Casa Real
Felipe VI simboliza con una controvertida ofrenda floral en Tiananmen el acercamiento de España a China
Los Reyes son recibidos en el Gran Palacio del Pueblo por el presidente Xi, que ofrece "más dinamismo" en la relación
La Plaza de Tiananmen fue el escenario en 1989 de las protestas estudiantiles en favor de la democracia que terminaron con una durísima represión del régimen. Un capítulo de la historia que ha sido borrado del relato oficial y del que ni siquiera se conoce el número de muertos, que podría llegar a varios miles.
Ha sido en esta misma plaza, frente al Monumento a los Héroes del Pueblo, donde Felipe VI y Doña Letizia han realizado una ofrenda floral junto al presidente chino, Xi Jinping. Un acto considerado controvertido por fuentes diplomáticas, que lo ven como un "peaje" por la deferencia del mandatario con los Reyes, a los que ayer por la noche ofreció una cena privada, y una manera de consolidar el acercamiento del Gobierno a China.
Ni Obama ni Isabel II
La primera visita de Estado de los Reyes a China en una década en el Trono tiene una alta carga política que se evidencia en la agenda diseñada por Moncloa, que es la que decide el papel de la Corona en la política exterior. Lo cierto es que algunos líderes occidentales, como fue el caso de Barack Obama en 2009, los sucesivos jefes de Estadon franceses y alemanes o la reina Isabel II, han logrado resistirse a este acto frente al obelisco de Tiananmen, erigido entre 1952 y 1958 para conmemorar a los "héroes del pueblo" que dieron su vida en la lucha moderna de China.
Juan Carlos I y Doña Sofía también evitaron esta foto en sus viajes. Solo en el primero de los tres que realizaron, en 1978, el padre de Felipe VI rindió homenaje en el mausoleo de Mao en plena plaza nada más aterrizar, pero aún faltaban once años para la masacre de manifestantes.
La ofrenda floral, que sí hicieron en el pasado otros monarcas europeos como los reyes de Noruega y Bélgica, ha sido el último acto de una mañana de alto contenido político. Tras la recepción oficial frente al Palacio del Pueblo, las dos delegaciones lideradas por ambos jefes de Estado han mantenido un encuentro bilateral en el que ha habido cierta tensión con la Prensa española que quería terminar de escuchar las palabras de Felipe VI.
Matrimonio estable
El presidente Xi ha resaltado la luna de miel que vive en este momento la relación entre España y China en el año que se cumple el XX aniversario del acuerdo de asociación estratégica. Un idilio que confía en convertir en matrimonio estable: "En la actualidad, el panorama internacional es complejo y cambiante, y el mundo necesita más fuerzas constructivas comprometidas con la paz y el desarrollo. China está dispuesta a trabajar junto con España para construir una Asociación Estratégica Integral más firme en su orientación, más dinámica en su desarrollo y con mayor influencia internacional, con el fin de contribuir de forma aún más significativa a la prosperidad, la paz y el desarrollo del mundo".
Felipe VI, por su parte, ha pedido construir una "relación sólida de confianza mutua bajo los principios de respeto y prosperidad compartida”. El Rey ha recordado la primera visita realizada por Juan Carlos I y Doña Sofía en 1978, a la que siguieron otras dos en 1995 y 2007. En los casi 50 años transcurridos, ha destacado, "se ha ido trazando una relación sólida de confianza mutua". El Rey también se ha referido a su experiencia personal, recordando que su primer viaje fue en el 2000, cuando aún era Príncipe de Asturias, y ha subrayado que "sin duda el avance y el progreso desde ese año es muy notable y así sigue siendo de admiración en todo el mundo".
"Ventanilla única"
Tras el encuentro, que se prolongó durante cerca de una hora y media, se produjo la firma solemne de diez acuerdos en presencia del Rey y rubricados tanto por el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, como por el de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, que se ha unido esta mañana a la visita que comenzó ayer por la mañaba en la ciudad de Chengdu, en el suroeste del país.
El más destacado de ellos ha sido la firma de una suerte de "ventanilla única" para que las relaciones comerciales con el gigante asiático sean más fáciles para las empresas españolas, una demanda que realizó el Rey en su primera intervención ayer en el foro empresarial en Chengdú. Esta tarde prosigue la agenda en Pekín con un encuentro de Don Felipe con el primer ministro y con el presidente del Parlamento también en el Gran Palacio del Pueblo.