Casa Real

El testimonio de los condecorados: «Han brotado lágrimas cuando hemos hablado con los Reyes»

El testimonio de los condecorados: «Han brotado lágrimas cuando hemos hablado con los Reyes»
El testimonio de los condecorados: «Han brotado lágrimas cuando hemos hablado con los Reyes»larazon

La historia de las 38 personas condecoradas ayer es la de aquéllos que nunca soñaron que se escribiría. Gente del día, que cumple con su trabajo por vocación, por ganas de ayudar a los demás, o, simplemente, por una cuestión de supervivencia.

Los calificativos que encontraron ayer los 38 condecorados por la Orden al Mérito Civil del encuentro con los Reyes eran «emocionante», «muy amable» y algunos fueron más allá: «Han brotado lágrimas cuando hemos hablado con los Reyes».

En el caso de la agricultora de Luz Juanmartiñena, la emoción fue pública durante el encuentro con los periodistas. Esta navarra ha apostado por la agricultura ecológica en las tierras de sus antepasados para producir aceite de oliva virgen y alimentos de calidad. Al expresar su agradecimiento a los Reyes, Juanmartiñena rompió a llorar por el gesto de Don Felipe de rerconocer a personas que, «como ella», trabajan «todos los días con ilusión, con esfuerzo, con trabajo, con ganas de levantar España y de olvidar los odios, las rencillas».

Las palabras de Jesús Jambrina Gutiérrez y de Consuelo Campos fueron en la misma dirección. Matrimonio de maestros jubilados de Teruel, son un pilar fundamental de su familia como abuelos, al volcar sus esfuerzos en el apoyo de sus hijos y nietos. El matrimonio saca tiempo para ayudar a drogodependientes y a personas mayores, y trabajando juntos en Iberoamérica, en concreto en la selva de Perú. «Los Reyes nos han dado muchos ánimos. Estamos muy agradecidos por su amabilidad y dulzura. Nosotros seguiremos estando donde nos necesitan», aseguraban.

El humor corrió a cargo del ganadero cántabro Bernardo Díaz. Nació en Villacarriedo, Cantabria, y con su trabajo tenaz y su capaciha mantenido a lo largo de toda su vida una cabaña ganadera dedicada a la leche, y su aportación en el ámbito del cooperativismo ha sido decisiva. «Me llamaron el 28 de febrero para darme la noticia. Yo no me lo creí», afirma el cántabro. «En mi familia me decían que no fuera porque era una broma pesada e iba a hacer el ridículo», se ríe». «Que eso lo ha organizado el Gobierno, ¡cómo te van a condecorar!», recuerda. Y, con la serenidad que aporta la experiencia, asegura: «Llevo trabajando desde los 10 años. Ha sido un momento muy especial para mí, los Reyes son encantadores».

Como era de esperar, no hubo una sola crítica hacia los Reyes por parte de estas personas.

Hugo Daniel López, llegado de Paraguay hace más de diez años, empezó trabajando el campo en Murcia. Fue contratado en Archena, para atender y cuidar a D. Trifón Abad Martínez, de 92 años de edad con quien terminó desarrollando una relación de amistad. Fue el pasado 25 de diciembre cuando, tras haber pasado la Nochebuena con la familia de don Trifón, salvó al anciano de morir en un incendio, arriesgando su propia vida. Como resultado de su valerosa acción, sufrió graves quemaduras de las que aún se está recuperando con el apoyo de su mujer. «Claro que lo volvería a hacer. Sin pensarlo dos veces», respondió a los periodistas. «Estoy muy agradecido a toda la gente que me ha apoyado».

La mariscadora Alicia Rodríguez Pérez, una entusiasta de su profesión, ha luchado durante toda su vida para conseguir la igualdad profesional de las mujeres en un mundo «dominado» por los hombres. «El Rey se está acercando» a los ciudadanos, afirmó esta gallega, «y reconoce a otra gente más allá de la que asiste a los grandes acontecimientos institucionales».

«Se me saltaron las lágrimas y se me erizó la piel», asegura el canario Jorge Macauda Tremearde que sintió al recibir la llamada de Zarzuela. Este ejecutivo, a los 30 años padeció una ceguera y ahora trabaja en la ONCE en Madrid. «Este galardón lo merece todo el que está poniendo su granito de arena por este país».