Francia acerca a "Txapote" al banquillo por el asesinato del juez Querol

Francia ha dado el primer paso para que el exjefe "militar" de ETA Javier García Gaztelu, "Txapote", pueda ser juzgado por su supuesta responsabilidad en el asesinato del magistrado del Tribunal Supremo José Francisco Querol en 2000, un atentado en el que también perdieron la vida el chófer y el escolta del juez y un conductor de una autobús de la EMT. Según consta en una diligencia del pasado 30 de enero a la que ha tenido acceso LA RAZÓN, la magistrada de enlace con Francia ha comunicado a la Audiencia Nacional que el próximo 14 de febrero "se celebrará, por el Tribunal de Apelación de París, la audiencia de Javier García Gaztelu" para decidir si, como ha solicitado el juez Santiago Pedraz, la Justicia del país vecino amplía la entrega para que pueda ser juzgado por el asesinato de Querol, una causa por la que "Txapote", que actualmente cumple sus múltiples condenas en una cárcel del País Vasco, no fue entregado en su día a España.

"Txapote" -investigado junto a otros siete etarras, la mayoría antiguos dirigentes de la organización criminal- ya compareció ante Pedraz el 23 de marzo del pasado año por videoconferencia desde la cárcel de Álava para ser interrogado por este atentado, pero el exjefe etarra se acogió a su derecho a no declarar -lo mismo que hicieron ese día quienes le sucedieron al frente de los "comandos", Juan Antonio Olarra Guridi y Ainhoa Múgica-. Su defensa esgrimió que Francia no le entregó en su día por estos hechos, lo que en aplicación del principio de especialidad impide investigarle por el asesinato de Querol.

Ahora, todo apunta a que la Justicia gala, tras escuchar a García Gaztelu el próximo día 14, acordará la ampliación de la entrega, despejando el camino para que el instructor pueda avanzar en el procedimiento. Pedraz, que investiga a los integrantes del "comando Buruhauste", al que se le atribuye el atentado, también mantiene imputados, tras admitir a trámite una querella de Dignidad y Justicia en diciembre de 2021, a varios exdirigentes de ETA para discernir su posible autoría mediata por la posición de dominio que ostentaban entonces en la organización criminal, una cúpula que según diversos informes policiales era la que marcaba la política criminal, seleccionaba los objetivos y facilitaba a los "comandos" los explosivos para cometer los atentados.

El silencio de los miembros del "comando"

Solo uno de los etarras imputados, Oier Goitia, que fue el encargado de gestionar el piso franco del "comando Buruhauste" en Salamanca, quiso declarar respecto a estos hechos, aunque se desmarcó de la confección de los explosivos y afirmó desconocer los plantes para atentar del "comando". Todos sus supuestos integrantes, Ana Belén Egües, Gorka Palacios, Juan Luis Rubenach e Iván Apaolaza, guardaron silencio ante el juez. Apaolaza únicamente aseguró que en las fechas del asesinato de Querol "ya no estaba en Madrid".

Fue Ana Belén Egües la que, en su declaración policial y en su «cantada» (mensaje a la dirección de ETA tras la detención para ponerle al tanto de sus declaraciones), afirmó que los componentes del «comando Buruhauste» se reunieron días antes del atentado con la cúpula etarra en Argelès-sur-Mer (Francia) y allí abordaron con "Txapote", Olarra Guridi y Ainhoa Múgica su inminente "campaña en Madrid", por lo que según la Guardia Civil resulta "altamente probable que uno de los temas a tratar fuese el atentado" contra el juez de la Sala Militar del Tribunal Supremo José Francisco Querol.

El etarra arrepentido Ibon Etxezarreta, exintegrante del "comando Erezuma", ratificó en junio del pasado año por videoconferencia desde la cárcel de Álava que la cúpula de ETA le ordenó robar la troqueladora que después se utilizaría para falsificar la matrícula del coche bomba que los terroristas emplearon para asesinar a Querol. Incluso fue más allá al precisar que creía que la orden partió de García Gaztelu.

Hace solo unos días, como informó este periódico, la defensa de Oier Goitia instó al juez Pedraz a cerrar la investigación sin esperar a que Francia se pronuncie sobre la ampliación de la entrega de "Txapote", Olarra Guridi, Ainhoa Múgica y Juan Luis Rubenach. Según exponía, dado que "ya se ha tomado declaración a todos los investigados para los que se ha pedido dicha ampliación", no es necesario esperar a la respuesta de Francia "para la continuidad del procedimiento". En caso de que el país vecino se oponga, subrayaba, se debería archivar la causa respecto a esas personas, y si esa respuesta se demorase (algo que al menos en el caso de "Txapote" no sucederá) "solo sería un obstáculo para la celebración del juicio".