RTVE

Fracaso para la RTVE del PSOE

Un voto y dos errores fueron los responsables de que ayer el Congreso tumbara la renovación de la cúpula de la Corporación. Ahora el Gobierno nombrará un administrador único hasta que culmine el concurso público

El ente público ha tenido que volver a ofrecer disculpas públicas, en este caso por los comentarios de "índole machista" que se colaron durante la gala de los Premios Goya
El ente público ha tenido que volver a ofrecer disculpas públicas, en este caso por los comentarios de "índole machista" que se colaron durante la gala de los Premios Goyalarazon

Un voto y dos errores fueron los responsables de que ayer el Congreso tumbara la renovación de la cúpula de la Corporación. Ahora el Gobierno nombrará un administrador único hasta que culmine el concurso público.

Era el penúltimo trámite. El Congreso de los Diputados tenía que aprobar con la mayoría absoluta de la Cámara Baja los cuatro nombres de los miembros del Consejo de Administración transitorio de RTVE y, en un Pleno posterior que contaría con dos votaciones saldría finalmente el presidente de la Corporación pública.

Pero ayer el Congreso tumbó por un voto y dos errores uno de los planes estrella que el presidente del Gobierno preparaba minuciosamente desde su llegada a La Moncloa. La lista de los cuatro consejeros que quedaban por nombrar en sede parlamentaria para configurar el nuevo Consejo de Administración de RTVE necesitaba 176 votos a favor. En principio, los cuatro futuros consejeros contaban con 179 «síes», pero finalmente la votación arrojó 175 votos favorables. Ana Isabel Cerrada, Fernando López Agudín, Josep-Lluis Micó y Juan Tortosa no formarán ya parte de la cúpula de RTVE.

El fallo que momentos más tarde el grupo socialista calificó como «error humano» se tradujo en dos papeletas que se habían introducido de manera errónea en la urna que vigilaba la presidenta del Congreso, Ana Pastor. Dos diputados introdujeron el nombre del futuro y posible hasta ayer nuevo presidente de RTVE, Tomás Fernando Flores, en vez de la papeleta en la que aparecía el nombre de uno de los cuatro consejeros, que era la votación en curso.

El Grupo Socialista es la que había repartido entre sus diputados las dos papeletas al comienzo del Pleno, una con los nombres de los posibles consejeros a elegir y otra con la del presidente, que sería elegido posteriormente. Resulta imposible identificar a los dos diputados que indujeron al error en la votación debido a que ésta era nominal y secreta. También fue determinante el hecho de las ausencias que se registraron ayer. Exactamente fueron siete, pero cinco de los votos –como el del secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, y el de la portavoz de Unidos Podemos, Irene Montero, entre otros, sí se emitieron de forma telemática–, pero no fue así con el del diputado del PDeCAT Jordi Xuclá y la parlamentaria por ERC Ana Surra, que no emitieron el suyo. Estas circunstancias fueron clave para que la votación decayera.

La sorpresa del resultado de la votación se transmitió rápidamente al hemiciclo, donde los socialistas comenzaban a asumir que el pacto que habían tejido con Podemos y PNV hacía aguas. Ahora el Gobierno deberá volver al punto de partida: las negociaciones con el resto de grupos para nombrar a un administrador único que tendrá el poder transitorio de dirigir la televisión pública hasta que culmine y sea avalada por el Congreso la nueva cúpula de la corporación elegida, esta vez, por consejo público. Este administrador deberá también contar con el aval de la Cámara del Congreso, por lo que se esperan otras dos rondas más de votaciones en los próximos días.

«No pudo ser casualidad»

Ayer, el clima que se vivía en la Cámara Baja era de máxima crispación y entre los partidos llegaron a echarse la culpa de que la votación no prosperase. En Podemos se apresuraron a asegurar que ellos no se habían equivocado. La portavoz de Unidos Podemos, Noelia Vera, insistía en que la equivocación «no pudo ser casualidad». «Sospechamos que alguien no tiene demasiada intención en que se renueve RTVE», dijo. Por su parte, la portavoz del Grupo Socialista, Adriana Lastra, prefirió descartar la posibilidad del error intencionado al que apuntaba Podemos y puso el foco en el amplio respaldo que había recibido el Real Decreto para renovar RTVE.

Antes de llegar al escenario de la elección de un administrador único para gobernar la televisión pública, el PSOE tiene la intención de agotar todas las posibilidades con la lista que logró el consenso de sus socios de gobierno. Para ello, el Grupo Socialista consultará a los letrados de la Cámara Baja la posibilidad de celebrarse una segunda votación en la que elegir a los cuatro consejeros, de nuevo. Sin embargo, según aseguró Adriana Lastra, desde Presidencia de la Cámara ya les han comunicado que «no ven» la celebración de una segunda ronda. De producirse esta segunda consulta con los mismos consejeros, contaría en segunda vuelta, si no se produce ningún contratiempo, con los votos favorables de PSOE, Podemos, PNV, PDeCAT, ERC, Compromís, Coalición Canaria y Nueva Canaria, mientras que Cs y PP estarían en contra. El PP pidió al presidente del Gobierno que retire «el injustificado decretazo» sobre RTVE para evitar el «ridículo» que, a su juicio, supuso que el Pleno del Congreso no haya conseguido la mayoría necesaria para nombrar a los cuatro consejeros propuestos por PSOE y Podemos para completar la renovación.

Con esa votación rechazada, según explicó la presidenta del Congreso, dejaba de tener lugar en el orden del día la segunda votación, en la que se debían reunir los apoyos de 204 diputados para nombrar a Tomás Fernando Flores, o, por el otro lado, se necesitaba también una segunda votación, como en las otras ocasiones, para nombrar al presidente de RTVE. El decreto para elegir a la nueva cúpula de RTVE preveía la elección de seis miembros en el Congreso y cuatro por el Senado, donde tenían que ser elegidos en primera vuelta por mayoría de dos tercios –234 votos– y en segunda por mayoría absoluta –176–. La de ayer era la séptima votación fallida en una de las medidas de mayor peso que emprende el nuevo Ejecutivo.