Política

Cataluña

Encuesta LA RAZÓN: PP y Cs, a dos escaños de la mayoría absoluta

El PSOE, que apenas supera al PP por dos décimas, seguiría necesitando el apoyo de los partidos nacionalistas e independentistas para retener el poder ante unas eventuales elecciones generales.

Encuesta LA RAZÓN: PP y Cs, a dos escaños de la mayoría absoluta
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El PSOE, que apenas supera al PP por dos décimas, seguiría necesitando el apoyo de los partidos nacionalistas e independentistas para retener el poder ante unas eventuales elecciones generales.

PSOE y PP acumulan tres meses de descensos, suaves, pero continuados en intención de voto. Con respecto al sondeo del mes anterior, la encuesta de NC Report de noviembre confirma que el PP cede 0,4 puntos y el PSOE, 0,2. La distancia entre los dos partidos se mantiene en niveles mínimos. En septiembre era de tres décimas; una décima en octubre; y dos décimas ahora en noviembre. Son tres meses, por tanto, de prácticamente empate técnico.

Por otro lado, Podemos no ha parado de crecer en los últimos cuatro meses. Ha subido del 15,8 por ciento de agosto al actual 17 por ciento, y en el último mes ha ganado 0,2 puntos. Algo parecido sucede con Ciudadanos, ya que el partido de Albert Rivera también está en una fase de constante crecimiento, muy poco a poco, pero mantenido. En estos últimos cuatro meses ha mejorado en 0,7 puntos, del 19,2 por ciento al 19,9 por ciento. Vox pasa del 1,8 al 2,1 en los últimos treinta días, pero se estanca en su crecimiento en escaños. El sondeo le otorga un diputado.

Esta encuesta, aunque confirma la mayoría de las tendencias, refleja también hasta qué punto ligeras oscilaciones pueden ser decisivas en la conformación del nuevo gobierno dentro de un escenario político con bloques tan empatados. El centro derecha está al borde de la mayoría absoluta, entre 168 y 174 diputados, sólo dos menos de los necesarios para romper ese límite. El bloque de izquierdas se sitúa entre los 150 y 156 escaños. Pero si entra en juego el poder independentista, la situación dejaría un contexto de empate prácticamente ingobernable. Las izquierdas con el apoyo de PDeCAT y ERC estarían entre los 166 y los 174 escaños. Con PNV y EH Bildu la balanza podría acabar de inclinarse definitivamente del lado del mismo bloque que está ahora en el poder.

Esta clave es determinante para entender la resistencia del Gobierno socialista a convocar elecciones en estos momentos, aunque ya admita como posibilidad que no podrá sacar adelante los Presupuestos de 2019 por falta de apoyo soberanista. Estos partidos mantienen su tendencia de los últimos meses en relación al Congreso. El PDeCAT perdería entre 2 y 3 escaños, que irían a la bolsa de Esquerra. El gran debate dentro del PSOE es si ganar tiempo en Moncloa puede sumar a su favor, o, al contrario, precipitar el desgaste.

La encuesta de NC Report se realizó entre el 5 y el 9 de noviembre, semana en la que el PP arrastraba la crisis por la filtración de las conversaciones entre la ex secretaria general María Dolores de Cospedal y el ex comisario José Villarejo. La dirección popular tuvo que arrancarla forzando la salida de Cospedal de la Ejecutiva del partido después de seis días de desgaste, y la terminó con la ex número dos del PP obligada a dejar su escaño y a abandonar la política. La nueva cúpula popular se mostró descolocada durante casi una semana, sin información sobre el alcance de la relación de Cospedal con Villarejo y limitada por el miedo a que esta crisis afectara a los equilibrios internos y a la cohesión del equipo. En este contexto el PP se mantiene estancado, pero no es precisamente el Gobierno socialista el que saca beneficio de una situación en la que no ha tenido que surfear ninguna nueva crisis y, además, ha jugado a intentar rentabilizar políticamente la polémica creada por la decisión del Tribunal Supremo de rectificarse a sí mismo en los tres fallos que habían acordado que fueran los bancos, y no los clientes, los que pagaran los gastos hipotecarios. El viento soplaba en contra del PP, y esto puede justificar por qué el partido de Pablo Casado no consigue un mes más dar la vuelta a la tendencia impuesta desde hace tres meses. El ruido sobre la corrupción del pasado no cuesta tanto a las siglas populares como en la etapa anterior, confirmando así su propio análisis interno, pero sigue frenando su mejoría.

