Política

Carmen Calvo

El Vaticano se inhibe sobre el traslado de Franco a La Almudena

Moncloa admite que hay preocupación, pero defiende que su «compromiso» es con la exhumación.

En la cripta de La Almudena están enterrados los restos de la hija de Francisco Franco y su marido. En la actualidad recibe cerca de 800 visitas al mes
En la cripta de La Almudena están enterrados los restos de la hija de Francisco Franco y su marido. En la actualidad recibe cerca de 800 visitas al meslarazon

Moncloa admite que hay preocupación, pero defiende que su «compromiso» es con la exhumación.

El Gobierno trata de encontrar la fórmula legal para evitar que los restos de Francisco Franco descansen ahora en la cripta de la Catedral de la Almudena, como adelantó este diario –por expreso deseo de la familia, que posee un mausoleo en la madrileña Iglesia– pero hasta el día de hoy, siguen sin encontrar los apoyos necesarios para frenar esta voluntad.

Con este objetivo, el Gobierno habría pedido al Vaticano auxilio para que trate de mediar con los nietos de Franco para conseguir que entierren a su abuelo en un lugar menos mediático, como en el cementerio de El Pardo, según adelantó El País. Sin embargo, según han confirmado fuentes de la Santa Sede a LA RAZÓN, el Vaticano se inhibe en esta cuestión y respalda la postura adoptada por el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, al entender que es una cuestión «que no ha generado la Iglesia». Explican estas mismas fuentes que el asunto sobre donde enterrar al dictador después de que el Gobierno realice la exhumación de su cadáver del Valle de los Caídos debe «resolverse entre el Ejecutivo y la familia». El Cardenal Osoro confirmó la semana pasada que la Iglesia no puede oponerse a la decisión de la familia de enterrar en la cripta de la Catedral y que no tienen «inconveniente en acoger a nadie». De hecho, la Conferencia Episcopal Española indica que no tiene competencias sobre el destino de los restos de Franco, y subrayan que la Iglesia «no puede negar a un cristiano» el enterramiento y que «los muertos no tienen carné político».

Sobre la predisposición de la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, de cerrar para finales de octubre una reunión en Roma con el secretario de Estado del Vaticano, Prieto Parolín, para –entre otros temas– conseguir el respaldo de la Iglesia para que los restos de Franco no se entierren en la cripta de La Almudena, las fuentes de la Santa Sede aseguran que esa reunión no se le denegaría al Gobierno. Es más, señalan, «se propiciará el encuentro para cuanto el Gobierno de Pedro Sánchez necesite expresar, como se ha hecho hasta ahora», argumentan. Añaden también que «se colaborará en la medida en la que sea posible» sobre esta futura reunión. La petición del encuentro, se cree, que el Gobierno español la habría realizado a través de la Nunciatura en Madrid, y que se habría descartado «otra de las vías habituales» para estos casos, como la Embajada de España cerca de la Santa Sede.

El Gobierno es consciente de que no puede, de momento, imponer su criterio sobre el lugar donde debe enterrarse el cadáver de Franco. Es por ello, que ayer, tras el Consejo de Ministros, la ministra de Educación y portavoz del Ejecutivo, Isabel Celaá, admitió su «preocupación» por la posibilidad de que los restos de Franco sean enterrados en la cripta de la Catedral, pero admitió que el «compromiso» del Gobierno de Sánchez es «con la exhumación» del cadáver del Valle de los Caídos, pero no «con la inhumación», al menos «que fuera imprescindible habida cuenta que nadie se ocupara de los restos». Según puntualizó, el Ejecutivo de Pedro Sánchez está comprometido «con el hecho de que ningún dictador pueda estar en ningún mausoleo». Así, solo en el caso de que los nietos de franco no se hicieran cargo de los restos, el Ejecutivo tiene la capacidad de decidir su nueva sepultura, que no sería en ningún caso la cripta de La Almudena. Por su parte, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, censuró que el Gobierno de Sánchez acuda al Vaticano «a pedir un favor», y criticó que en un país democrático «no se puede consentir» que en el centro de la capital haya un «centro de culto al fascismo», como cree que ocurriría si finalmente Franco es enterrado en la Catedral de La Almudena.