Política

El desafío independentista

El PSC se rompe

Cinco diputados socialistas evitan votar en contra de la declaración de soberanía de CiU, ERC e ICV

La Razón
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Al PSC le va a costar sangre, sudor y lágrimas volver a representar una alternativa creíble de gobierno. Bastante trabajo tiene, hoy por hoy, con no volar por los aires definitivamente. La fractura interna de los socialistas catalanes es una evidencia y ayer volvió a hacerse visible en el Parlament durante la votación de la declaración de soberanía. Cinco diputados (de los 20 que tiene el PSC) evitaron votar en contra de la citada declaración, poniendo así de manifiesto la fragilidad de su líder, Pere Navarro, para dirigir su grupo parlamentario.

Los cinco diputados díscolos (Joan Ignasi Elena, Rocío Martínez Sampere, Àngel Ros, Marina Geli y Núria Ventura), alineados con el ala más catalanista del partido, optaron por no participar en la votación del texto soberanista acordado por CiU, ERC e ICV, haciendo así inútiles los esfuerzos de la dirección del partido por consensuar una postura conjunta. «Entendemos la disciplina de voto y siempre la hemos respetado, pero hoy no podemos emitir un voto negativo, por coherencia», explicaron los diputados rebeldes en un comunicado conjunto.

Su argumento para desmarcarse de la dirección es que, en su opinión, el PSC debería haber optado por un «sí crítico» al texto que proclama que Cataluña como «sujeto político y jurídico soberano», porque va en la línea del derecho a decidir que el propio PSC asumió en su programa electoral. Siendo incapaces de que Navarro asumiera este planteamiento, su opción fue la de no participar en la votación. «Queremos contribuir a prevenir el frontismo nacional y social en que nos estamos instalando», dijeron los cinco parlamentarios, que ayer compartieron mantel en un restaurante griego antes de consumar su rebeldía.

Las reacciones de la familia socialista se desataron a continuación. Voces de enorme peso mediático como la de Joaquim Nadal (ex consejero y ex candidato a la Generalitat) y Montserrat Tura (ex consejera) expresaron su disconformidad con el rumbo marcado por la dirección. «Nunca un primer secretario del PSC había roto tantos puentes construidos para integrar el pensamiento progresista y catalanista como Pere Navarro en un año», manifestó Tura en su cuenta de Twitter. «Ya no me veo con corazón de seguir en el consejo nacional del PSC», afirmó Nadal en la misma red social.

El desconcierto en las filas socialistas se apoderó del partido, que ahora no tiene otro remedio que someterse a otro tormentoso debate interno. Será el día 2 de febrero, cuando está convocadoun consejo nacional extraordinario que promete volver a sacudir al PSC.

Los socialistas catalanes avanzan con enorme desorientación desde que José Montilla tuvo que entregar las riendas del partido. No han dejado de encadenar fracasos electorales ni de sufrir constantes convulsiones debido a la incapacidad para sellar la paz interna. Navarro no ha dado con la fórmula para sellar la unión ni tampoco para convivir fraternalmente con el PSOE, enormemente perjudicado por la trayectoria errática de sus compañeros. Así están en las cosas en el PSC. Ha bastado con realizar la primera votación de la legislatura en el Parlament para ver que el partido continúa sumido en una gravísima crisis interna.