Tribunales

Estrasburgo otorga impunidad a quemar imágenes del Rey

Sostiene que se enmarca en la libertad de expresión, en la «crítica política» y a la Monarquía

Enric Stern (izda) y Jaume Rorua, condenados por un delito de injurias graves a la Corona
Enric Stern (izda) y Jaume Rorua, condenados por un delito de injurias graves a la Coronalarazon

Sostiene que se enmarca en la libertad de expresión, en la «crítica política» y a la Monarquía.

Quemar fotos de los Reyes boca abajo se enmarca dentro del derecho a libertad de expresión y hay que entender ese acto como una mera crítica política, no personal, de la Monarquía en general y de España, en particular. Así lo sostienen los siete jueces del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, entre los que se encontraba el español Luis López Guerra, que han condenado a España a indemnizar con 11.700 euros a Enric Stern y a Jaume Roura, a quienes la Audiencia Nacional impuso 15 meses de prisión por injurias a la Corona, pena que fue conmutada por una multa de 2.700 euros a cada uno de ellos. Los hechos sucedieron en septiembre de 2007, durante una visita oficial del Rey a Gerona, cuando Stern y Roura, en el transcurso de una manifestación quemaron una foto de los monarcas de amplias dimensiones, en la que aparecían boca abajo.

La condena de la Audiencia Nacional fue confirmada tanto por el Tribunal Supremo como por el Tribunal Constitucional. Ahora, el Tribunal de Estrasburgo considera que los hechos origen de toda esta causa se enmarcan en el libre ejercicio de la libertad de expresión. En ese sentido, sostiene la sentencia que el «acto escenificado» por el que fueron condenados formaba parte de un debate sobre temas de interés general y de España, como nación, en particular, «como son los de la independencia de Cataluña, la estructura monárquica del Estado», y, en ese contexto, se entiende que quemar una foto del Rey es «una crítica» al Monarca «como símbolo de la nación española».

En cambio, afirma al respeto la resolución del TEDH, no supone «un ataque personal al Rey de España con el fin de insultar o denigrar su persona, sino una denuncia de lo que representa el Rey como Jefe y símbolo del Estado», por lo que hay que hay que tender que forma parte de «la esfera de la crítica política o de la disidencia, y se corresponde con la expresión del rechazo de la Monarquía como institución». Por ello, entiende que imponer una pena de cárcel por esos hechos «no es proporcionada» en una sociedad democrática.

Relacionado con lo anterior, la resolución del tribunal europeo sostiene que haber quemado la fotografía de los Reyes boca abajo y quemarla es una expresión de «rechazo u oposición radical» al Rey, como jefe del Estado. Por ello, formaría parte de una expresión de «una crítica de naturaleza política», y que el hecho de que la fotografía fuese de grandes dimensiones tenía como justificación asegurar la visibilidad del hecho.

De esta forma, el acto de los condenados, sostiene Estrasburgo, podría enmarcarse entre los «actos» progresivamente «escenificados» con el fin de atraer la atención de los medios; aunque se reconoce que para ese objetivo utilizaron un cierto nivel de «provocación», pero que el mismo, se añade, está «permitido para transmitir un mensaje crítico en el marco de la libertad de expresión».

Junto a ello, los siete magistrados de la Sala afirman que de la acción origen de la condena no se desprende que tuviesen intención de incitar a nadie a cometer algún tipo de violencia contra el Rey ni incitar al odio o cualquier otro tipo de violencia. De hecho, sostiene el tribunal, un acto de ese tipo debería interpretarse como una expresión simbólica de «desafección y protesta».

En ese contexto, el Tribunal de Estrasburgo sostiene que la libertad de expresión se extiende a quella «información» e «idas» ofensivas, impactantes o molestas, toda vez que éstas son demandas de pluralismo, tolerancia y «amplitud de miras», sin las cuales no puede existir una «sociedad democrática». Y, junto a ello, se recalca que los hechos no produjeron ningún tipo de disturbios o comportamientos violentos que derivaran directamente de la quema de la foto.