Anuario 2023

Feijóo «rescata» al PP: copa el poder territorial

Recupera seis comunidades y construye una oposición a la altura del Gobierno «radical»

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha logrado en un año «rescatar» al PP y convertirse en la fuerza más votada. En las elecciones del 28 de mayo los populares lograron teñir el mapa político de azul en lo que para Feijóo eran sus primeros comicios «nacionales», aunque en algunas de estas plazas necesitó contar con el apoyo de Vox en más de una quincena de capitales y varias autonomías, como la Comunidad Valenciana, Baleares, Aragón o Cantabria. Feijóo salió reforzado y fortalecido de su primer «round» contra Pedro Sánchez cuando parecía que quedaban solo seis meses de los comicios generales.

Además, los populares recuperaron la mayoría absoluta tanto en la Comunidad de Madrid con Isabel Díaz Ayuso, como en el ayuntamiento, con José Luis Martínez Almeida, haciéndose de nuevo con la hegemonía en estos dos territorios después de la desaparición total de Cs y de un Vox que se quedó estancado. Sin embargo, los buenos resultados del PP hicieron que, el presidente del Gobierno, al día siguiente, tomara la decisión de adelantar las generales al 23J.

Tras el 28M, el presidente del PP dejó hacer a sus barones a quienes dio libertad para acometer los acuerdos de investidura que consideraran. Algunos de esos pactos, como el de la Comunidad de Valencia fueron muy rápidos, otros, como el de Extremadura o la Región de Murcia se alargaron en el tiempo lo que sirvió a la izquierda de munición, en ambos casos, para atacarles por el flanco de las alianzas con los de Abascal y así ir gestando el eje principal de campaña: «El miedo a Vox» y la idea de un tándem Feijóo-Abascal que una parte del electorado, que veía en el expresidente gallego el garante del cambio, compró la idea de que solo podría ser presidente si iba de la mano de Vox.

El líder del PP participó en su primer «cara a cara» con Pedro Sánchez, un debate celebrado en Atresmedia en el que Feijóo descolocó al candidato socialista ya que llegó con un contrato donde le ofrecía rubricar en directo el compromiso de permitir gobernar a la lista más votada que saliera de las urnas el 23J. Tiempo atrás ya había tendido la mano en varias ocasiones a Sánchez con numerosos pactos de Estado para que así no hubiera que depender de ningún partido separatista, independentista, filoterroristas ni tampoco de populismos. Pero Sánchez no aceptó. Feijóo llegó a empeñar su palabra, rodeado de sus paisanos, en su pueblo natal. Desde allí aseguró y garantizó que él solo sería presidente si ganaba y quería «romper los bloques y bloqueos» apelando así a «unir el voto».

Muchos creen que el espíritu ganador que rodeaba al líder del PP llevó a los populares a confiarse demasiado siendo el propio Feijóo quien les pedía calma y les recordaba que aún no estaba nada ganado, que quedaban las urnas. Aun así, se respiraba en el entorno de Génova cierta euforia, muchos se creyeron las encuestas y, a pesar de ganar las elecciones en verano, Feijóo se quedó a las puertas de La Moncloa.

Feijóo se convirtió así en el primer líder de un partido que, además de «rescatar» al PP en tiempo récord, lograba ganar unas elecciones generales a la primera. Y es que subió hasta 47 escaños con respecto a los comicios de 2019 y asumió el encargo de las urnas asegurando, desde el primer momento, que se presentaría a una investidura, si ese era el encargo del Rey. El líder popular buscó así romper los plazos a Sánchez, para que se pusiera en marcha el reloj de la convocatoria de unas nuevas elecciones y logró aunar una suma de 172 votos (PP -137-, Vox -33-, UPN -1- y CC-1-) tras recibir 177 votos en contra de todo el bloque de la izquierda y de los independentistas. Sin embargo, dejó ver que su promesa de gobernar en solitario sin incluir a Vox en el gobierno era firme y desveló que, si él hubiera aceptado la propuesta de Junts, sería presidente pero que él tenía «principios y valores» asegurando que «no seré presidente a cualquier precio».

Aunque ya había participado en algunos debates en el Senado, de manera muy breve y tasada, fue en el Congreso de los Diputados donde se ha podido ver su rapidez en las réplicas y su oratoria, sorprendiendo a muchos de la Cámara tanto en las formas como en la contundencia. Inesperado fue, también para el portavoz del PNV, Aitor Esteban, las réplicas que le dio en el debate de investidura fallido cuando dibujó el escenario en el que se encontraban los nacionalistas vascos y su deriva y provocó el enfado.

El PP ha dejado clara en este tiempo su política de mano tendida a los partidos constitucionalistas y su predisposición al diálogo, su puerta cerrada a todo lo que tenga que ver con EH Bildu, que no va a contribuir a blanquear a nadie y tampoco se van a dejar engañar.

Antes de que el Gobierno de Pedro Sánchez pactara la amnistía, para lograr hacerse con los siete votos de Junts para volver a ser investido presidente, los populares advirtieron de lo que estaba por llegar y cuál sería su oposición. El PP tomó la calle organizando numerosas manifestaciones y protestas en todas las capitales de provincia de España, actos de partido que convirtieron en una reivindicación de la Constitución y defensa de la igualdad de todos los españoles y participaron en todas las marchas que organizaron también desde la sociedad civil. Por primera vez el PP se ponía a la cabeza de las protestas en la calle y sumando a otros partidos como Cs, Vox o incluso miembros del PSOE indignados con el «sanchismo». La batalla contra la amnistía y contra las prebendas a los independentistas también las ha extendido a las instituciones donde gobierna el PP e incluso a la Eurocámara donde también han denunciado las cesiones del Gobierno de Sánchez. En las elecciones generales los populares lograron hacerse con la mayoría absoluta del Senado algo que están empleando para ejercer su frontal oposición a la amnistía donde ya han impulsado un monográfico contra la polémica ley en el que hablaron los presidentes autonómicos –al que dieron plantón los del PSOE– además de pedir informes al CGPJ o el Consejo Fiscal sobre la norma hecha a medida de Carles Puigdemont.

Tras la investidura de Pedro Sánchez los populares han reorganizado tanto el Grupo Popular en Congreso y Senado como en el partido para hacer oposición a medida del Gobierno «radical». Feijóo retocó su equipo donde ha dividido los papeles del «yin y el yang», como dijo Miguel Tellado quien tiene la portavocía de la Cámara Baja, y recuperó a Cayetana Álvarez de Toledo y Rafael Hernando para la contienda que está por venir.