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En libertad la periodista detenida por intentar ocultar a inmigrantes tras un salto a la valla

La fotógrafa freelance entrando en los juzgados a declarar
La fotógrafa freelance entrando en los juzgados a declararlarazon

La fotoperiodista detenida tras ser sorprendida transportando en su vehículo a cuatro inmigrantes que acababan de saltar la valla de Melilla, ha quedado en libertad, imputada por un presunto delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros.

La fotoperiodista Ángela Ríos, detenida hoy tras ser sorprendida transportando en su vehículo a cuatro inmigrantes que acababan de saltar la valla de Melilla, ha quedado en libertad sin medidas cautelares, imputada por un presunto delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros.

Fuentes cercanas a la fotoperiodista han informado a Efe de que Ríos se negó a declarar en la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla, adonde fue trasladada tras los hechos y donde su abogado presentó el habeas corpus.

A primera hora de la tarde fue trasladada al Juzgado de Instrucción número dos, en funciones de guardia, donde prestaron declaración tanto ella como un testigo propuesto por su abogado, tras lo cual el magistrado Emilio Lamo de Espinosa decretó su libertad provisional, unas 12 horas después de producirse los hechos.

Según ha informado la Delegación del Gobierno en una nota de prensa, esta detención "no guarda ninguna relación con el ejercicio del derecho a la información", dado que "cuando se la detiene ni se encontraba ejerciendo como periodista en la zona de seguridad próxima al salto, ni tampoco ella se identifica como tal".

La institución no concreta en su nota oficial la identidad de la detenida, de la únicamente dice que es "una mujer melillense"y ejerce como fotoperiodista local, la cual "colabora con distintos medios de comunicación".

Según ha podido saber Efe, la fotoperiodista detenida es Ángela Ríos, que trabaja como "freelance".

Fuentes policiales han informado de que fue trasladada a las dependencias de la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla con su vehículo, en el que había sido sorprendida con cuatro inmigrantes justo después de producirse el intento de entrada por la valla.

Sobre estos hechos, la Delegación del Gobierno ha informado de que los inmigrantes, inmediatamente después de producirse el salto, "fueron avistados por miembros de la Agrupación de Reserva y Seguridad (ARS) cuando circulaban, en dirección al CETI, a bordo de un vehículo conducido por una mujer melillense".

Los inmigrantes finalmente escaparon del vehículo y los guardias civiles solo consiguieron interceptar a la mujer que conducía el automóvil, que fue trasladada a la Comandancia de la Guardia Civil, en calidad de detenida, para la instrucción de diligencias como supuesta autora de un presunto delito de favorecimiento de la inmigración irregular.

Además de estos cuatro inmigrantes que fueron avistados en el interior de un automóvil, en este nuevo intento de entrada ha logrado acceder a Melilla un subsahariano por presentar una herida en la mano derecha, por la que fue atendido por los servicios de Cruz Roja a requerimiento de la propia Guardia Civil.

La Delegación del Gobierno ha informado de que el intento de entrada se produjo a las 5.20 horas, cuando un grupo de unos 70 subsaharianos logró alcanzar el vallado aprovechando la espesa niebla que cubría en ese momento la ciudad y que "ha impedido una mayor efectividad del sistema de alerta temprana".

Nueve de ellos han permanecido diez horas encaramados en lo alto de la valla, a seis metros de altura sobre una barra de hierro que corona una de las alambradas que lindan con Marruecos, si bien finalmente no han logrado su propósito de pasar a la ciudad española.

Según han informado a Europa Press fuentes oficiales, Marruecos se ha hecho finalmente cargo de este grupo de indocumentados porque se considera que no han logrado entrar en territorio nacional, al no superar la doble valla.

Los inmigrantes han rechazado desde un primer momento las indicaciones de descender de la barrera que le hacían desde el amplio operativo de la Guardia Civil que había en la valla tras la avalancha de primeras horas del miércoles, a pesar de que se les pusieron escaleras para bajar, y optaron por resistir en lo alto de la alambrada.

Sin embargo, sobre las 15,30 horas todos habían descendido al no poder aguantar más sentados sobre la barra de hierro y soportando el fuerte sol que ha salido tras una mañana de niebla en Melilla.