Sistemas
España, a la vanguardia europea en la creación de unidades policiales de drones
Los sistemas aéreos no tripulados y las soluciones antidrón se han convertido en medios clave para la lucha contra el crimen
Drones para el control del tráfico, drones salvavidas, de vigilancia de fronteras, de control de aforos, antincendios… para el ámbito naval, submarino, aéreo, terrestre… Los drones son una herramienta muy potente y el límite en su uso es aún desconocido, tanto para bien, como para mal. Igual que estos aparatos ayudan a nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y equipos de Protección Civil a cuidar de la ciudadanía, los crímenes y delitos en los que los drones tienen un papel protagonista también son una realizad, cada día más común. Ante este panorama, la Guardia Civil, la Policía Nacional y las Policías Local y Autonómica se han dotado de los recursos necesarios para frenarlos, añadiendo a sus flotas nuevas aeronaves no tripuladas y sistemas antidrón, en un mapa que se extiende a lo largo y ancho de España.
Levante, por ejemplo, posee todo un corredor dotado con multirrotores cuya misión es detectar y rescatar personas ahogadas. Policías como la de Benidorm disponen de unidades móviles para desplegar sus medios aéreos e intervenir rápidamente en todo el territorio que tiene asignado. Si hablamos de la Guardia Civil, Barcelona es uno de los puntos de más importantes en control aeroportuario, mientras que la Policía Municipal de Madrid es la referente en el control del tráfico rodado y las grandes aglomeraciones. Si pasamos a la Policía Nacional, los sistemas antidrón de inhibición son las estrellas indiscutibles en todas las capitales. El mapa es amplio y los sistemas que componen el arsenal son variados, destacando desde pequeños drones chinos de menos de 250 gramos para sancionar los excesos de velocidad en la capital, hasta sistemas Predator de dos toneladas y veinte metros de envergadura en el Estrecho para el control de fronteras.
A pesar de que en España las cuantías de la multa por utilizar estos aparatos en zonas prohibidas o de forma indebida varían entre los 90.000 y los 225.000 euros, las actividades ilícitas siguen siendo una importante amenaza. Esto está directamente relacionado con el significativo aumento del tráfico no tripulado en nuestro espacio aéreo, hecho que los delincuentes parecen estar aprovechando para camuflar sus actos y pasar desapercibidos. Como dato ilustrativo, tan solo en 2023 la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) emitió un total de 182.000 certificados para el vuelo de drones, 51.000 más que en el año 2022. Teniendo en cuenta la elevada cifra de operaciones legítimas, no es difícil imaginarse la cantidad de delitos y violaciones de la legislación que se llevan a cabo cada día, poniendo en peligro la estabilidad de la sociedad.
Seguridad ciudadana
La proliferación de estas malas prácticas no solo afecta a los pilotos y operadores profesionales, que se ven obligados a cumplir cada vez con requisitos más complejos que dificultan el desarrollo de su trabajo, sino que representa también una importante amenaza para la seguridad ciudadana y afecta gravemente a la aviación convencional, pudiendo llegar a causar grandes catástrofes aéreas que se cobren la vida de los pasajeros y la tripulación de las aeronaves. Por este motivo, la aparición de unidades policiales especializadas en el uso de drones y en el control exhaustivo del espacio aéreo representa un importante avance y demuestra el compromiso de España con la integración segura de los vehículos no tripulados y sistemas autónomos.
Equipos Pegaso, la “policía del aire” de la Guardia Civil
En el año 2016, la Guardia Civil creó las unidades de Policía Especialista en Gestión Aeronáutica y de Seguridad Operacional, más conocidas como equipos Pegaso, cuyo objetivo principal es el control integral de la aviación general y de los sistemas de aeronaves pilotadas por control remoto o RPAS. Esta iniciativa pionera, que sigue las recomendaciones marco de la Interpol para las actuaciones e incidentes con drones, posiciona a la Benemérita como un importante referente a nivel europeo y, desde su entrada en servicio, ha atraído el interés de reconocidos organismos internacionales.
En la actualidad, los equipos Pegaso están constituidos por más de 200 agentes, formados en colaboración con la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), Enaire -que es la entidad pública encargada de la gestión de la navegación aérea en España- y la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (Ciaiac). A diario, las distintas unidades controlan los aeropuertos, aeródromos, campos de vuelo y pistas de emergencia de todo el territorio nacional, velando por la seguridad de los usuarios del espacio aéreo y afrontando los retos existentes en materia de prevención y respuesta a emergencias.
