Lucha contra ETA
Francia advierte de que ETA tiene capacidad para atentar
El ministro del Interior de Francia, Manuel Valls, dejó claro ayer en Madrid que, sobre el futuro de ETA, «todas las hipótesis siguen abiertas», incluida la de que vuelvan a atentar. A este respecto, recordó que los terroristas continúan realizando en Francia actividades en la clandestinidad y que poseen armas, lo que supone un «peligro y una amenaza». Reiteró que la Policía y la Justicia seguirán con su trabajo hasta que la banda terrorista entregue las armas y anuncie su disolución.
Sobre la posibilidad de acercar presos a cárceles del País Vasco francés, aseguró que no adoptarán ninguna medida distinta a la que pudiera adoptar España. «La agenda de Francia en la lucha contra ETA es la misma que la de España», subrayó. En relación con asuntos operativos, como la ubicación de los zulos en los que ETA esconde armas y explosivos y su posible «sellado» como gesto de buena voluntad, se limitó a señalar que las autoridades francesas y españolas «intercambian información» y que hay que ser muy prudentes. El ministro del Interior galo se reunió con su homólogo español, Jorge Fernández Díaz, para clausurar una reunión de las Fuerzas de Seguridad de ambos países. Entre los asuntos tratados figura también la lucha contra el terrorismo islamista. Ambos condenaron el atentado sufrido el jueves por militares franceses en Níger, como consecuencia de la intervención gala en Malí en la que, recordó Valls, estuvieron apoyados por España. Otro de los asuntos tratados ha sido el de la lucha contra el narcotráfico. Fernández Díaz señaló que España y Francia ya han cooperado en 32 operaciones contra el tráfico de drogas, lo que ha supuesto la incautación de 54.000 kilos de hachís y 55 de cocaína. Anunció, asimismo, que el 16 de junio se reunirán en Madrid los firmantes de
la «declaración de Rabat» (España, Francia, Portugal y Marruecos).
Pamíes avala su versión con el confidente
La defensa del comisario del Cuerpo Nacional de Policía Enrique Pamíes, encausado en el llamado «caso Faisán», ha solicitado que declare (como testigo protegido) el confidente con el que se iba a entrevistar el día en el que se produjo el supuesto «chivatazo» al dueño del bar «Faisán». Pamíes ha defendido desde el primer momento su inocencia y ha señalado, en todas las declaraciones que ha prestado, que la presencia de uno de sus agentes en la zona del bar, el inspector Ballesteros, era para preparar esa entrevista con el confidente, en la que se deben tomar todas las medidas de seguridad posibles.
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