Operación Lezo

Génova respira

Cree que rebaja un poco la presión sobre la imagen nacional del partido.

La Razón
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Cree que rebaja un poco la presión sobre la imagen nacional del partido.

Génova recibió ayer con alivio la decisión de la ex presidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre de abandonar definitivamente la política. Ya estaba fuera de la dirección del PP regional, pero aun así en la cúpula nacional han recibido con satisfacción que deje la portavocía en el Ayuntamiento de la capital.

Creen que ante la opinión pública rebaja un poco la presión sobre el partido por todo el escándalo que está desatando la Operación Lezo y la detención, entre otros, de quien fuera su «mano derecha», Ignacio González. Es una manera, entienden, de asumir su responsabilidad en los casos de corrupción que han afectado a la organización regional, un muro de contención para evitar más daños de los necesarios sobre la imagen nacional. La situación es «difícil», pero, al menos, «ahora no hay nadie que de manera directa o indirecta esté afectado y siga en política».

Desde el equipo de Aguirre se pusieron en contacto con Génova una hora antes de su comparecencia ante la Prensa para comunicarles la decisión. Que la cúpula esperaba desde la semana pasada, aunque nadie hubiera formalizado en público la petición expresa de su dimisión. Simplemente optaron por seguir una vez más la estrategia de Mariano Rajoy de dejar que la fruta madure, atendiendo a la convicción, como apuntaban ya la semana pasada, de que Aguirre no tenía otra salida. «Qué otra cosa podía hacer?», se preguntaban ayer en el Comité de Dirección del PP. Ayer, por cierto, no hubo especial interés en colocar el acento en sus mayorías absolutas ni en sus logros de gestión.

La cúpula se limitó a leer este movimiento como «obligado», «necesario» y favorable para el partido, mientras que en otros ámbitos menos próximos al presidente del Gobierno se advertía, sin embargo, que la caída de Aguirre dejaba al líder con «un parapeto menos». Génova espera que con esto se eche el cierre definitivo a una etapa «negra» en el PP de Madrid, pero en el partido están a la espera de ver qué queda por salir y apuntan que el coste electoral habrá que verlo en las encuestas dentro de un tiempo. Ahora bien, ni Rajoy ni ninguno de los suyos harán sangre en público porque, al final, Génova también tiene que administrar casos de corrupción que dejan en evidencia «responsabilidades in vigilando». Dos horas después de la dimisión de Aguirre salió un comunicado del partido en el que anunciaban el «respeto» a su decisión, y escuetamente reconocían «la larga trayectoria política de Esperanza Aguirre, desarrollada en distintas Administraciones así como en el partido, y consideramos que ha sido una persona relevante para esta organización». Sin más sentimiento en la despedida.