El desafío independentista
Elecciones plebiscitarias o imposición
En las autonómicas de 2010 las fuerzas que hoy apuestan por la consulta ilegal lograron 86 escaños. Dos años después, en las elecciones anticipadas del 25 de noviembre de 2012 y en plena fiebre independentista, consiguieron 87 escaños, sólo uno más que dos años antes. La suma de los votos obtenidos en 2012 por estos partidos pro consulta ilegal con representación autonómica supuso el 58,6% de los votos válidos a candidatura, cuando en 2010 estas mismas candidaturas recibieron el 57,6, es decir, que la mejora en su momento más óptimo fue de sólo un punto porcentual. Mientras, el voto en 2012 a las listas de PSC, PP y Ciutadans fue del 35,6% del total del voto válido a candidatura.
El objetivo de Mas era conseguir los 90 diputados necesarios para poder reformar el estatuto unilateralmente y llevarlo al Congreso de los Diputados para buscar un calculado enfrentamiento institucional con los garantes de la Constitución. Sería una nueva representación teatral de su filosofía victimista. Pero fracasó en las urnas y no consiguió orquestar esa mayoría para iniciar su particular «Plan Ibarretxe». Tuvo entonces que poner en marcha el plan B, que todos conocemos y que ha ido siendo desgranado en el último año.
Mas emula a ciertos regímenes suramericanos actuales cuando imponen constituciones no consensuadas a su pueblo. La democracia española dio al mundo una lección con la Constitución de 1978. Todas las ideologías presentes en las Cortes españolas participaron y acordaron el texto constitucional. Sin embargo Mas, que es un miope político, no ve más allá de la aritmética de los dos tercios y quiere dictar un estatuto que dividiría más a la sociedad catalana de lo que está en estos momentos.
Pero para eso sueña con agotar el calendario que él mismo ha confeccionado y cuando todas las puertas se hayan cerrado a su enloquecida agenda secesionista recurrirá a unas pretendidas elecciones plebiscitarias, en las que intentará que las fuerzas que postulan el derecho a la autodeterminación sumen 90.
El principal partido de la oposición, el PSC, llegó a superar el millón de votos en 2003, pero la experiencia excesivamente nacionalista de gobierno con Iniciativa y ERC, ambos partidarios de la consulta, redujo a la mitad su número de votantes en 2010.
El giro que ahora está imprimiendo Pere Navarro hará posible que el PSC vuelva a recuperar el electorado perdido para poder frenar a Mas reduciendo de forma notoria en el próximo Parlamento autonómico la representación secesionista.
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