Congreso
ERC acerca posturas con el PSOE, mientras JxCat alarga la incertidumbre
Los republicanos dan por hecho que apoyarán al candidato socialista a presidir el Congreso tras la primera reunión presencial mantenida este jueves
«Hay acuerdo en que tiene que haber acuerdo»: esta es la idea que recorre las filas del PSOE con respecto a JxCat y, de momento, algunos de los negociadores aseguran que las negociaciones «van muy bien». No obstante, no dan más detalles: a la hora de hablar sobre los contenidos, hay un silencio absoluto y nadie dice nada. Ni en el PSOE ni en JxCat. Por tanto, la gran incógnita es saber qué alcance puede tener el acuerdo entre ambas formaciones ya que los socialistas rechazan rotundamente la amnistía y el referéndum, mientras que los posconvergentes exigen ambas cosas.
Lo que sí está claro es que PSOE y JxCat tienen un plazo máximo para alcanzar algún tipo de acuerdo: el jueves 17 de agosto. Ese día se constituyen las Cortes y está en juego la presidencia del Congreso y la mayoría en la Mesa. Ambas cosas son muy importantes porque la presidencia permitirá modular los tiempos a la hora de convocar el primer debate de investidura tras la ronda de consultas con el Rey (y eso, a su vez, activa la cuenta atrás para una repetición electoral) y la Mesa permite controlar la tramitación de las iniciativas legislativas (acelerarlas o frenarlas).
Mientras JxCat guarda silencio y el PSOE trata de atar su apoyo, Esquerra parece que pone las cosas más sencillas. Los republicanos dan por hecho que darán su apoyo al candidato del PSOE para presidir el Congreso de los Diputados, aunque también quieren lanzar advertencias a los socialistas para que no se relajen: la primera de todas es que quien negocia ahora es Teresa Jordà, un perfil mucho más duro que Gabriel Rufián. En este sentido, Jordà, la número dos del grupo parlamentario, ha afirmado este jueves que, ante el dilema de apoyar a un candidato del PP y a otro del PSOE, van a preferir «siempre» estar al lado del «supuesto progresismo español», lo que evidencia que se moverán a favor de los socialistas en la constitución de las Cortes.
No obstante, aunque tampoco ponen preferencias sobre los nombres que pone el PSOE encima de la mesa para presidir el Congreso (Félix Bolaños parece que gana enteros para ser el sucesor de Meritxell Batet, tal y como avanzó LA RAZÓN), sí que es cierto que apuestan por perfiles femeninos y con sensibilidad con Cataluña. De todas formas, en Esquerra son claros: no reconocen al Congreso como su parlamento y muestran cierta indiferencia ante el nombre del futuro presidente de la Cámara Baja.
Esquerra ha pasado de concentrar todas las miradas en el bloque de la izquierda a pasar a un segundo plano ya que ahora los focos se los lleva JxCat. En este sentido, una evidente señal de esto es que hasta este jueves no se había producido la primera reunión presencial entre ERC y PSOE. Jordà ha explicado que han mantenido contactos con los socialistas desde el 23 de julio, aunque han sido de carácter discreto y telefónico. La diputada republicana ha atribuido este escaso contacto entre ERC y el PSOE a que es agosto y «es complicado».
La reunión de este jueves, celebrada a mediodía, está relacionada con la Mesa y la investidura, aunque, de momento, Jordà ha dicho que solo se va a cerrar un acuerdo para la configuración del órgano rector del Congreso. «Tenemos una oportunidad de oro: son 14 diputados independentistas que tienen mucho que decir», ha afirmado la diputada republicana, tratando de apelar a JxCat para que vayan alineados en las negociaciones con el PSOE para la investidura de Pedro Sánchez.
Lo cierto es que ese alineamiento tampoco va a ser fácil y se puede atisbar en el horizonte un esquema parecido al del País Vasco, donde PNV y Bildu compiten por ser el centro de atención en Madrid mientras rivalizan por el gobierno vasco. JxCat y ERC podrían también ahora pasar a protagonizar una batalla en Madrid rumbo a las elecciones autonómicas de febrero de 2025, aunque se disputará bajo otras coordenadas porque el contexto es distinto: en este sentido, lo principal es que Puigdemont se pueda beneficiar de los acuerdos con el PSOE (mediante algún mecanismo jurídico) y pueda optar a la Generalitat en las próximas autonómicas.
Ahora mismo, JxCat está en horas bajas, aunque ha conseguido salvar las elecciones municipales y generales, mientras ERC se ha hundido. Esta circunstancia invita a pensar que JxCat va a tratar de rentabilizar la situación que tiene ahora para recuperar protagonismo tras haberlo perdido con la salida del Govern y con un Puigdemont cada vez más alejado del día a día político.
La incertidumbre, en todo caso, se va a alargar. Ni JxCat ni PSOE parecen dispuestos a desvelar nada hasta que haya acuerdo alguno: dirigentes de la formación posconvergente se limitan a decir que tienen plena confianza en los negociadores. Entre las cuestiones a negociar, JxCat va a intentar buscar un acuerdo político importante porque a nivel económico y social también puede explorarlo, pero no gobierna en Cataluña y eso puede conllevar más dificultades para rentabilizarlo ante el electorado independentista.
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