El PSOE no descarta recurrir en otro momento a la moción de censura

Ya hay fecha. Será el 1 de agosto, en plena operación salida, cuando el presidente del Gobierno acuda al Congreso a explicar el «caso Bárcenas». A la oposición no le ha gustado demasiado la fecha, y tampoco que el Gobierno haya planteado la comparecencia a modo de Debate de la Nación para hablar de economía y de política. Los grupos parlamentarios creen que es una trampa y avisan que no seguirán a Mariano Rajoy en su intento de mezclar la situación económica con la supuesta financiación ilegal del PP, los sobresueldos de sus altos cargos y los tejemanejes del que fue su ex tesorero durante 20 años. La polémica está servida en un debate que empezará a las 9 de la mañana y se prevé tenso y largo. De momento, el PSOE, que mantiene rotas las relaciones con el PP, se ha fijado dos objetivos para la sesión: una, conocer la verdad, y dos, exigir la dimisión de Mariano Rajoy en sede parlamentaria.

¿Por qué la dimisión de antemano y antes de escuchar las explicaciones del presidente? Porque la dirección federal, como ayer explicó su secretario de Organización, Óscar López, cree que «nada ha cambiado» y que Rajoy «no puede gobernar atado» a su ex tesorero. El número tres del PSOE defendió que la defensa que hizo el presidente de Bárcenas cuando fue imputado en el «caso Gürtel», así como la publicación de los presuntos sobresueldos y los SMS, inhabilitan al presidente para el ejercicio de su cargo. Y de ahí que Alfredo Pérez Rubalcaba haya advertido de que, pese al intento de Rajoy de hacer una especie de balance económico y político, el día 1, él sólo hablará de lo que quieren los españoles: «Gürtel, Bárcenas y el PP». Es más, los socialistas no descartan recurrir en otro momento a la moción de censura. Hasta entonces, Elena Valenciano y Óscar López reunieron ayer en Ferraz a los número dos de todas las federaciones del PSOE para planear una acción concertada de seguimiento en todos los territorios, tanto en el plano político como en el judicial, de las ramificaciones que pueda tener el «caso Gürtel» en toda España. Y defienden que la relación del PP con Bárcenas durante 20 años más el hallazgo de las cuentas en Suiza y las sospechas de una presunta financiación irregular hacen necesario «un seguimiento» y una «actuación coordinada» de todos los socialistas para «llegar hasta el final» y conocer las consecuencias de la «trama Gürtel».