El PP, al Gobierno: ¿cómo actuará para apoyar a los clubes españoles que quieran estar en la Superliga?

La magistrada titular del Juzgado de lo Mercantil número 17 de Madrid estimó el pasado 27 de mayo la demanda de la Superliga contra la UEFA y la FIFA, al considerar que ambos organismos abusaron de su posición de dominio e impidieron la libre competencia en el mercado, al atribuirse la facultad prohibitiva de participación en competiciones paralelas.

Se trata de una iniciativa a la que la UEFA y la FIFA se opusieron desde su planteamiento oficial en 2021. Esta sentencia determinó que ambos organismos abusaron de su posición dominante y su regulación impidió la libre competencia europea de clubes de fútbol, infringiendo los artículos 101 y 102 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE).

El fallo ordena a la FIFA y a la UEFA cesar sus conductas anticompetitivas y eliminar los efectos de estas acciones. Este fallo, que puede ser apelado, se alinea con la decisión del Tribunal Superior de Justicia de la UE (TJUE) de diciembre de 2023, que destacaba el abuso de posición dominante de ambos organismos y la necesidad de un sistema de autorización de competiciones que sea transparente, objetivo y no discriminatorio.

La UEFA celebró que la magistrada respaldara un procedimiento de autorización previa y destacó que la sentencia no aprueba ni valida proyectos como la Superliga. El presidente de LaLiga, Javier Tebas, también subrayó que la sentencia no valida la Superliga.

El Grupo Parlamentario Popular en el Congreso de los Diputados considera que el fallo judicial es crucial para este proyecto, al cumplir uno de los requisitos del contrato inicial que aún vincula a 11 de los 12 clubes fundadores, en una sentencia que aborda las condiciones de acceso al mercado de las competiciones de fútbol.

El acuerdo inicial requería el reconocimiento de la Superliga por la FIFA o la UEFA, o una protección legal que permitiera a los clubes fundadores participar en la Superliga sin dejar de competir en sus ligas nacionales.

Los impulsores de la Superliga consideran que la sentencia clarifica el procedimiento de autorización previa de competiciones de la UEFA y planean por ello seguir adelante con su proyecto. También cuestionan el reglamento de junio de 2022 de la UEFA, particularmente la exigencia de recurrir una denegación de permiso ante el TAS, argumentando que este órgano es deportivo y no económico.

La sentencia podría servir además como base para una demanda por daños y perjuicios contra aquellos que obstaculizaron la formalización de la Superliga en el mercado europeo.

A tenor de todas estas consideraciones, los diputados del PP Borja Sémper, Javier Merino, Óscar Clavell y María de las Mercedes Cantalapiedra, del Grupo Parlamentario Popular en la Cámara Baja, solicitan respuesta para una serie de cuestiones:

¿Qué acciones tomará el Gobierno para apoyar a los clubes de fútbol españoles que deseen participar en la Superliga, en caso de que enfrenten nuevas restricciones o sanciones por parte de la UEFA y la FIFA?

¿Qué medidas tiene previsto adoptar el Gobierno para garantizar que la UEFA y la FIFA cumplan con la sentencia del juzgado de lo mercantil número 17 de Madrid y cesen en sus conductas anticompetitivas?

¿Cómo piensa el Gobierno proteger y promover la libre competencia en el ámbito del fútbol europeo, asegurando que proyectos como la Superliga tengan igualdad de oportunidades para desarrollarse sin ser obstruidos por las entidades que ocupan una posición de dominio?

¿Está dispuesto el Gobierno a intervenir para asegurar que el nuevo reglamento de la UEFA, aprobado en junio de 2022, cumpla con los requisitos de transparencia, objetividad y no discriminación establecidos por el Tribunal Superior de Justicia de la UE?

¿Qué es la Superliga?

Los clubes españoles Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid, los italianos Milán, Inter de Milán y Juventus y los ingleses Liverpool, Manchester City, Chelsea, Manchester United y Tottenham anunciaron el 18 de abril de 2021 la creación de una nueva competición (Superliga) desde la temporada 2021-2022, ante la inestabilidad del modelo económico del fútbol europeo por la pandemia.

El formato preveía hasta 20 equipos participantes: los fundadores, tres más invitados -entre ellos el PSG- y otros cinco equipos que se clasificarán anualmente por su rendimiento. La puesta a disposición de fondos estaba prevista en una carta en la que JP Morgan AG se comprometía a conceder a ESLC, mediante un préstamo puente, por un máximo de casi 4.000 millones de euros. El 21 de diciembre de 2023 la Superliga se presentó como una competición gratis, abierta, con 64 participantes en tres grupos, ascensos y descensos, y también con un torneo femenino, con 32 clubes.

La contundente reacción de la UEFA y el rechazo de la FIFA , así como la oposición de las federaciones nacionales, la Asociación Europea de Clubes (ECA), y de distintos gobiernos o de la Comisión Europea provocaron una espantada e hicieron que muchos de esos equipos anunciaron que se desvinculaban del proyecto. Tras el abandono en trámites de la Juventus de Turín, solo Real Madrid y FC Barcelona tratan de impulsar el nuevo torneo. El Madrid, liderado por su presidente, Florentino Pérez, sigue siendo el más férreo defensor de la Superliga.