El desafío independentista
El PSOE cree que abrir la Constitución rebajaría la tensión con Cataluña
Defiende la apertura de espacios de diálogo más allá de lo institucional
La crítica al acuerdo entre Artur Mas y ERC es «frontal». La dirección del PSOE no quiere que sobre su posición haya la más mínima duda: «Es un pacto que no lleva a ninguna parte más que al aumento de la carispación». Ahora bien, la situación política requiere de la apertura de espacios de diálogo más allá de lo político y lo institucional si el objetivo que se pretende es reconducir un problema que, en la sede de la calle Ferraz, creen que se agravó tras la sentencia sobre el Estatut del Tribunal Constitucional.
Quienes así hablan defienden que la revisión de la Constitución es la vía con la que hacer «más atractivo el necesario espacio de diálogo para restañar las heridas que dejó la sentencia del Alto Tribunal». Más claro: el PSOE cree que la situación político-institucional reafirma su tesis sobre la necesidad de reformar la Carta Magna con un objetivo federal.
Alfredo Pérez Rubalcaba y los suyos saben que sin acuerdo con el PP su planteamiento caería en saco roto, si bien sostienen que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no ha rechazado nunca en sus conversaciones privadas con el secretario general del PSOE la posibilidad de revisar la Constitución de 1978. Es más están convencidos de que el jefe del Ejecutivo no se plantea, pese a lo publicado en algunos medios, ni la inhabilitación de Artur Mas ni la suspensión de la autonomía de Cataluña, pese al desafío rupturista.
Más allá de interpretaciones, los socialistas comparten con el Gobierno la preocupación por el pulso de Artur Mas y su acuerdo con ERC. Rubalcaba ha mantenido en las últimas semanas conversaciones discretas tanto con el sector empresarial catalán como con algunos dirigentes políticos. Ayer, concretamente, telefoneó a Josep Antoni Duran i Lleida para cambiar impresiones sobre la crecida soberanista. Y ambos, según fuentes socialistas, compartieron la preocupación por la situación política y la escalada de tensión entre Cataluña y el resto de España.
El secretario general de Unió Democrática de Catalunya se encontraba en Barcelona y no en el Congreso en el último pleno del año, ya que prefirió asistir a la sesión de investidura en el Parlament. Durante la conversación, Rubalcaba trasladó a Duran que la deriva catalana es «un viaje a ninguna parte» de Artur Mas que lleva a un choque de trenes que sólo desde la responsabilidad, la altura de miras y el diálogo se podrá frenar. El portavoz de CiU coincidió en el análisis del socialista, si bien censuró, según fuentes de la coalición catalana, que desde algunos sectores del PP la respuesta haya sido la amenaza del Código Penal.
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