OTAN
Francia pedirá a España refuerzo logístico pero no el relevo en Mali
Hollande no solicitará relevar a sus militares en las operaciones «Barkhane» y «Sangaris» ni el envío de tropas para combatir sobre el terreno.
Después de las numerosas hipótesis sobre la posible solicitud de ayuda de Francia a España en su lucha contra el yihadismo, finalmente se descarta que los militares españoles releven en el mando a los franceses en las operaciones «Barkhane» (Mali, Mauritania, Chad, Burkina Faso y Níger) y «Sangaris» (República Centroafricana), sino que la petición se centrará únicamente en un refuerzo del apoyo logístico que España ya presta en estas zonas de África. Tampoco habrá una solicitud de envío de tropas a Siria para combatir a Daesh.
Pese a que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, mantiene que Francia todavía no ha solicitado ninguna ayuda en concreto –ni España ha hecho oferta alguna–, el embajador francés, Yves Saint-Geours, anunció esta semana que ésta llegaría antes de las elecciones del 20 de diciembre y ayer, fuentes del Ejecutivo galo confirmaron a este periódico que, en ningún caso, se requeriría la presencia de tropas sobre el terreno para combatir a los terroristas, sino más efectivos y, quizás, más medios, para reforzar a los que ya trabajan en apoyo a ambas misiones con vuelos logístico desde Dakar (Senegal) y Libreville (Gabón).
En la actualidad, las Fuerzas Armadas españolas apoyan a Francia por medio de dos destacamentos. En Senegal se encuentra desde 2013 el «Marfil», compuesto por 57 efectivos del Ejército del Aire y un avión de transporte con el que cubren el área de la operación «Barkhane» –anteriormente a «Serval»–, trasladando materiales o efectivos franceses a diferentes áreas del Sahel, incluido Mali, donde 110 militares españoles adiestran a su Ejército.
En Gabón, mientras, otros 50 efectivos con otra aeronave conforman desde marzo de 2014 el Destacamento «Mamba» y realizan los mismo tipos de vuelos apoyando a las tropas francesas y africanas que tratan de garantizar la estabilidad en la violenta República Centroafricana en el marco de la «operación Sangaris».
Así que la solicitud de Francia al Gobierno de Mariano Rajoy se centrará en estas capacidades y podría incluir el despliegue de más aviones de transporte («Hércules» o «D4-Vigma») y más efectivos. El objetivo es reforzar las necesidades logísticas que pudieran requerir las Fuerzas Armadas francesas en el Sahel y República Centroafricana, país que sin la intervención de las fuerzas internacionales aspira a convertirse en un nuevo santuario terrorista y donde una veintena de uniformados españoles contribuyen a asesorar al Gobierno y a los altos mandos militares.
Acorde a su capacidad
Desde el Gobierno francés son conscientes, por un lado, de que las elecciones generales están a la vuelta de la esquina y de que las capacidades militares españolas no son las mismas que las francesas, país que tiene más del doble de efectivos y diez veces más de militares desplegados. Sólo en las citadas dos operaciones Francia tiene sobre el terreno a unos 4.500 militares. Sin embargo, no dudan en recalcar que nuestro país es uno de los socios europeos más involucrados en la lucha contra el terrorismo y, en concreto, destacan su compromiso para garantizar la estabilidad y seguridad en el flanco sur, al contrario que otros aliados.
2.300 militares desplegados
Nuestro país tiene en la actualidad desplegados unos 2.300 efectivos repartidos por todo el mundo. De ellos, cerca de un millar participan en misiones destinadas a frenar el avance del terrorismo yihadista en Irak o en distintos puntos de África, entre los que se encuentran esos 105 que ya apoyan a Francia o los 110 que instruyen al Ejército de Mali. También 301 uniformados del Ejército de Tierra participan en la Coalición Internacional contra el autodenominado Estado Islámico en Irak, adiestrando a sus Fuerzas Armadas desde el pasado mes de enero y otros 149 y una batería de misiles «Patriot» en la ciudad turca de Adana (cerca de la frontera Siria) para proteger a este país de posibles ataques aéreos o de misiles procedentes de Siria o Irak. Mientras, en Somalia, país bajo la amenaza de Al Shabab, doce militares adiestran a su Ejército. Incluso la Armada española contribuye con 264 uniformados y dos fragatas a que el Mediterráneo no sea una vía de entrada de terroristas participando en dos de las agrupaciones navales permanentes de la OTAN.
Y mientras se siguen manteniendo los contactos entre ambos países, el lunes tendrá lugar la Cumbre del Clima de París en la que se espera un encuentro entre los presidentes Mariano Rajoy y François Hollande. El formato del cónclave dificulta una reunión oficial y todo apunta a que, aunque sea de manera informal, ambos mandatarios podrán intercambiar sus impresiones sobre la amenaza yihadista y las necesidades al respecto. Eso sí, Rajoy ya avisó que quiere contar primero con el máximo apoyo de las formaciones al pacto antiyihadista antes de tomar ninguna decisión.
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