El PSOE se conjura para bloquear el baile de aspirantes

El ya célebre «Dios dirá» con el que Alfredo Pérez Rubalcaba respondió tras el último Consejo Territorial del PSOE a la pregunta de si se presentará o no a las primarias no es la mejor fórmula con la que garantizar la estabilidad orgánica. Más bien abre la veda para que en los próximos meses los socialistas sigan pendientes del debate nominalista y atentos sobre todo a los movimientos de posibles aspirantes. Así lo creen los secretarios generales que, capitaneados por el andaluz José Antonio Griñán, han reabierto –parece que sin quererlo– un asunto que la dirección federal creía cerrado tras el último cónclave de barones del pasado 15 de diciembre. La fórmula: pedir al secretario general que se postule ya como candidato para frenar el baile de nombres que se avecina a partir de febrero, fecha en la que Carme Chacón hará pública su decisión sobre si está o no dispuesta a disputar por segunda vez el liderazgo del PSOE a Rubalcaba.

El primero en levantar la voz ha sido José Antonio Griñán y lo ha hecho porque cree que los socialistas necesitan más que nunca estabilidad orgánica y «una alternativa liderada por una sola persona». De ahí que en conversación privada con Rubalcaba le pidiera hace un mes lo que desveló en una entrevista en radio el día de Navidad, esto es, que asumiera su responsabilidad hasta el final del mandato y hasta donde el partido quiera. El andaluz es de los que defiende que un pronunciamiento en este sentido calmaría las aguas siempre turbulentas del socialismo y lograría la unidad territorial en torno al secretario general que ganó el último congreso. Claro que opiniones hay para todos los gustos porque el eurodiputado Antonio Masip llamó «patético» a Griñán por pronunciarse en semejantes términos y fomentar el debate nominalista. Es obvio que escribió esto en su cuenta de Twitter sin conocer el propósito del presidente andaluz.

Por su parte, el secretario general de los castellano-manchegos, Emiliano García-Page, se sumó a la propuesta de Griñán para que Rubalcaba dé un paso al frente para optar a las primarias para la elección del candidato a la Presidencia del Gobierno en las próximas generales. Es más, dijo que es un planteamiento «responsable» que daría estabilidad al partido.

El extremeño Guillermo Fernández Vara también es partidario de esta fórmula. De hecho, el único de los barones que no parece formar parte de esta conjura es el madrileño Tomás Gómez, que pide cambios, pero no en el mismo sentido. Él quiero catarsis y la quiere ya.