La Crónica

Feijóo reducirá a 15 sus ministros frente a los 22 de Sánchez

La campaña se dirigirá a apelar al voto útil ante el bloqueo en Baleares, Aragón y Murcia

Alberto Nuñez Feijóo durante una sesión de control en el Senado.
Alberto Nuñez Feijóo durante una sesión de control en el Senado. Alberto R. Roldán La Razón.

Cuando llegó a la Presidencia de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo redujo en un cincuenta por ciento el número de altos cargos. Ahora, el programa electoral del 23-J incluirá el compromiso de recortar en al menos un 35 por ciento la composición del Consejo de Ministros, hasta un máximo de 15 carteras. Es la propuesta base sobre la que trabaja el equipo encargado de elaborar el documento programático, y, en todo caso, éste será el recorte mínimo en su Gabinete que asumirá Feijóo para la próxima Legislatura. Esta iniciativa entra en el plan de medidas que el PP implementará si llega al Gobierno y que incluye una reforma administrativa para recortar gasto público superficial y despolitizar organismos como la Fiscalía General del Estado o el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), entre otras actuaciones. El Gobierno de coalición de Sánchez tiene 22 ministros.

El equipo electoral del PP busca recuperar la iniciativa después de unas semanas que han estado condicionadas por el debate sobre los pactos con Vox. Por ahora las encuestas internas siguen sin recoger desgaste por esta cuestión, en lo que la dirección popular quiere ver la confirmación de que ante estos próximos comicios «puede más la corriente a favor de echar a Pedro Sánchez» que la discusión sobre el alcance de los acuerdos en el bloque de la derecha.

En todo caso, al PP no le conviene que el ruido sobre estos pactos y los posibles gobiernos de coalición sigan enturbiando la campaña de las generales porque distrae la atención del guion dibujado en Génova, como ya le ocurrió a Moncloa en la campaña del 28-M. Entonces, la dirección socialista no fue capaz de colar sus mensajes porque el foco público estaba puesto en Bildu, en la crisis de la izquierda y en otras polémicas que afectaban a sus candidatos.

Retraso en investiduras autonómicas

Una vez que se han constituido las asambleas regionales, la falta de acuerdo con Vox puede llevar a que las investiduras en Aragón y Baleares se retrasen hasta después de las elecciones generales, ya que los estatutos así lo permiten. Jorge Azcón dispone hasta el 23 de agosto para cerrar su nuevo Ejecutivo autonómico, y, si transcurrido ese plazo, ningún candidato es investido, las Cortes quedarán disueltas y se procederá a la convocatoria de nuevas elecciones. Lo mismo ocurre en Baleares, donde la falta de acuerdo ha retrasado hasta principios de julio la primera sesión de investidura, pero, a partir de ahí, se abre otro periodo de 60 días para tener un nuevo presidente del Gobierno balear y, en caso de no conseguirse, se convocarían elecciones.

También está en una situación parecida Extremadura, aunque con la diferencia de que aquí es el PSOE el que dirige el calendario al haberse hecho con el control de la Asamblea regional por la falta de acuerdo entre PP y Vox.

Además, todo apunta a que el pleno para la primera sesión de investidura en Murcia se celebre a principios de julio, después de que el popular Fernando López Miras obtuviese el pasado 28 de mayo hasta el 43 por ciento de los votos y 21 diputados, más que el bloque de la izquierda.

Pasar página al "sanchismo"

Este mapa está sometido al factor del discurso dogmático que ha colocado Vox en el centro de las negociaciones, y a su exigencia de entrar en los gobiernos autonómicos sin valorar ni reparto de escaños ni si la lista más votada, la del PP, suma más que toda la izquierda junta. El análisis con el que trabajan en la dirección popular se sostiene en la previsión de que en Baleares y Aragón puede que se llegue sin acuerdo hasta después de las generales, y luego, en función de cómo quede el Gobierno de la Nación, se resuelva la conformación de los nuevos Ejecutivos regionales sin convocar elecciones. En Extremadura y en Murcia se ve muy difícil el pacto, con la diferencia de que en la región extremeña los populares arriesgan mucho más que en Murcia, donde es muy posible que unas nuevas elecciones confirmen una mayoría absoluta para López Miras.

El PP pasa ahora al ataque sobre la base de un discurso construido en la idea de que a nivel autonómico y municipal saben que tienen la obligación de gestionar el mandato de las urnas porque el votante de centroderecha no entendería que se perdieran gobiernos, en favor de la izquierda, por falta de entendimiento. Pero, al mismo tiempo, la dirección popular subraya las profundas diferencias que les separan de los planteamientos más radicales de Vox, y retoma como lema principal de campaña el mensaje de que Feijóo quiere construir un Gobierno transversal, de mayorías, sin Vox dentro, y al que pide que se sumen todos los ciudadanos que quieran pasar pagina del «sanchismo».

Dicen en el PP que a Feijóo no le vale sólo con ganar, sino que necesita una mayoría amplia que le libre de los mismos «pecados» que ha ido expiando en las urnas el PSOE en todas las elecciones celebradas hasta ahora. «Un Gobierno del PP, sometido a un partido extremista y que vive en el conflicto, porque Vox es una copia de Podemos, se enfrentaría al riesgo de acabar igual que la coalición sanchista», advierten.