El desafío independentista

El Síndic acusa de mentir a los padres que denuncian acoso

Ribó considera «parcial» la investigación contra los docentes del Instituto de Sant Andreu

Jordi Pujol, a su llegada a un acto de homenaje que la entidad Amics de Jordi Pujol le rindió ayer en Barcelona. Asistieron su esposa, Marta Ferrusola, y sus hijos Josep y Oleguer / Efe
Jordi Pujol, a su llegada a un acto de homenaje que la entidad Amics de Jordi Pujol le rindió ayer en Barcelona. Asistieron su esposa, Marta Ferrusola, y sus hijos Josep y Oleguer / Efelarazon

Ribó considera «parcial» la investigación contra los docentes del Instituto de Sant Andreu.

Si por algo se ha caracterizado el Síndic de Greuges, Rafael Ribó, que aterrizó en su cargo en 2004, ha sido por su marcado sesgo para defender según qué cuestiones desde que arrancara el «procés» o para desprestigiar a asociaciones contrarias a la independencia. Así, por ejemplo, no ha dudado en ningún momento en arremeter contra el Estado en relación a la gestión que ha hecho durante todos estos meses del conflicto catalán –desde las críticas a los encarcelamientos de los políticos independentistas al reproche por el «uso excesivo» de la fuerza durante el referéndum ilegal del 1 de octubre–, ni tampoco se ha contenido a la hora de desacreditar en público a Sociedad Civil Catalana –entidad contraria a la independencia–, cuando en un acto aseguró que le «daría vergüenza» formar parte de ella. Con este historial detrás, ayer se animó a poner en entredicho todas las quejas que ha recibido contra docentes por cómo abordaron el 1-O y tildó de «parcial» la investigación que se está llevando a cabo contra los nueves docentes del Instituto de Sant Andreu de la Barca.

Según un informe que presentó, ha recibido un total de 87 incidencias procedentes de 57 escuelas o institutos, y aseguró que muchas de ellas pueden ser «falsas, inconsistentes o extemporáneas». Ribó llegó a hablar incluso de «manipulación» de las pruebas y consideró que son poco «verficables».

«Por la convivencia»

De esta manera, Ribó pidió al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a todos los presidentes de los grupos políticos en el Congreso de los Diputados, y también del Parlamento catalán, y al Defensor del Pueblo, Francisco Fernández Marugán, que «los problemas que afectan a la educación se aborden en el marco de la comunidad educativa para mantener la normalidad y la buena convivencia escolar».

Uno de los asuntos más importantes en las nuevas quejas del Síndic es el del citado del IES de El Palau. La Fiscalía investiga si algunos de los docentes discriminó a los alumnos entre independentistas o no independentistas, y si, sobre todo, se señaló en clase a los hijos de agentes de la Guardia Civil, que son decenas en el centro. Cabe recordar que en Sant Andreu de la Barca hay uno de los cuarteles del Instituto Armado más grandes e importantes en Cataluña.

Por lo tanto, el Síndic solicitó una reunión con el comandante de la Guardia Civil en Cataluña, Ángel Gozalo, «atendiendo a una petición del consejo escolar del IES El Palau, y por convencimiento propio», con la intención de trasladarle lo que considera un «grave error por vía penal el caso de los nueve profesores» investigados.

Ribó criticó que las familias hayan denunciado a los maestros «saltándose los protocolos que marca el departamento de Enseñanza, que pasa por comunicar la incidencia a la dirección del centro y, posteriormente, a inspección y al departamento de Enseñanza». Consideró que el «Gobierno está tomando partido por una de las partes», en referencia a estos hechos.