
Juicio
"Estaba tranquilo mirando cómo el padre se desangraba. Estaba gozando"
Los agentes ratifican la "radicalización exprés" del supuesto yihadista que asesinó al sacristán de Algeciras a machetazos

En la segunda jornada del juicio a Yassine Kanjaa, asesino confeso del sacristán de la iglesia de Nuestra Señora de la Palma (Algeciras) Diego Valencia el 25 de enero de 2023 se he escuchado el testimonio de más testigos presenciales de los ataques con machete del joven marroquí, que también hirió de gravedad a un sacerdote de otro templo y golpeó a un estudiante compatriota a quien reprochó que actuase "en contra de su religión". Además, ante el tribunal también han comparecido varios agentes que acudieron al lugar de los hechos y que asumieron la investigación y han dado cuenta del proceso de radicalización "exprés" que experimentó el acusado -para quien la Fiscalía pide 50 años de prisión por asesinato terrorista- en los meses anteriores del atentado, multiplicando el contenido de publicaciones de contenido yihadista en redes sociales.
En la sala se ha reproducido el testimonio ante la Policía de Inmaculada, la sacristana de la iglesia de San Isidro, ya fallecida, que se enfrentó al agresor antes de que este hiriera de gravedad al entonces párroco del templo, el padre Antonio.
Según relató a los agentes, cuando como todos los días abrió las puertas del templo por la tarde vio "una sombra detrás". "Era un moro y venía con su hábito". "Le pregunté qué quería. Empezó a insultar a la Virgen, le dije que me respetara como le respetaba yo a él", recordó entonces en su declaración policial. Después de que aporreara el libro de las lecturas y sacara el Corán, y como persistía en su actitud, le pidió que abandonara la iglesia mientras gritaba: "El mundo se va a acabar". "Conseguí echarlo y se puso a chillar, pero lo tomamos como una anécdota", explicó.
"Yo me salvé porque me fui a tomar un café. Si no, no sé que me hubiera pasado", contó. Porque cuando regresó a la iglesia empezó a escuchar "chillidos" y gritos de "al cura lo han matado, lo han matado".
"Lo que he vivido, ni en las películas"
Vio a la misma persona, "Le vi con cara de satisfacción. Estaba tranquilo mirando cómo el padre se desangraba. Es que lo vi, que estaba gozando, como diciendo lo bien que lo he hecho, con la catana". A su lado, la imagen del párroco que aún tiene grabada en la memoria: "Vi al padre que se estaba desangrando con un cochino".
"Lo que he vivido, ni en las películas se lo prometo. Yo ni duermo", contó nerviosa a la Policía antes de añadir que llegó a pensar: "Me podía haber pasado algo a mí".
También se escuchó la declaración gabada de Ahmed, un estudiante marroquí a quien agredió Yassin Kanjaa cerca de la Plaza Alta cuando se dirigía a clase. "Me atacó por detrás y me golpeó con la mano en la cara", rompiéndole las gafas, ha recordado. "Me dijo en árabe que estaba trabajando en contra de mi religión, con la mafia". Tras el incidente, el joven intentó grabar a su agresor en unas imágenes fugaces que se han exhibido en el juicio (ve vídeo adjunto).
A preguntas de la teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Marta Durántez, la víctima explicó que recibió golpes del agresor "continuamente con el puño" y que le dio tiempo a ver que "llevaba un machete dentro de la chilaba", aunque no lo utilizó contra él.
"Cara de satisfacción"
Un policía local también ha corroborado que cuando fue detenido tenía "cara de satisfacción". Otro agente que participó en su arresto ha recordado que Yassine Kanjaa "estaba de rodillas mirando hacia Gibraltar y con las manos en alto, haciendo aspavientos, en actitud de rezo". "Cuando se resistió, ¿les llegó a dar patadas?", ha preguntado el abogado de Adive (Asociación Defensa Integral Víctimas Especializada) Jorge Piedrafita -una de las acusaciones populares junto a AVT, Dignidad y Justicia, Arzobispado de Algeciras, Abogados Cristianos, Vox y Asociacion 11-M Afectados del Terrorismo-. "No pudo, porque le inmovilizamos muy rápido", ha aclarado el testigo.
Avisó a su madre de que iba a "hacer algo"
En cuanto a su proceso de radicalización, la agente responsable de varios informes clave ha referido que desde el 7 de enero de 2023 hasta que se produjo el ataque, apenas tres semanas después, Kanjaa multiplicó la publicación de contenidos religiosos (hasta 70), "algunos alentando a la yihad, algunos contra occidente" que se publican con el objetivo de "defender la actuación de organizaciones terroristas".
Hasta el punto de que su madre, ha hecho hincapié, estaba "preocupada por la actitud que está adoptando Yassine en los últimos meses" puesto que "le va anunciando que va a hacer algo", ante lo que ella "su inquietud".
"Fue un proceso de radicalización exprés", ha asegurado. "Fue en el último mes y medio o dos cuando cambió. Antes fumaba, salía, bebía y de repente dejó de hacerlo y se produjo el cambio, y su única preocupación era que había que rezar". Coincidiendo con ese cambio drástico de hábitos, sus publicaciónes fueron difundiendo en ese tiempo "los valores que tanto proclaman las organizaciones terroristas en un mes y medio o dos". Y ha recordado que según dijo a la Policía él negó pertenecer "a ninguna organización, pero se considera un muyahidín".
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