Además, los agentes llevan a cabo inspecciones de instalaciones relacionadas con la aviación convencional; imparten actividades de formación y orientación para pilotos de aeronaves ligeras y sistemas no tripulados; investigan infracciones y delitos cometidos en estos ámbitos; y apoyan a la Policía Judicial en la investigación de accidentes aéreos.
Para hacer frente a posibles actividades ilícitas, derivadas del incremento del uso de drones, tanto a nivel profesional, como recreativo, los equipos Pegaso disponen de distintos medios, entre los que destacan, sobre todo, el Sistema Global Contra Dron (Siglo-CD) de la Secretaría de Estado de Seguridad y los fusiles de inhibición antidrón desarrollados por la compañía española SDLE.
Desde su creación, estos equipos de la Guardia Civil ya han demostrado en varias ocasiones sus capacidades para la neutralización de amenazas. Una de sus actuaciones más destacadas tuvo lugar el 4 de febrero de 2020, cuando un dron no identificado irrumpió en el aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas, obligando a cerrar el espacio aéreo colindante durante más de dos horas. En cuanto se detectó la aeronave, los indicativos destinados en la base permanente del aeroparque fueron desplegados de inmediato con el objetivo de localizar al piloto, evitar accidentes e iniciar la investigación pertinente.
La Sección de Apoyo Aéreo al servicio de Madrid
Desde diciembre de 2020, la Policía Municipal de Madrid cuenta con la denominada Sección de Apoyo Aéreo, que se encuentra en la Comisaría Técnica de Seguridad, la cual depende de la Comisaría General de Seguridad Corporativa. Esta unidad colabora con las diferentes comisarías e indicativos que operan en la capital, así como con los servicios del Área de Portavoz, Seguridad y Emergencias, el Cuerpo de Bomberos, el Samur, Protección Civil y las distintas áreas del Ayuntamiento y otras administraciones públicas que requieran soporte aéreo.
Las principales labores de la Sección son el control de aforo en grandes eventos; la vigilancia de parques, ríos y otras zonas de difícil acceso, el apoyo a los operativos desplegados en conciertos, festivales y eventos deportivos; la recogida de datos para atestados e informes policiales; y el traslado de mensajes a los ciudadanos mediante la megafonía integrada en la aeronave. Además, al igual que los equipos Pegaso de la Guardia Civil, la Unidad de Drones de la Policía Municipal de Madrid también colabora con la Policía Judicial, ayudando a la reconstrucción de siniestros viales y laborales.
Los agentes tienen a su disposición más de 20 aeronaves, con distintas capacidades y con pesos comprendidos entre los 250 gramos y los 25 kilogramos. La flota de drones policiales está compuesta, principalmente, por modelos de las gamas Mavic y Matrice de la compañía china DJI y por unidades desarrolladas por otras firmas aeronáuticas como Flyability, Quaternum o GDU. Asimismo, la Unidad de la capital cuenta con distintas cargas de pago, utilizadas por los pilotos en función de la misión, como, por ejemplo, cámaras de espectro visible; cámaras infrarrojas y de visión nocturna; focos de luz de alta intensidad; sensores de fotogrametría y topografía; y módulos con inteligencia artificial (IA) integrada para tareas de reconocimiento facial y lectura de placas de matrícula.
Cada año, los pilotos que integran la Sección de Apoyo Aéreo de la Policía Municipal de Madrid -24 en total a principios de 2023- realizan más de un millar de vuelos y coordinaciones con los gestores del tráfico aéreo, ofreciendo una cobertura cercana e integral en los puntos más críticos de la ciudad y acelerando los tiempos de respuesta de los servicios de emergencias de la capital.
El “megadron” del Cuerpo Nacional de Policía
Hace más de ocho décadas, en el año 1935, la Dirección General de Seguridad compró dos aviones ligeros de origen polaco para que el Cuerpo de Investigación y Vigilancia los utilizase en sus misiones. Cuarenta años más tarde, en 1975, los medios aéreos en la Policía comienzan a ganar importancia, coincidiendo con la formación de los primeros agentes como pilotos de helicópteros y la adquisición de nuevas aeronaves de ala rotatoria. Comprobada la eficacia de estos medios y las ventajas que aporta su empleo en el ámbito policial, en el año 1979, a través de una Orden Ministerial, nace la Sección de Helicópteros. Este es el germen de lo que a día de hoy se conoce como el Servicio de Medios Aéreos (SMA) de la Policía Nacional (CNP), una unidad cuya misión principal es ofrecer apoyo operativo al resto de equipos del Cuerpo y participar en misiones humanitarias y de auxilio a los ciudadanos en todo el territorio español.
El SMA es un grupo multidisciplinar, formado por pilotos, técnicos de mantenimiento y operadores de sistemas. Los pilotos, seleccionados entre los funcionarios de las distintas escalas y categorías del CNP, realizan su adiestramiento en la escuela propia del servicio, autorizada y regulada por la Dirección General de Aviación Civil (DGAC). Los técnicos pertenecen a las escalas de Subinspección y Básica y son seleccionados en base a unas pruebas internas y un curso realizado ante la DGAC. Los operadores son funcionarios de la escala Básica y deben realizar un curso en función del sistema en el que se quieran especializar.
En cuanto a su flota, la unidad dispone de distintos aviones utilitarios como, por ejemplo, un Cessna Citation II; así como de más de 25 helicópteros de transporte y entrenamiento, entre los que destaca el conocido Eurocopter EC135. No obstante, la aeronave que más atrae la atención de agentes y ciudadanos es el EHang EH216, un vehículo aéreo autónomo de 600 kilogramos para el transporte de personas y carga, bautizado por el cuerpo como “el megadrón”.
Este taxi aéreo es una de las incorporaciones más recientes a la flota del Servicio de Medios Aéreos que, desde los ámbitos de la investigación, el desarrollo y la innovación está llevando a cabo diferentes estudios para la utilización del vehículo en misiones de emergencia y seguridad, tales como el acceso a zonas contaminadas por agentes NRBQ -nucleares, radiológicos, biológicos y químicos- o el acceso aéreo a espacios reducidos donde otras aeronaves no pueden operar.
Dentro de sus esfuerzos en materia de I+D+i en el ámbito aéreo, la Policía Nacional ha conducido distintas campañas de pruebas con el EH216. La más destacada tuvo lugar en septiembre de 2022, cuando los pilotos del SM completaron con éxito el primer despliegue de la aeronave experimental en el espacio aéreo español y el primer vuelo de un sistema de estas características realizado en Europa por un cuerpo policial.
Benidorm, ciudad pionera en el uso de drones policiales
No se puede hablar de unidades policiales que utilizan sistemas aéreos no tripulados en su día a día sin hacer especial mención a la Policía Local de Benidorm que, en julio de 2016, se convirtió en el primer Cuerpo Local en España en establecerse como operador de drones habilitado y certificado. La apuesta del municipio alicantino por esta tecnología en el ámbito de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado sentó importantes precedentes y dio lugar a un modelo de adaptación que ha sido replicado por Policías Locales de todo el país.
La Unidad Aérea de la Policía Local de Benidorm no solo es pionera en el uso de drones para sus operaciones cotidianas, sino que, además, colabora activamente en distintos proyectos europeos e internacionales para el desarrollo de la industria, la integración segura de nuevas aeronaves en los espacios aéreos y la proliferación de la movilidad aérea avanzada (AAM) y la movilidad aérea urbana (UAM), dos conceptos esenciales para el futuro del transporte aéreo.
En diciembre de 2023, los pilotos y expertos del Cuerpo han participado en el primer vuelo simultáneo y masivo de drones a nivel europeo, enmarcado dentro del denominado U-Elcome. El objetivo de esta iniciativa es integrar y validar en distintos territorios los servicios U-Space, que han sido diseñados para permitir el acceso seguro, eficiente y asequible al espacio aéreo de operaciones con UAS (Unmanned AerialSystems) numerosas o complejas, sobre la base de desarrollos técnicos con un alto nivel de digitalización y automatización.
Anteriormente, la Unidad de Drones también participó como soporte en la campaña de pruebas de vuelo de Sonora, otro proyecto enmarcado dentro del U-Space, desarrollado por la Agencia Europea para el Programa Espacial (Euspa) y financiado con Fondos de la Unión Europea, cuyo fin es probar los servicios del Sistema Europeo Global de Navegación por Satélite (Egnss por sus siglas en inglés) en entornos urbanos.
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