«Estamos entrenando con el Estado Islámico»

«¿Estáis entrenando?». «Sí». «¿Con quién estáis?». «Con el Estado, Estado Islámico». Los interlocutores de esta llamada telefónica de Siria a España interceptada por la Policía el 9 de junio de 2013 son Mohamed Abdeselam Mohamed, alias «Pizza», fallecido al inmolarse en un atentado suicida, y Tarik Mustafa Hamed, «Conejo», uno de los once acusados de integrar una célula española del Estado Islámico encargada de nutrir de combatientes al grupo terrorista, y a quienes la Audiencia Nacional juzga desde el pasado 25 de marzo.

Tarik Mustafa era, según la Fiscalía, el «contacto» entre los yihadistas que se desplazaban a Siria desde España y la organización terrorista. En su escrito de acusación, el fiscal Vicente González Mota asegura que el procesado se encargaba además de comunicarse con las familias de los muyahidines.

La transcripción de las conversaciones, a las que ha tenido acceso LA RAZÓN, dejan constancia de la llamada efectuada a Tarik desde Siria por Abdelwahed (sic), según la Fiscalía el también procesado Abdeluahid Sadik Mohamed, «Pinchito», quien partió hacia Siria el 29 de abril de 2013 (según él, sólo pretendía hacer «turismo» en Estambul) y regresó ocho meses después, tras recibir entrenamiento en un campo de adiestramiento de Jabhat al Nusrah (JaN). «Pizza» viajó un mes más tarde, el 31 de mayo, junto con otros tres ceutíes que también fallecieron en atentados suicidas.

«¿Sabes quién soy yo?», le pregunta Abdeluahid antes de pasarle el teléfono a «Pizza», con el que en el juicio reconoció haber coincidido en el campo de entrenamiento sirio de Atarib. «Un chaval de Ceuta, el hermano de... (ininteligible)», le refiere.

Con «Pizza» ya al aparato («soy tu vecino, el que le falta un diente, el hermano de Elías. “Pizza”, soy “Pizza”», le saca de dudas), Tarik le pregunta por Nordin Abderrayat, el menor de edad que se había desplazó a Siria dos meses antes, el 25 de marzo de 2013, y a quien se dio por muerto. «Me llamó un individuo y me comentó que Nurdin ha fallecido, ¿es verdad?», le pregunta Tarik Mustafa. «Fue un error, hermano». «¿Está vivo?», se asegura. «Claro», responde «Pizza».

Tarik Mustafa se interesa por otros ceutíes que se han trasladado a Siria a hacer la yihad. «Los chicos, Hamza y Yunes. ¿Todos están bien?» (Hamza Mohamed y Yunes Ahmed Mohamed, dos de los compañeros de viaje de «Pizza» y, como él, muertos en atentados suicidas). «Está contigo Azdin, el hermano de Castillejos», pregunta también.

Tarik Mustafa quiere saber si es verdad lo que ha oído decir a sus familiares en Ceuta, que «quieres regresar pero no puedes porque os rompen los pasaportes y que pasáis hambre». «No hay nada de eso», contesta «Pizza». «Nos quieren asustar para que los hermanos no se muevan», le replica Tarik. «Si pasa algo, llama», le conmina, antes de que de nuevo coja el teléfono Abdeluahid y le advierta: «No comentes a nadie que te hemos llamado». En el juicio, Tarik Mustafa admitió la llamada de «Pizza», y la justificó en que era «muy amigo» suyo.

En la sesión del juicio de hoy, los peritos del servicio de información de Policía y Guardia Civil declararán, entre otras cosas, sobre una proclama yihadista del 12 de junio de 2012, «la yihad rinde tributo a los mártires españoles del Magreb» (en referencia a los ceutíes inmolados en acciones suicidas en Siria e Irak). En el mismo, se insta a recuperar Ceuta y Melilla «con la espada del islam». «Que no se olviden que lo mismo que han encontrado contactos para viajar a Siria a inmolarse también pueden hacerlo en Valencia, Granada, Córdoba o Sevilla», advierten.

«Nos quieres asustar para que los hermanos no se muevan»

«Pizza» (P): Soy tu vecino, el que le falta un diente.

Tarik Mustafa (T. M.): ¿Qué?

P: El que le falta un diente, el hermano de Elías. Pizza, soy Pizza.

T. M.: ¿Qué tal las cosas allí, bien, dónde estáis?

P: Estamos en Alepo.

T. M.: Ayer me llamó un individuo y me comentó que Nurdin ha fallecido, ¿es verdad?

P: Fue un error hermano. (...)

T. M.: Han hecho comentarios sobre vosotros.

P: ¿Qué dijeron?

T. M.: Que estás en paro, que quieres regresar pero no puedes porque os rompen los pasaportes y que pasáis hambre.

P: Júralo.

T. M.: Sí, comentan que deseas que te detengan en Málaga (...) Nos quieres asustar para que los hermanos no se muevan.

P: No hay nada de eso. (...)

T. M.: ¿Está contigo el hermano de Castillejos?, es un Muwaed musulmán

P: No, estamos entrenando.

T. M.: ¿Estáis entrenando?

P: Sí.

T. M.: ¿Con los hermanos de Yabhat Al Nusrah?

P: No, Yabhat Al Nusrah ya no está con Al-Bay’a (con los que ha jurado fidelidad).

T. M.: ¿Con quién estáis?

P: Con el Estado, Estado Islámico.

T. M.: Los chicos, Hamza y Yunes, ¿todos están bien?

P: Todos están bien, gracias a Dios. Cuídate y piensa en venir si Dios quiere.

T. M.: Si Dios quiere, pedir a Dios por nosotros. (...) Si pasa algo, llama, que no se te olvide el número.

El fiscal pide que ocho acusados sigan en prisión

La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha pedido que se prorrogue la estancia en prisión de ocho de los once acusados que están a punto de cumplir dos años en la cárcel: Karin Abdeselam Mohamed, «Marquitos»; Abdelkrim Chaib Abdelaziz, «Chatarra»; Mohamed Heyouf Mohamed, «Aiuf»; Nordin Ahmed Aabdel Lah, Tarik Mustafa Hamed, «Conejo»; Rochdi Abdeselam Abdel, «Tuita»; Abdesamij Laiachi Abdeselam y Abdelah Abdeselam Ahmd, «El Cojo». Todos ellos fueron detenidos el 23 de junio de 2013 e ingresaron en prisión al día siguiente, por lo que dentro de unos días deberían quedar en libertad si la Fiscalía no hubiese instado la prórroga de prisión. El tribunal tomará una decisión en una vistilla convocada mañana mismo en la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares.