«Estamos trabajando y dialogando con la Generalitat»

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, confirmó ayer que el Ejecutivo está trabajando para reforzar el diálogo institucional con la Generalitat.

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, confirmó ayer que el Ejecutivo está trabajando para reforzar el diálogo institucional con la Generalitat. Sáenz de Santamaría medió hace una semana con el presidente de la Generalitat, Artur Mas, después de los últimos desplantes escenificados por este último. Y los contactos a través de dirigentes moderados de Unió Democrática de Cataluña (UDC), como el portavoz parlamentario, Josep Antoni Duran Lleida, también se han reforzado en las últimas semanas. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, participa directamente en esta estrategia de recomponer algunos de los puentes dinamitados desde CiU.

«Estamos trabajando y dialogando con la Generalitat catalana», explicó la vicepresidenta. Uno de sus principales interlocutores en la sombra es la vicepresidenta de la Generalitat, Joana Ortega. Sáenz de Santamaría no concretó en qué cuestiones están centrando ese diálogo ni sobre los puntos en los que están consiguiendo aproximaciones. Sólo se limitó a indicar que los acuerdos tienen que estar dentro del marco de la Ley.

Aunque en el discurso político la Generalitat esté colocando los focos sobre todo en la cuestión soberanista, en la trastienda, la prioridad y principal preocupación del Gobierno de Artur Mas es la gravísima situación económica de Cataluña y la necesidad de seguir parcheando la quiebra. En suma, la ayuda económica y financiera por parte del Estado central.

Sáenz de Santamaría insistió en la importancia de favorecer un clima de diálogo con todas las comunidades autónomas, también con Cataluña, dentro del marco que impone el cumplimiento de la ley.

«Son muchos los temas que nos afectan y el Gobierno ha dado muestras de lealtad institucional en reiteradas ocasiones ante los problemas de la Generalitat y de otras Administraciones», sentenció. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros la vicepresidenta alimentó la disposición del Gobierno a dialogar y a negociar con la Generalitat de Cataluña, siempre con el añadido de que «dentro de la Ley y de la Constitución». El diálogo «está echando a andar», y esto implica, según reconoció, que distintos miembros del Gobierno mantienen reuniones con representantes de la Generalitat. Tampoco en este punto dio más detalles, aunque se le preguntó expresamente por la posibilidad de una nueva entrevista de Rajoy con el presidente de la Generalitat. No la negó.

La vicepresidenta admitió también que el Ejecutivo tiene canales de diálogo con el PSOE en lo que afecta a asuntos de Estado, como el catalán. Ayer no quiso hacer sangre con la crisis entre el PSOE y el PSC, como tampoco quiso valorar las declaraciones de Miquel Roca, uno de los «padres» de la Constitución, en las que se pronuncia a favor de que Cataluña sea reconocida como una nación. Sólo se limitó a indicar, en nombre del Gobierno, que confía en el entendimiento con los socialistas en relación a Cataluña y frente al desafío independentista, para lo que demandó claridad y unidad de criterio.

«Es importante entendernos con el principal partido de la oposición en este punto. Y me gustaría que dentro del partido pudieran llegar al nivel de acuerdo que nos facilite una posición de diálogo coordinada», sentenció, en alusión a las diferencias internas entre Ferraz y el PSC respecto, por ejemplo, al derecho de autodeterminación. En cuanto al alcance de su diálogo con la Generalitat, precisó: «Estamos en el plano de saber que hay que encontrar cauces para dialogar y para conocer posiciones. No anticipemos acontecimientos». Con una puntualización sobre la consulta en Cataluña, la de que el Gobierno no puede hacer nada que no le permita la Constitución y las leyes.

En otro orden de cosas, Sáenz de Santamaría pidió prudencia ante las informaciones sobre los supuestos espionajes de EE UU. El Gobierno se remite a la comparecencia del diretor de CNI en el Congreso la próxima semana para explicar su relación con los servicios de inteligencia americanos.