
Partido Popular
Feijóo anuncia que rompe con Sánchez: “No está en condiciones de ser ayudado”
El líder del PP ordena a los suyos que elaboren un listado con todas las iniciativas del Gobierno que deben ser sustituidas o derogadas
No hay tregua para los dirigentes del Partido Popular. Hoy ha tenido lugar el Comité Ejecutivo Nacional que, de alguna forma, cierra el curso político para la mayoría de ellos. Pero Alberto Núñez Feijóo les ha encomendado una misión: que dediquen el mes de agosto a trabajar en un listado de todas las leyes que Pedro Sánchez ha aprobado desde que llegó el poder y que merecen ser derogadas o sustituidas.
Este lunes, a mediodía, se ha reunido en la sede de Génova 13 la plana mayor de la formación, para ratificar los últimos nombramientos de la estructura y concluir así con la revolución orgánica que se inició en el congreso nacional de julio, y también para escuchar las directrices del líder, que ha hecho una suerte de balance y ha arengado a su ejército para que no baje la guardia. Ni siquiera en verano.
En su discurso, Feijóo ha dado por amortizado el tiempo de su rival en el poder. Por eso, una semana después de tumbar en el Congreso de los Diputados el decreto energético anti-apagones, ha comunicado que su grupo no apoyará más iniciativas que vengan de la Moncloa en lo que resta de legislatura. “Este gobierno no está en condiciones de ser ayudado por el primer partido de la oposición. Solo puede ser vigilado en el Parlamento y derrotado en las urnas”. Nada de “callar frente a los privilegios” ni de “picar en sus anzuelos”.
La prioridad, hasta que en España se celebren las elecciones generales, es “limitar el daño a la democracia”. A eso ha pedido que se dediquen sus cargos, “por encima de todo”, para propiciar una rápida caída de Sánchez y que “decidan los españoles” en las urnas. En una clara alusión a la hipotética moción de censura, el presidente popular ha descartado los “atajos”. La fórmula solo es una: “Convencer a los españoles de que tenemos el proyecto que necesita España”. Diez millones de votos es la meta fijada.
Núñez Feijóo ha insistido en la necesidad de “electoralizar” el partido… por lo que pueda pasar. Aunque Sánchez hará todo lo posible por aguantar hasta el final, la inestabilidad hace que todo penda de un hilo. Y él, quiere la maquinaria popular engrasada no sólo para garantizar la llegada, sino para empezar desde el principio con las tareas de demolición del sanchismo.
Una vez más, ha recordado sus “prioridades” para los primeros cien días al frente del Ejecutivo, que son: “La regeneración democrática un plan de vivienda, bajadas de impuestos, salarios dignos, más médicos y mejor sanidad, un plan nacional de agua, lucha contra la inmigración ilegal, política de Defensa y una enseñanza en español en todo el país, en convivencia con las lenguas cooficiales”.
El presidente popular promete una “limpieza total”
Es más, el PP llevará estas reformas primero al Congreso, desde la oposición. Y, después “al Consejo de Ministros”. La máxima que ha transmitido: “No podemos perder el tiempo, la siguiente legislatura no será al uso”. Habrá una tarea ingente. “Una limpieza total”, en resumen. De ahí también la tarea concretar todas las “leyes sanchistas”, con un listado de aquellas que quiere “derogar”, y otro con las que quiere “sustituir”.
Feijóo ha aprovechado que Sánchez, a esa misma hora, hacía el tradicional balance para atizarle con un contrabalance: “Hoy en Moncloa, el presidente más débil, con menos apoyo social, que más ha degradado las instituciones y más rodeado de corrupción de la historia para mentir a los ciudadanos, ha convocado un mitin para mentir a los ciudadanos y volver a decir lo bien que gobierna sin mayoría, palabra, presupuestos y vergüenza”. A estas alturas, ha descrito, “sólo tiene corrupción, mordidas y audios”. La única expectativa que ofrece su actual mandato es “saber cuál va a ser el próximo informe de la UCO”.
Pase lo que pase, el presidente popular ha asegurado que los socialistas “han entrado en barrena”, están en el tiempo de descuento, y sienten “pánico ante la posibilidad de que los españoles digan lo que piensan” en las urnas. “Han renunciado a convencer, porque no tienen argumentos ni excusas” y, por eso, “les basta con seguir comprando” a sus socios “con mordidas”, en alusión al cupo catalán, y “seguir engañando a los españoles”.
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