Brexit

El secesionismo catalán abraza la causa de Gibraltar en Estrasburgo

Diputados independentistas apoyan una enmienda a favor de la colonia y contraria a los intereses de España en la negociación del Brexit.

El secesionismo catalán abraza la causa de Gibraltar en Estrasburgo
El secesionismo catalán abraza la causa de Gibraltar en Estrasburgolarazon

Diputados independentistas apoyan una enmienda a favor de la colonia y contraria a los intereses de España en la negociación del Brexit.

Europarlamentarios catalanes se sumaron ayer a una propuesta lanzada por varios diputados británicos que intentaron incluir una referencia a Gibraltar en el texto que establecía las prioridades del Parlamento Europeo en el proceso de negociación del Brexit. Ramón Tremosa (PdeCAT) y Josep-Maria Terricabras y Jordi Solé (ERC) apoyaron con su firma y su voto una de ellas, que proponía que se mencionara específicamente a Gibraltar para responder al respaldo de la UE a España en la disputas sobre la soberanía de la colonia.

LA RAZÓN pudo ponerse en contacto con uno de los diputados que apoyó la enmienda, Jordi Solé, de Esquerra Republicana de Cataluña. Para Solé, «la enmienda hacía referencia a un hecho objetivo, que es el voto diferencial que se dio no sólo en Irlanda del Norte y Escocia, sino también en Gibraltar, donde el remain ganó por casi un 96%». El europarlamentario de ERC cree incomprensible que se mencionaran los dos primeros casos pero no así el de Gibraltar, «a pesar de que nos consta la preocupación que viven hoy los gibraltareños por el nuevo escenario que abre el Brexit». «Es una lástima que no haya prosperado la enmienda que citaba a Gibraltar pero, obviamente ,aceptamos las decisiones democráticas de los parlamentos», dijo Solé a LA RAZÓN. En opinión del europarlamentario catalán, «lo que nos parece importante es que el texto final de la resolución sobre el Brexit ha sido aprobado por una muy amplia mayoría, de la que los diputados de Esquerra Republicana forman parte».

La actitud oficial de las autoridades gibraltareñas es, no obstante, muy cautelosa en todo lo que tiene que ver con la relación con partidos políticos o instituciones autonómicas catalanas o vascas. A pesar de que han existido contactos con dirigentes nacionalistas de estas comunidades autónomas españolas, fuentes gibraltareñas recordaron ayer a este diario que también se han producido con otras regiones, señaladamente con Andalucía, sin que deba inferirse nada por ello. Las autoridades del Peñón no quieren «provocar ingerencias» en asuntos internos españoles. La posibilidad de que la parte negociadora a favor de atenuar los efectos negativos para el estatus de Gibraltar tras el Brexit utilice la «palanca» del secesionismo catalán está en el aire desde que el presidente del Consejo Europeo hizo público el borrador de «líneas rojas» para el proceso de negociación de la salida británica, un documento en el que se daba, de facto, poder de veto a España en todo lo relacionado con el Peñón. Uno de los momentos cruciales en la escalada de declaraciones que se produjo en la prensa británica fue una columna en «The Daily Telegraph» en el que un miembro de la cámara de los lores, Norman Tebbit, dijo que si él viviera en el 10 de Downing St. invitaría a los dirigentes catalanes para que España supiera que «está jugando con fuego».

Lo sucedido ayer en el Europarlamento no se trata de un hecho aislado, puesto que el nacionalismo catalán ha buscado a menudo complicidades con Gibraltar e incluso trazado paralelismos entre ambos autogobiernos. En el año 2002, cuando el entonces ministro de Exteriores, Josep Piqué, buscaba con su homólogo británico, Jack Straw, un pacto sobre Gibraltar basado en la cosoberanía, Jordi Pujol ya trató de pescar en río revuelto: «Si España reclama la recuperación de Gibraltar, Cataluña reclama la recuperación de la cosoberanía o soberanía compartida». Y añadió: «Si se dice que hay que revisar lo de Gibraltar, nosotros también podemos pedir que se revise lo de Cataluña».

Una línea muy parecida siguió Artur Mas, quien también trató de sacar provecho del tricentenario de la Paz de Utrecht (2013) –que privó a España del peñón– y entablar una relación fluida con la administración de Fabian Picardo, quien, se ha reunido en varias ocasiones con dirigentes soberanistas catalanes.