Canadá
El PSOE quiere un tributo sobre la riqueza que una Renta y Patrimonio
Propone eliminar la exención del IVA en la sanidad y la educación privada
Propone eliminar la exención del IVA en la sanidad y la educación privada
«El principal problema de la economía española no es un gasto público excesivo, sino la debilidad del sistema impositivo». Bajo esta premisa el PSOE celebra este de fin de semana un debate sobre fiscalidad al que lleva una propuesta inspirada en los modelos de los países con mayor renta per cápita del mundo como Holanda y Canadá. El objetivo: aumentar la presión fiscal cuatro puntos (del 32 al 36 por ciento) en cuatro años, un porcentaje que en términos de recaudación supondrían 40.000 millones y ninguno de ellos saldría de las rentas del trabajo que son las que hoy aportan 9 de cada 10 euros de los ingresos tributarios.
El excesivo peso de las rentas de trabajo medias y bajas junto con el elevado peso de la economía sumergida (19,2 por ciento del PIB), la baja recaudación global respecto a la media de la UE (8 puntos por debajo) y el amplio abanico de deducciones en las grandes figuras impositivas son, a juicio de los socialistas, las debilidades de un sistema impositivo que urge corregir. La secretaria de Economía y Empleo de la dirección federal, Inamcualda Rodríguez Pieñiro, lo expresó así: «Una reforma con la que se reacude más, pero no a costa de los asalariados, sino de los grandes patrimonios y las grandes corporaciones que son las que hoy eluden la carga mediante mencanismos de ingeniería fiscal».
Y es que la estructura del gravamen de la renta personal excluye las rentas y ganancias de capital canalizadas en diversos instrumentos financieros hasta el momento de su liquidación. De ahí que la primera propuesta integrar en una única figura tributaria Renta y Patrimonio con el objetivo de valorar la capacidad económica derivada de éste último. La nomenclatura aún no está decidida, pero en Ferraz se le llama ya impuesto sobre la riqueza. El procedimiento consiste en valorar de forma homgénea el patrimonio global de un contribuyente (acciones, depósitos, inmuebles, SICAV) aproximándalos a los valores del mercado para después estimar la renta potencional que proporcionaría aplicando, por ejemplo, una rentabilidad media del 3 por ciento. Y a partir de un deteminado nivel de Patrimonio, esta renta sería gravada al tipo correspondiente de IRPF.
El PSOE propone también la equiparación en la tributación de las rentas de capital y las salariales, así como una revisión estructural de las deducciones regresivas del IRPF. El Impuesto de Sociedades tampoco escaparía de la reforma estructural. Y es que hablamos de una figura que penaliza más a las pymes que a las grandes multinacioneles en parte gracias a la maraña de deducciones y exenciones. En materia de IVA, se propone volver al tipo reducido en cultura y rebajar la tributación de los productos de primera necesidad, pero también acabar con la exención que existe para la educación y la sanidad privada no concertada y los servicios financieros. Todo esto además de dos nuevas figuras impositivas en el ambito financiero: una sobre el pasivo de las entidades y otra que grave los bonus y retribuciones variables, ambas ya planteadas en alguna ocasión por el PSOE.
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