Hace dos semanas se cumplieron siete años de la moción de censura que desbancó a Mariano Rajoy de la presidencia del Gobierno y aupó a Pedro Sánchez a la Moncloa. Sánchez echó a Rajoy por corrupción y ahora Sánchez es quien se encuentra contra las cuerdas por corrupción: más aún después del último informe de la UCO sobre Santos Cerdán. Sin embargo, para que se vuelva a reproducir una situación de moción de censura, el PP de Alberto Núñez Feijóo necesita el apoyo de Junts o el PNV. Los posconvergentes ya se han movido pidiendo una reunión urgente a Sánchez, mientras que los nacionalistas vascos se han limitado a pedir más explicaciones, de momento.

En este sentido, el propio Aitor Esteban, que es consciente de que las relaciones con el PP son malas y gobierna con el PSE en el País Vasco, ha tratado de conservar su alianza con Sánchez argumentando que ahora no es momento de moción de censura por dos motivos: por un lado, porque el PNV espera a que haya sentencia para hacer movimientos; y, por otro lado, porque la aritmética parlamentaria no da porque siempre ha rechazado formar parte del mismo bloque que Vox.

No obstante, el propio Esteban, que fijó la posición del PNV en el Congreso hace siete años, dio otro tipo de argumentos que ahora sí que se podrían ajustar al contexto actual. En concreto, dio varios argumentos: el impacto social de la sentencia; la ética política; y, por responsabilidad. Cabe recordar que el PNV cambio de bando en apenas horas porque había acabado de aprobar los presupuestos de 2018 del Gobierno de Rajoy y luego acabó abrazando a Sánchez.

"Nos encontramos con una sentencia que tiene indudable impacto, por mucho que se quiera negar, en la percepción social, en percepción mediática.

Podría entrar al detalle de los hechos, pero las cosas son como son y, además, las cosas son como se cree que son. Y la percepción en la sociedad española y el impacto de la sentencia en la sociedad en general fue grande; la percepción pública de los hechos descritos y juzgados era y es pésima", señaló Esteban, unas palabras que se pueden extrapolar al momento actual con el informe de la UCO de Santos Cerdán y la investigación judicial a José Luis Ábalos ya que toda la sociedad está impactada viendo cómo evolucionan los casos de corrupción del PSOE y, sobre todo, cómo aparecen pruebas cada vez más sólidas.

"Tomemos una decisión o tomemos otra, ya sabemos cuál va ser el resultado. Si tomamos una decisión, se nos va a acusar de encubridores de la corrupción, falsamente, pero se nos va a acusar. Si tomamos otra decisión, seremos irresponsables y provocadores de inestabilidad, falsamente, pero recibiremos sin duda esa falsa acusación", añadió Esteban, consciente de que "no es fácil decidir". En todo caso, señaló que si hubieran mantenido a Rajoy en el poder tampoco hubiera tenido estabilidad porque Ciudadanos estaría dificultando continuamente la legislatura, aunque, contradictoriamente, Esteban también era consciente de que Sánchez solo contaba con 85 diputados y era ingobernable.

En este sentido, el argumento de la estabilidad es difícil que aguante en estos momentos porque con Feijóo la mayoría solo requeriría de tres partidos, mientras que con Sánchez requiere de más formaciones. Y a la vista está que, en dos años de legislatura, no se han aprobado presupuestos y la producción legislativa es mínima, lo que refleja máxima inestabilidad. "¿Nuestro voto negativo a la moción traería, por otra parte, más estabilidad al Gobierno, más estabilidad al país, más estabilidad en la Cámara? Nuestro voto negativo no supondría directamente una mayor estabilidad. Creemos que respondemos a lo que mayoritariamente demanda la ciudadanía vasca y al mejor ejercicio de la responsabilidad votando sí", zanjó Esteban en su intervención.