Soberanía

España traslada su queja a Rabat por decir que Ceuta y Melilla son "ciudades marroquíes"

El Gobierno envía una queja formal a la embajada rechazando "categóricamente" las afirmaciones de Marruecos sobre las ciudades autónomas españolas

Varios migrantes esperan para pasar la frontera entre Ceuta y Marruecos
Varios migrantes esperan para pasar la frontera entre Ceuta y MarruecosBrais LorenzoAgencia EFE

El pasado mes de febrero, en el marco de la XII Reunión de Alto Nivel (RAN) entre España y Marruecos, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aseguró que Marruecos se había comprometido a evitar cualquier tipo de "ofensa" que afectase a la "soberanía" española, en relación básicamente a las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Sin embargo, no ha tardado mucho en incumplir esa promesa y la pasada semana ya se refirió a ambos enclaves como "ciudades marroquíes". Un gesto que ha llevado al Gobierno español a quejarse ante el Reino alauí.

En concreto, el Ejecutivo de Pedro Sánchez, a través del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, ha enviado una nota verbal a Marruecos para trasladar su queja por la carta en la que el afirmaba ante la Unión Europea que Ceuta y Melilla son ciudades marroquíes, tal y como confirman fuentes diplomáticas.

Una queja diplomática remitida a la embajada de Marruecos en nuestro país en la que se rechaza "categóricamente" los términos empleado por el Gobierno marroquí en su carta de protesta a la Comisión Europea por las reiteradas referencias a la "españolidad" de Ceuta y Melilla del vicepresidente responsable de Inmigración, Margaritis Schinas, quien en numerosas intervenciones ha insistido en que las fronteras de las dos ciudades autónomas están "internacionalmente reconocidas" y son frontera de la UE.

Nuevas relaciones

Fueron estas palabras reiteradas las que llevaron al país vecino a protestar ante la Comisión con un escrito en el que mostraba su malestar por las declaraciones sobre "las ciudades marroquíes de Ceuta y Melilla". Un texto que causó sorpresa en el Ejecutivo español, pues choca con ese compromiso marroquí de no atentar contra la soberanía española, en el marco de esas nuevas relaciones entre ambos países y la hoja de ruta pactada.

El acuerdo también certificaba que las nuevas relaciones estarían basadas en el "respeto mutuo, el cumplimiento de los acuerdos, la ausencia de acciones unilaterales y la transparencia y comunicación permanente", informa Efe. Y ambos países se comprometían "con la plena normalización de la circulación de personas y mercancías de manera ordenada" y a que el restablecimiento del tránsito incluiría "los dispositivos apropiados de control aduanero y de personas a nivel terrestre y marítimo". Algo que, al mismo tiempo, implicaba la apertura de fronteras y aduanas en Ceuta y Melilla, aún pendiente.