«Estamos dispuestos a denunciar a quien vaya contra nuestro dolor»

Sentimientos parecidos, aunque con matices, entre las víctimas del terrorismo respecto a las declaraciones de Pablo Iglesias sobre el sufrimiento de los presos de ETA y sus familias por la dispersión. «Indignación» y «humillación» son las palabras que más repiten a la hora de valorar las palabras del líder de Podemos, a quien algunas asociaciones estudian denunciar si se confirma que ha podido incurrir en un delito de humillación o menosprecio a las víctimas.

«Lo primero, que antes de hablar de terrorismo o de las víctimas se lave la boca con lejía», aseguraba tajante José Vargas, presidente de la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas (Acvot). Según dijo, «se preocupa más de los asesinos y sus familias que de los asesinados. Es un impresentable».

Por ello, tal y como confirmó a este periódico, ha puesto el asunto en manos de sus abogados para estudiar la posibilidad de interponer una denuncia por un delito de humillación. Aunque Vargas lo tiene claro: «Es humillación y menosprecio hacia las víctimas».

En la misma línea se pronunció Ángeles Pedraza, presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), quien destacó que «es una tragedia que representantes políticos puedan pensar así». «Es lamentable –dijo– que se acuerden de los presos, que no son políticos sino asesinos, y no de las víctimas». Así que, confirmó también que los abogados de la asociación están estudiando la existencia de ese posible delito de humillación: «Estamos pendientes por si hubiera algo y desde luego que estamos dispuestos a denunciar a cualquiera que pueda ir en contra de las víctimas y cometa enaltecimiento del terrorismo», destacó.

Otros representantes de las víctimas, como Daniel Portero, presidente de Dignidad y Justicia, asegura que, de momento, prefiere «pasar página» y no seguir el juego a Iglesias, de quien dice que «su posicionamiento está claramente definido a favor de los presos y de sus familiares». Eso sí, aunque por ahora no se plantean acusarle de nada, sí que tiene claro que, cuando tenga la oportunidad, «se lo voy a recordar».

Mientras, Consuelo Ordóñez, presidenta de Covite, el colectivo de víctimas del terrorismo del País Vasco, prefiere no entrar a valorar la posible relevancia penal de las palabras de Iglesias. «No le vamos a hacer la campaña», asegura. «No ofende quien quiere, sino quien puede», añade.

Eso sí, achaca a los dirigentes de Podemos su desconocimiento. «Están sumidos en la ignorancia más absoluta en esta cuestión. Si un terrorista cumple condena lejos de su hogar es porque prefiere seguir obedeciendo a ETA. Es ETA la que impone la dispersión», recalca. «Se les exige muy poquito: que se desvinculen de ETA, que pidan perdón y que colaboren con la Justicia, aunque esto último no se cumple», se queja. De hecho, recuerda, «el asesino de mi hermano, Valentín Lasarte, está en la calle tras 17 años por siete asesinatos y no colabora con la Justicia».