En cuanto al Gobierno, la encuesta confirma que los ciudadanos no premian sus esfuerzos por convencer al independentismo para que apoye los Presupuestos de 2019, y que, por el contrario, es el partido de Pablo Iglesias el que sale ganando de un contexto de giro a la izquierda en materia social y de indefinición en la política frente al desafío independentista.

Aunque el PP está por debajo del PSOE en porcentaje de voto, el 26,3 por ciento frente al 26,5 por ciento, el reparto de escaños beneficia a los populares al concederle una horquilla de entre 104 y 107, y entre 103 y 106 para el partido del Gobierno. La formación de Casado sigue estando entre 30 y 33 escaños por debajo de sus resultados del 26 de junio, más de 1,7 millones de votos menos que en 2016, y el PSOE mejora entre 18 y 21 diputados, hasta 830.154 votos más que en las últimas generales.

La moción de censura descolocó a Podemos y a Ciudadanos en los roles que habían adoptado en esta Legislatura. Pero los meses transcurridos suman de momento a su favor. En el caso de la formación morada rentabiliza que su «número uno» se haya reincorporado plenamente a la vida política y que haya optado por representar el papel de vicepresidente del Gobierno, que lleva la iniciativa en la negociación presupuestaria y en otras cuestiones clave, como la relación con los partidos independentistas. Mientras que cuando le interesa electoralmente se desmarca de Pedro Sánchez para apretar las tuercas al Gobierno socialista por el flanco de la izquierda, como, por ejemplo, con los gastos hipotecarios.

En la competición en el bloque del centro derecha Albert Rivera sigue beneficiándose de que en el eje del debate político esté el tema territorial y Cataluña. Además de la ventaja que le otorga siempre que el PP tenga que batallar contra fantasmas del pasado como Bárcenas, la Gürtel y ahora Villarejo. Aunque la nueva dirección del PP no tenga nada que ver con esta etapa, ese ruido sigue alejando el voto más de centro de la opción popular. Mientras que la etiqueta del «aznarismo» o del giro a la derecha del PP no suma voto de centro, pero tampoco parece que esté siendo eficaz para frenar el ligerísimo ascenso de Vox. Quizá puede ser clave que la distancia electoral limita el efecto del voto útil, que Génova aspira a tener de su lado cuando llegue el momento de elegir en las urnas. El lema del PP es que Casado es la única garantía del bloque de centro derecha para frenar un Gobierno de las izquierdas, pero de momento las encuestas reflejan que la competición entre Casado y Rivera continúa tan abierta como cuando Mariano Rajoy estaba al frente del PP.

Ciudadanos ha subido un 6,8 por ciento con respecto a las elecciones generales celebradas en 2016, lo que hoy les daría entre 32 y 35 escaños más, situándose con una expectativa de representación parlamentaria de entre los 64 y los 67 diputados. En el actual Congreso tienen 32 diputados, y el PP 137. La diferencia entre los dos se acortaría a los 40 escaños.

Podemos continúa por debajo de sus resultados de 2016, por el impulso que dio al PSOE el «efecto Moncloa», aunque recortando distancias con su principal adversario político. Hoy conseguiría entre 47 y 50 diputados, un 4,2 por ciento menos de votos y entre 21 y 24 escaños menos que en las últimas generales.

En el reparto del voto por franjas de edad, el PSOE se impondría entre las personas de 30 a 44 años. Mientras, entre el electorado más joven, el menor de 30 años, Podemos sigue manifestándose imbatible: supera el 17% de los sufragios y dobla, por ejemplo, el 8% del PP. Los de Casado, por contra, siguen siendo los favoritos entre los mayores de 45 años, aunque Sánchez, aquí también, muestra una tendencia favorable.