
Estrategia
Feijóo hace un guiño a Ayuso en las primarias
Renuncia a eliminar la primera vuelta, como quería, aunque establece más controles, y busca llegar con un único candidato

El PP propondrá en la reforma de Estatutos que lleva a su Congreso Nacional del próximo mes de julio un sistema que se barajó ya con motivo del cónclave que ganó Pablo Casado, y que se aparcó por otro modelo que se entendía que favorecía más la libertad.
En todo caso, la propuesta que recoge la reforma de Estatutos que se elevará al Congreso Nacional hace un guiño a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, porque no elimina la doble vuelta.
En principio, Alberto Núñez Feijóo se decantaba por esa opción para evitar que la decisión de los afiliados fuera luego rectificada por los compromisarios.
El nuevo modelo de primarias representativas de los populares se inspira en el sistema de participación y elección que la Constitución española define para la configuración de las Cortes Generales y la elección del presidente del Gobierno. Es decir, se basará en el voto directo y en urna de los militantes.
Los afiliados del PP podrán de esta manera elegir una papeleta, en la que se incluirá el nombre del candidato escogido para presidir el Partido Popular y también el de los aspirantes a compromisarios adscritos a esa misma candidatura. Una urna, una papeleta, un candidato.
El PP insiste en que lo que se hará es lo mismo que ocurre en las elecciones generales, cuando los ciudadanos escogen una única papeleta en la que se incluye un partido y una lista de aspirantes a diputado.
Solo una urna
Habrá una lista por cada candidato y por cada provincia. No habrá dos urnas. Se votará a un nombre y a las personas que le representarán en el congreso. En caso de haber más aspirantes a compromisarios que plazas, los afiliados podrán marcar los nombres que quieren que les representen, con un sistema de lista abierta similar al Senado.
Además, se endurecen los criterios para la presentación de candidaturas. De cien pasan a quinientas las firmas de militantes necesarias y con representación de al menos 25 de las 51 provinciales españolas.
El PP considera que este sistema favorecerá acuerdos previos a la votación en el plenario del congreso, y que, de esta forma, al cónclave se consiga llegar con un nombre único. Lo que ayude a mantener también la unidad interna.
El cónclave del PP que llevó a Pablo Casado a la Presidencia del partido fue un proceso inédito y marcó un antes y un después en la forma y en el fondo del liderazgo. Fue la primera vez en la historia del partido que se aplicó el nuevo sistema de primarias aprobado en los Estatutos en 2017, con una primera vuelta, voto de los militantes; y una segunda vuelta, votación de los compromisarios.
La primera vuelta la ganó la exvicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría, pero en la segunda todos los apoyos de María Dolores de Cospedal (la tercera en votos) se volcaron intencionadamente a favor de Pablo Casado para bloquear la lista de Sáenz de Santamaría.
La división interna tras el congreso tardó años en cerrarse y el liderazgo de Casado terminó abruptamente en 2022 tras la crisis con Isabel Díaz Ayuso, en la que desde Génova la acusaron falsamente de corrupción e incluso se destaparon informaciones que apuntaban a espionajes en su contra. En todo caso, aquella fue la primera vez que los militantes votaron directamente en unas primarias para elegir a su presidente, y por primera vez un dirigente sin experiencia, Casado, se impuso contra todo pronóstico.
El balance no fue bueno para el partido. Ni en clave electoral ni tampoco de funcionamiento orgánico. La crisis se expandió tanto que provocó el desembarco de Alberto Núñez Feijóo desde Galicia, quien fue elegido como presidente del PP por aclamación.
En el próximo congreso de julio, el debate de las primarias tiene su relevancia porque será determinante en la sucesión de Núñez Feijóo, cuando esta llegue. Si no gobierna tras las próximas elecciones generales, dará un paso al lado. En ese caso, en el partido insisten en apuntar a un duelo entre Ayuso y el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno.
La disputa en inmigración con Vox
El Congreso Nacional confirmará un giro que responde a una necesidad de cohesionar a su electorado más conservador, preocupado por la radicalización del voto en las zonas rurales y los feudos tradicionales del PP. Fuentes de la dirección popular aseguran que no se trata de copiar el discurso de Vox, sino de no dejar espacios vacíos en un asunto que cada vez preocupa más a los votantes, de derechas y de izquierdas. En este terreno el PP jugará con un tono más firme, menos ambiguo, y más orientado al pulso ideológico que a la mera gestión técnica. Dentro de los límites que marca la política comunitaria.
✕
Accede a tu cuenta para comentar