El PP contesta a los críticos que su oferta es un proyecto «plural»

La decisión final del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, es mantener la incógnita sobre el candidato a las elecciones europeas hasta después de la Covención Nacional que el PP celebra este fin de semana en Valladolid. Y que, en teoría, tiene como objetivo servir de plataforma para vestir el mensaje y la nueva cara con la que el partido se presenta a estos comicios de mayo.

Los movimientos que en estos últimos días han hecho los mismos que «perdieron» el Congreso de junio de 2008, y que ya a partir de entonces se constituyeron como corriente contestataria, han hecho que en las filas populares haya empezado a revisarse la oportunidad del calendario y del contenido de la Convención. Se discute que la dirección no haya previsto este escenario y la necesidad de contrarrestar con otras noticias, entre ellas la del nuevo candidato, el «ruido» de los que desde 2008 «y sin representar a nadie quieren moverle la silla a Rajoy».

De partida, la agenda de la Convención aparece algo deslucida, especialmente en la sesión del viernes, una vez que no se cuenta con la siempre jugosa intervención del ex presidente del Gobierno. Y también hay recelos sobre el sentido de los foros de debate entre ministros y presidentes autonómicos. La estrategia se va a centrar en dar resonancia al mensaje de que la oferta del PP es un «proyecto integrador, plural y nacional». Habrá debates sobre la sociedad del bienestar, la recuperación económica y la unidad de España.

Y en este marco el PP se presentará como garantía de un Estado del Bienestar sostenible y universal «en materia de educación, sanidad, servicios sociales, cuidados a los discapacitados, igualdad» y hasta empleo, según sostuvo ayer la secretaria general, María Dolores de Cospedal. También abanderará el compromiso de que ha llegado el momento de aplicar un alivio fiscal a las familias y a los emprendedores, una vez que se ha logrado salir de la recesión.

El sábado se celebrará el acto de apoyo a las víctimas del terorrismo en réplica a las voces críticas que cuestionan su política antiterorrista. Génova las minimiza oficialmente y Cospedal se esforzó en restar relevancia a la ausencia de Aznar por su agenda internacional, pese a conocer desde hace semanas la fecha de la Convención; y a la decisión del ex ministro Jaime Mayor Oreja de no dejarse ver tampoco por el cónclave, pese a que tenía una intervención prevista en materia europea y pese a que sus colaboradores daban por hecho que este fin de semana estaba en Valladolid. Y, por supuesto, la «número dos» tampoco concede relevancia al nuevo partido Vox.

Cospedal se defendió de las «espadas en alto» que algunos han desenfundado de nuevo y para ello utilizó el argumento de que la política del PP en materia antiterrorista es clara. «El Gobierno no ha negociado nunca con ETA. Y quien diga lo contrario sabe que no está diciendo la verdad», sentenció.

La agenda de la Convención se rellenará con debates abiertos con los ciudadanos y tirando de las nuevas técnicas en la comunicación política. Una convención on-line, «en la que las voces de los ciudadanos se van a oír y mucho». Intensa actividad en las redes sociales, una nueva página web y una nueva intranet para los afiliados, según resaltó Cospedal.

El vicesecretario de Estudios y Programas del PP, Esteban González Pons, será el encargado de moderar la resolución «España, una gran nación», que hará las veces de ponencia política. Una resolución que tratará de ratificar los valores y principios defendidos por el PP, su compromiso con los valores y principios que ha defendido «siempre» relativos a la unidad de España, la política antiterrorista a seguir, el pluralismo político, la libertad o la igualdad de oportunidades, informa C. S. Macías.

En este cónclave se hablará mucho de economía, de las reformas, de los signos que confirman la recuperación, de la sociedad del bienestar, del crédito... Pero entre los «asuntos de actualidad» no figurará oficialmente el aborto. La razón que dio ayer la «número dos» es que la reforma no está todavía en tramitación parlamentaria. Hasta ahora Cospedal, como otros «primeros espadas» del Gobierno y del PP, ha evitado «mojarse» en apoyo del anteproyecto.