Podemos

Errejón afirma ahora que el referéndum no es una «línea roja» sino una «convicción»

La mano derecha de Iglesias, Íñigo Errejón, ayer, en «El objetivo» de La Sexta
La mano derecha de Iglesias, Íñigo Errejón, ayer, en «El objetivo» de La Sextalarazon

El secretario de Política de Podemos, Íñigo Errejón, admitió ayer por primera vez desde el 20 de diciembre que «no sería bueno que hubiera elecciones» pero que, en cualquier caso, en su partido «no les tienen miedo». Errejón, durante una entrevista en el programa «El objetivo» de La Sexta, reconoció en cualquier caso cierto «escepticismo» hacia la voluntad del PSOE de llegar a un acuerdo porque el pacto entre socialistas, PP y C’s para conformar la Mesa del Congreso supone «un primer ensayo de una gran coalición». Por ello, la mano de derecha de Iglesias dijo que «no le extrañaba mucho» que Sánchez se haya puesto en contacto con Rivera antes que con el líder de Podemos. En cuanto a la exigencia de un referéndum secesionista en Cataluña, Errejón confirmó el sutil cambio de retórica operado en Podemos en los últimos días, llegando incluso a reconocer que «no hay líneas rojas sino conviciones firmes» y que no renuncia a la posibilidad de que el PSOE, durante las negociaciones, les convenza de una solución mejor: «No me cierro a que nos hagan una propuesta mejor, pero por el momento creo que la nuestra es de sentido común». Fue significativo no obstante que cuando la entrevistadora, Ana Pastor, le pidió que concretara las propuestas que quisiera cerrar con el Partido Socialista en la mesa de negociaciones para conformar gobierno, Errejón enumeró cerrar las puertas giratorias, impedir los desahucios y derogar la reforma laboral, pero en ningún momento hizo referencia a la consulta secesionista que le exigen sus socios regionales.

En cuando a la evidente falta de formas que ha acompañado la oferta de apoyo a Sánchez, que ha sido calificada como «chantaje» por un portavoz socialista, Errejón pidio a la fuerza de centro izquierda «que baje el tono y que se defina». Segun el joven líder político, la oferta de Podemos es por el momento «la única que está encima de la mesa y que, en cualquier caso, el Gobierno que salga de ella deberá ser «proporcional y plural». Este extremo fue repetido en varias ocasiones por el dirigente de Podemos, que admitió que no tendría ningún problema en ser ministro «si me lo pide Pablo». Errejón prometió que cuando haya un acuerdo en negro sobre blanco con el PSOE será sometido al refrendo de las bases de su partido «como lo mandan nuestros estatutos». Además, restó importancia a las acusaciones de financiación ilegal desde Irán y dijo que «esas informaciones van encaminaas a asustar al PSOE para que no pacte con nosotros.

Podemos encara a partir de hoy una semana de alta tensión política en la que intentará ahondar en la división interna del PSOE. Sin embargo la estrategia cambiará de enfoque durante los próximos días: en vez de insisitir en la división entre el secretario general, Pedro Sánchez, y los barones del partido, Podemos pondrá el acento ahora entre la distancia que separa a las bases socialistas y «las élites» del PSOE. De esta manera el partido morado pretende dar voz y seguir atrayendo a electores tradicionales del PSOE de cara a unas nuevas elecciones generales que Podemos ve cada vez más cerca y en las que espera convertir en realidad la principal de sus aspiraciones: desbancar a los socialistas y convertirse en la fuerza de referencia de la izquierda. Sea como fuere, con su oferta por sorpresa al PSOE el pasado viernes, la maquinaria de comunicación de Pablo Igesias ha cambiado el juego completamente y ha logrado alejar del ojo público la deserción de los cuatro diputados de Compromís y la posición de Podemos demasiado indulgente con las exigencias separatistas de sus socios regionales.