Política

Cataluña

ERC desautoriza a Torra tras amagar con «crisis de Govern»

Meritxell Batet, Carmen Calvo, Pedro Sánchez, Quim Torra, Pere Aragonès y Elsa Artadi, el pasado 21-D en Barcelona
Meritxell Batet, Carmen Calvo, Pedro Sánchez, Quim Torra, Pere Aragonès y Elsa Artadi, el pasado 21-D en Barcelonalarazon

T. B.- El vicepresidente del Gobierno catalán, Pere Aragonés, abrió la puerta a este pacto reclamando una negociación directa con el Gobierno de España. «Esto no es descartable y es posible que se inicien estas conversaciones en los próximos días», apuntan fuentes socialistas, que valoran positivamente que «el vicepresidente catalán quiera hablar de Presupuestos dejando al margen la negociación política que tiene otros caminos». Lo que es evidente, añaden, es «que solo hablaremos de Presupuestos». El paso de Aragonés rompe con la estrategia independentista y abre las puertas a que ERC se avenga a negociar. Según fuentes oficiales del partido republicano, «ya existen conversaciones con el Gobierno para ver cuál es el formato de la negociación», aunque todo apunta que la ministra de Hacienda y el vicepresidente catalán llevarán la batuta.

Un planteamiento que contraviene las consignas de Quim Torra, que el miércoles amenazó con provocar una crisis de gobierno en Cataluña para eliminar a los consellers partidarios de la negociación si los partidos independentistas permitían la tramitación de los PGE contra su criterio. El diputado republicano Joan Tardà replicó ayer de forma pública y le recordó que «el gobierno catalán es plural», defendiendo que la decisión de ERC será una decisión que corresponda tomar a los órganos internos de ERC y no a Torra.En la misma línea, voces del partido republicano advertían de que si el president acaba consumando su amenaza de «crisis de gobierno», «tendrá que limitarse a los consejeros de Junts per Cataluña, no a los consejeros de ERC. Si lo hace dinamitará la coalición de Govern», apuntaban desafiantes.

En todo caso, según fuentes del Govern de la Generalitat, las palabras de Torra estuvieron marcadamente influenciadas por el debate y la división que envuelve al ejecutivo catalán en torno a los PGE. Ahora mismo, según precisaron las mismas fuentes, tan solo la consellera de Cultura, Laura Borràs, y el conseller de Interior, Miquel Buch, estarían alineados con el president y en contra de permitir la tramitación de las cuentas públicas si no hay a cambio una oferta política en materia de autodeterminación. Elsa Artadi se encargó de trasladarle esta opinión al president ayer, horas antes del acto en el que amenazó con esa «crisis de Govern». El resto del ejecutivo apuesta ahora mismo por permitir la tramitación, con el objetivo de ganar tiempo para la negociación –antes de que acabe el mes de enero, el Gobierno y el Govern se comprometieron a reeditar la «minicumbre» que celebraron el pasado 20 de diciembre en el Palau de Pedralbes de Barcelona–. Torra, asimismo, también ha contado en las últimas horas con el respaldo público de Carles Puigdemont, quien desde Waterloo avisó a los partidos independentistas que no se dejen seducir por promesas económicas, como podría ser mayor inversión en infraestructuras.

La incógnita se sitúa en un PDeCAT dividido, aunque el independentismo de derechas tomará una decisión este fin de semana tras la reunión del PDeCAT con Puigdemont. Los partidarios de negociar son mayoría en el grupo y en el partido, pero la tensión se ha disparado. En este contexto, se está valorando la posibilidad de realizar una «perfomance» en el Congreso. Los diputados del PDeCAT presentarían una enmienda a la totalidad para «forzar a Sánchez a negociar y a tomar decisiones» en el debate parlamentario, aunque «se retiraría en el último momento». La propuesta, aún no está contemplada por ERC que prefiere abrirse a una negociación.