Ferraz toca a rebato para intentar frenar el baile de candidatos

Habían logrado meter en la agenda una potente propuesta de fiscalidad, llamar la atención sobre el «tutelaje» de la Iglesia católica en las iniciativas del Gobierno y, de repente, la estrategia salta por los aires. Primero, Patxi López y sus visitas a distintas federaciones en busca de apoyos antes de dar la batalla por el liderazgo; después, el anuncio de que Eduardo Madina explora sus posibilidades como candidato. Acaba la semana y otra vez sonaron todas las alarmas en la calle Ferraz. Así que el «aparato» tiró de manual y de teléfono para sostener a las masas, fijar de nuevo el rumbo y frenar el debate nominalista. Catorce meses como secretario general y Alfredo Pérez Rubalcaba ha tenido que hacer el mismo ejercicio más de una docena de veces: que si la debacle catalana; que si el batacazo en Galicia; que si la crisis de Ponferrada; que si un movimiento de Chacón; que si una declaración de Navarro; que si el amago de ruptura con el PSC; que si las primarias en Galicia... No ha habido un mes sin sobresaltos y el de abril no iba a ser la excepción.

El próximo lunes hay reunión de la Ejecutiva Federal y antes de la cita había que contener el furor del debate sobre Madina con un toque a rebato. Así fue. El resultado: una tromba de voces de barones para fijar la atención de donde nunca debió irse, del debate político y la construcción del nuevo modelo que se conocerá el próximo otoño.

De los primeros en salir a la palestra ha sido Patxi López para negar que haya alguien «en la carrera electoral». Y lo decía precisamente él, que en su periplo por las federaciones del PSOE ayer hacía parada en La Rioja para entrevistarse con el secretario general de los socialistas riojanos, César Luena. Ambos se conjuraron para decir que todos están «en la reflexión, el debate de las ideas y la definición del proyecto» para dar respuestas a los ciudadanos. López llegó a insinuar que alguien ajeno al PSOE «tiene algún interés organizado en jugar con esto». Y añadía: «Sería un fraude que la respuesta de los socialistas ante lo que está pasando hoy fuera sólo cambiar la foto de un cartel».

Al secretario general de Euskadi, le siguió el de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, para advertir de que «se equivoca» quien abra «ahora» debates sobre un futuro liderazgo de la misma a nivel nacional, en tanto que los ciudadanos «no están en estas cosas» sino, por el contrario, «esperando respuestas a sus problemas». Insistió en que «cuando llegue el momento» se elegirá un «líder» y que mientras se habla de cuestiones, como por ejemplo una hipotética candidatura de Madina para liderar el PSOE, «no se habla de los sobresueldos que pone de manifiesto cada día la prensa nacional». En todo caso, afirmó que él «no» será quien se sume ni colabore a «esto de que un año después de que un partido elija a su secretario general alguien decida ponerlo en discusión».

¿Y Griñán? El más poderoso de cuantos barones tiene hoy el PSOE, el que marca la agenda y sostiene con apoyo el debilitado liderazgo de Rubalcaba, tampoco cree que «ahora mismo» sea el momento de plantear «cuestiones de primarias» ni nombres de posibles candidatos. «Cuando lleguemos al río, cruzaremos ese puente», afirmó.

Desde la dirección federal, se reafirman en que mantienen su calendario de trabajo previsto, esto es dejar las primarias para después de las elecciones europeas. Y advierten de la importancia de la «tarea previa» precisamente para garantizar que el candidato que salga tenga las mayores opciones posibles para ganar después los comicios. Así se manifestó el secretario de Organización, Óscar López, al asegurar que la dirección «no ha cambiado su calendario», y que lo importante ahora es el trabajo de preparación de la Conferencia Política para renovar el proyecto socialista, junto con la tarea cotidiana de oposición. No obstante, precisó que a pesar de las informaciones, «hasta ahora no he visto a nadie dar ningún paso», si bien añadió: «Quien tenga algo que decir, que lo diga». Retador.