El «zulo» del «conseguidor» puede guardar 2,7 millones

La Guardia Civil trata de localizar, en diversos lugares relacionados con el ex sindicalista Juan Lanzas, un total de 2,7 millones de euros que, según se sospecha, pudo amasar en «caso de los ERE», según informaron fuentes de la investigación.

La Guardia Civil trata de localizar, en diversos lugares relacionados con el ex sindicalista Juan Lanzas, un total de 2,7 millones de euros que, según se sospecha, pudo amasar en «caso de los ERE», según informaron fuentes de la investigación. Hasta el momento, la Benemérita se ha incautado en el domicilio de Lanzas, gracias a la ayuda de perros especializados en la localización de dinero 82.000 euros, la mayoría en billetes de 500. Estaban ubicados debajo de su cama de matrimonio, dentro de una máquina de escribir. Sin embargo, se cree que la cantidad amasada es mucho mayor.

Entre los lugares que ayer estaban siendo registrados figura una finca de bastante extensión que está situada en la localidad jiennense de Albanchez de Mágina. Para tratar de buscar el dinero, han sido utilizados, incluso, aparatos de geolocalización. Se trata, como se ha hecho en otras ocasiones, en las que, por ejemplo, se han buscado restos humanos, de determinar si el terreno, a cierta profundidad, presenta distorsiones que hagan pensar que hay objetos ocultos.

Por otra parte, en medios de la investigación, que desarrolla la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, existe satisfacción por los documentos y las facturas que se están encontrando, que demuestran las sospechas que había y las líneas de investigación que se habían marcado.

A este respecto, las fuentes consultadas subrayan que hay algo que debe hacer meditar en el asunto de los ERE: las partes presuntamente implicadas, la Junta de Andalucía, las empresas, los trabajadores, las entidades «mediadoras» y los sindicatos nunca se quejaron, hasta que el escándalo estalló.

El «conseguidor» Juan Lanzas se encuentra en prisión por orden de la jueza que está al frante de la investigación, que ni siquiera, ha fijado una fianza para su posible libertad. Lanzas se negó a declarar y está imputado por los delitos de malversación de caudales públicos, prevaricación, falsedad documental, asociación ilícita y cohecho.

Lanzas es una de las personas clave en la trama organizada para saquear las arcas públicas a través de las ayudas a empresas y prejubilaciones que otorgaba la Junta. El Gobierno andaluz transfirió en torno a mil millones de euros de la partida 31.L, el denominado «fondo de reptiles», entre 2001 y 2010.

El «conseguidor», ex dirigente de UGT, aparece en todos los planos de irregularidad. Está prejubilado irregularmente junto a su mujer –que ayer declaró en el juzgado tras ser detenida– en el ERE de Hitemasa. También estuvo a sueldo de uno de los despachos de abogados, Estudios Jurídicos Villasís. La investigación contempla precisamente que Lanzas –amigo del ex director general de Trabajo– amasó una fortuna a través de un entramado de blanqueo de dinero proveniente de las sobrecomisiones –en torno a 50 millones, como adelantó LA RAZÓN– en el que participan el citado despacho de abogados, empresas pantalla y testaferros. Entre estos testaferros de Lanzas está Juan Francisco Algarín, que declaró a la Guardia Civil cuando fue detenido que era Lanzas quien le mandaba llevar dinero en metálico a otros miembros de la trama y que firmó cheques en blanco para él. Lanzas pudo deslizar a esta red de empresas de paja cantidades millonarias. Su comisión de intermediación era el 5 por ciento. Se estima que recibió de la trama 13 millones. Desde 1990 su patrimonio aumentó en cuatro casas y un chalé en la playa.