Tribunal Constitucional
El TC y el Tribunal de Estrasburgo ponen el Estado de Derecho como un «baluarte contra la tiranía»
El Presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas, y el Presidente del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), Guido Raimondi, coincidieron ayer en que el sistema democrático es «un baluarte contra la tiranía». Invitado por el presidente del Alto Tribunal, su homólogo del Tribunal de Estrasburgo participó en el III Seminario conjunto Tribunal Constitucional-Tribunal Supremo con la conferencia magistral titulada «Multiculturalidad y margen de apreciación por las jurisdicciones nacionales».
En su intervención, previa a la conferencia magistral, el Presidente del Tribunal Constitucional ha mostrado su pleno acuerdo con recientes declaraciones hechas por Raimondi en el sentido de que el «Estado de Derecho constituye nuestra especificidad europea, es un acervo de nuestra civilización y resulta una muralla que se levanta en el camino de la tiranía».
González Rivas aprovechó la ocasión para referirse también a la «triple dimensión» que forman el principio democrático, la defensa de los derechos y libertades y la supremacía de la Ley, como características básicas del Estado de Derecho. «Sin el imperio de la Ley que caracteriza a Europa, no puede haber ni protección ni tampoco disfrute de derechos y libertades», añadió.
El Presidente del TC ha reivindicado ante Raimondi el “indudable compromiso de España” con el sistema establecido por el Convenio de Roma y “la fortaleza y madurez de nuestro propio sistema democrático de garantía de derechos”, que culmina el Tribunal Constitucional.
Dan prueba de ello las cifras, pues en torno al 18% de todas las sentencias emitidas por el Tribunal y más del 60% de las sentencias en materia de amparo contienen
referencias europeas.
Durante su conferencia, Raimondi ha explicado que la figura de la “multiculturalidad” no está incluida en el Convenio Europeo de Derechos Humanos, pero no por ello está ausente de la jurisprudencia de la Corte de Estrasburgo. El pluralismo, principio básico de las sociedades democráticas, ya no se refiere sólo al ámbito de las opiniones, añadió, sino que abarca también el de la diversidad de las identidades culturales-.
Raimondi asegura que para el TEDH es esencial preservar la identidad cultural de los individuos y garantizar que la diversidad disponga de canales de expresión, y advierte que asegurar la convivencia pacífica entre las distintas culturas es una tarea que corresponde a los Estados.
La Corte de Estrasburgo ha declarado que la riqueza de las sociedades democráticas actuales reside en la diversidad y que está vedado a los Estados instaurar medidas discriminatorias que se basen únicamente en el origen de una persona.
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