otra etapa. En ese encaje entre lo que viene y lo que tiene que hacerse a un lado vuelve a tomar cuerpo la hipótesis de que algunos de los «primeros espadas» de Rajoy sean rescatados para las candidaturas autonómicas y municipales. María Dolores de Cospedal tendrá que decidir, según cómo concluya el proceso sucesorio, si vuelve a ser candidata en Castilla-La Mancha. Y este proceso también condicionará posiblemente la candidatura a la Comunidad de Madrid.