Tribunales

Errejón y Mouliaá se llevan la contraria: del mensaje sexual al tonteo, del cóctel al café

Las contradicciones entre el relato del denunciado por agresión sexual y la denunciante: en sus versiones solo coincide el beso de ascensor

La mayoría de los extremos del relato que ofrecieron Íñigo Errejón y Elisa Mouliaá al juez no coinciden y se contradicen en cuanto a qué pasó la tarde-noche de 2021 que compartieron, y en la que se indaga en si el expolítico agredió sexualmente a la actriz.

Para empezar, dan versiones que no concuerdan de cómo empezó todo ese día. Errejón afirmó en su declaración que «no recuerda» que invitase a Mouliaá a la presentación de libro.

Ella sostiene que acudió al espacio Matadero de Madrid el 8 de octubre de aquel año. Tampoco cuándo y en qué términos comenzó su relación.

El que fuera portavoz de Sumar dice que se conocen desde dos años antes de la noche bajo el ojo de la Justicia, en 2019. Y ella afirma que fue solo un año, en 2020, cuando, en esto sí que se ponen de acuerdo, comienzan a intercambiar mensajes a través de Instagram.

Uno, el denunciado, define su contenido como «subidos de tono a nivel sexual» y los enmarca dentro de un «tonteo». Mientras que la denunciante negó en un primer momento al instructor que «hubiese tonteo», aunque después sí que reconoció cierto «flirteo» entre ambos, que por parte de ella se debía únicamente a «las ganas que tenía de conocerlo».

Mouliaá intentó dejar claro que, tras la presentación, se fue con Errejón con la intención de «conocerlo».

Sobre a dónde se dirigieron en un primer momento, tampoco contaron lo mismo al juez Adolfo Carretero.

El que fuera portavoz parlamentario de Sumar apuntó que a una «coctelería», y ella lo dejó en que a «cafetería». Errejón sostiene que se tomaron allí «dos cervezas» cada uno y la actriz afirmó que solo tomo «una» y que no recuerda qué ingirió él. Mouliaá no sintió ningún tipo de «conexión» con Errejón, y este lo que apreció en estos momentos iniciales que compartieron fue «tensión sexual».

Tras preguntar Mouliaá por teléfono a una amiga si Errejón podía acompañarle en la fiesta a la que iba, sobre esto dicen lo mismo, llegaron las tres normas que la actriz explicó que le había fijado para que cumpliese durante esa noche. Ella dice que al oírlas «no supo reaccionar» y, a partir de ahí, pasó a sentirse «violentada» por el exdiputado.

Él quitó hierro a estas normas, defendió que simplemente le pidió que no se separase mucho de su lado porque «no conocía a nadie» en la fiesta y que, en cualquier caso, fue en clave de «tonteo» lo de que no se alejase más de 20 metros.

Los dos cuentan lo mismo en cuanto a que el ascensor del edificio de la fiesta fue el lugar en el que primero se besaron. Admite el denunciado que fue él quien tomó la iniciativa y la actriz «le siguió». Mouliaá recuerda, según concretó, que le «metió la lengua hasta la campanilla» y que ella se apartó reprendiéndole por ir «muy rápido».

Errejón no la vio «muy borracha» y sí que «sabía perfectamente lo que hacía». La denunciante recuerda tener «lagunas» y estar «muy» ebria, hasta el punto de que «le daba vueltas todo».

El expolítico defendió que era «imposible» que, como dice ella, estuviese bailando con una amiga y él llegase para llevársela de forma violenta. En la habitación, donde ambos afirman que estuvieron, el supuesto agresor explica que no se sacó el miembro, lo que ella contradice, y lo limitó a unos «besos», entre los que Mouliaá le tocó «el pecho y el culo». «Yo no le toqué», declaró la mujer.

Errejón niega que le dijese que parase y defiende que «si se hubiera sentido incómoda, no se habría ido con él» después. Y ella replica que «forcejearon» en la cama y se fue «azuzada».

Sus versiones confluyen en que, a los 20 minutos de abandonar la habitación, se marcharon de la fiesta juntos y fueron a casa de Errejón, donde éste dice que solo hubo más besos y niega que ella le parase su intención de mantener relaciones con un «solo sí es sí». Siguieron hablando, dijeron los dos al juez, pero la actriz fecha el fin del contacto en 2022, y él, en 2023.