"Escape room" antiterrorista para concienciar a los más pequeños

La Asociación de Víctimas del Terrorismo, (AVT) lleva años trabajando en dar la batalla del relato. Frente a juegos proetarras, dibujos infantiles que enaltecen a presos en prisión, blanqueamientos de partidos que siguen sin condenar el terrorismo, tumbas de víctimas profanadas con pintadas y heces o payasos proetarras que reclaman los presos a la calle a modo de canción infantil; la AVT busca fórmulas para llegar a los más jóvenes y que conozcan quién fue Miguel Ángel Blanco, Ortega Lara o lo que ocurrió hace menos de veinte años.

Aunque ya llevan “muchos años” realizando charlas de concienciación, donde víctimas acuden a los colegios para evitar el olvido, desde el departamento de psicosocial de la asociación de víctimas se plantearon "dar una vuelta más" a esta idea y trabajar en la empatía, en la memoria, en la verdad, en la dignidad y la justicia empleando las nuevas aplicaciones para llegar a un público que ronda los 11-13 años. Para ello, han creado un videojuego en forma de “escape room” que han comenzado a implementar ya en al menos diez colegios de Málaga. Y es que, los videojuegos y todo lo relacionado con las nuevas tecnologías son el medio que más cala entre los jóvenes. Además, ya habían comprobado que éste era un formato que funcionaba ya que lo habían visto reflejado en otras asociaciones como las asociaciones de lucha contra el cáncer que, indican, tiene algo parecido. "Se nos ocurrió que podía ser una buena forma de poder llegar a estos jóvenes", apuntan desde la AVT. Y la acogida está siendo "buena".

En los datos preliminares, recogidos por un cuestionario que reparten al inicio de la hora que dura el "taller" con los más jóvenes a los que les presentan el videojuego y, tras cotejarlo con otro estudio que distribuyen al término de la actividad, han podido ver ya, en una pequeña muestra, de qué forma impacta en el conocimiento de los alumnos el "escape room antiterrorista. “Sí que hemos visto cambios en preguntas que hacen referencia a la Memoria donde los alumnos ya lo identifican como algo que algunos personas pretenden manipular y que, por tanto, "es importante que la verdad no sea distorsionada".

También, este juego ha cambiado la idea inicial que tenían los más pequeños, basada en que ellos no podían hacer nada para ayudar a las víctimas del terrorismo. Sin embargo; tras el juego, "muchos alumnos constatan que sí se puede hacer algo” lo que, evidencia que "este tipo de herramientas sirven”, indican desde la AVT.

Cuatro súper héroes y sus valores

El juego arranca con cuatro súper héroes: Verdad, Memoria, Dignidad y Justicia. Los alumnos tendrán que conseguir los cuatro valores que representa cada uno de ellos: la sabiduría, la empatía, la reflexión y los valores propios que hacen referencia a los nombres de los protagonistas. Con cada valor que logren obtienen una gema; en total tienen que obtener las cuatro joyas. Una vez que se va superando cada pantalla, se obtienen una de las gemas. Por ejemplo, según explican desde el departamento de psicosocial de la AVT, la gema de la sabiduría está asociada a la Memoria; la de la empatía, a las consecuencias del terrorismo; la reflexión, a conocer qué cosas podemos hacer para poder ayudar a las personas que han sufrido un atentado terrorista. “El juego termina cuando se consiguen las cuatro gemas”.

El "escape room" virtual trata así de "inculcar a los más jóvenes cómo detectar conductas violentas", porque, recuerdan, el terrorismo es una de ellas. “Gracias a este videojuego vamos un paso más allá y contribuímos a la sensibilización, a la solución de problemas que tienen distinta índole. Se llama “escape room” antiterrorismo donde tratamos de buscar un pensamiento crítico, y buscar soluciones.

Como el juego tiene diferentes pruebas se puede hacer bien por grupos, de manera que los jóvenes de primero de la ESO irán resolviendo pruebas relacionadas con el terrorismo, que serán "dinamizados", es decir; bajo la coordinación de un psicólogo. Eso sí, destacan que nunca se representan imágenes de atentados.

Por lo general, se hace con una sola pantalla para toda la clase y es el psicólogo quien va pasando dichas pantallas en función de que los alumnos vayan resolviendo las pruebas. En una de ellas, desde la AVT han incluido el testimonio de una víctima del terrorismo. “Lo hemos incorporado dentro del videojuego y con un lenguaje más adaptado”, explican.

También puede darse el caso de que los alumnos se estanquen en el videojuego y no logren avanzar en las pantallas. “En caso de que no se pase –las pantallas del escape room virtual-, se va explicando” para así generar el debate con el fin de que se pueda identificar al “villano” -la violencia, el terrorismo y quién la impulsa- y combatirlo que, en este caso, aparece en diferentes formas a lo largo del juego. Y es que también, con esta técnica, el personal docente desarrolla la capacidad de "comprender y detectar actos violentos. También calamos en los educadores que puedan estar presentes y en la manera de cómo trasladar esas dinámicas en el día a día”. El formato también está pensado para “ayudar a evitar ese extremismo violento y a que puedan intervenir o utilizar esos mecanismos pedagógicos” los profesores.

Las herramientas que impulsa el videojuego va desde actividades que promuevan la colaboración en equipo, impulsar un espíritu competitivo saludable para promover el diálogo y la comunicación a la detección de esas conductas violentas.

Tanto las charlas como esta experiencia virtual constituyen ahora una “prioridad” para la AVT que busca "una sociedad de futuro sana y democrática”.

Asimismo, desde la AVT destacan que siempre que una víctima ha ido a contar su vivencia se sorprenden de la empatía que muestran los alumnos cuando saben lo que les ha sucedido. “Para las víctimas es gratificante poder contar en primera persona su atentado, dar visibilidad a lo ocurrido porque tienen así la sensación de que todo lo que supuso no permanece en el olvido y, de alguna forma, dejamos un espacio para que, ya que en muchos libros de texto no se comenta, los niños vean que muchas de esas víctimas tenían incluso su edad”. Y es que, advierten de que “solo el escuchar el testimonio moviliza -a quien lo escucha- esos sentimientos de empatía que llega a transmitirse entre los compañeros y también en casa”.

Una forma más de educar en la empatía y evitar el olvido que algunos tratan de "blanquear".