El Gobierno defiende a Ione Belarra ante las críticas de Israel

El conflicto en Oriente Medio impacta de lleno en la política española y vuelve a poner en evidencia la dificultad del Gobierno para expresarse con una sola voz cuando los asuntos internacionales demandan de una posición unitaria en el Consejo de Ministros. A su par, a pesar de las diferencias dentro del Ejecutivo, el conflicto ha acabado desatando una crisis diplomática entre España e Israel.

Este fin de semana, la ministra de Derechos Sociales y líder de Podemos, Ione Belarra pidió a Pedro Sánchez que España lleve a Israel ante la Corte Penal Internacional (TPI) por «crímenes de guerra».

La secretaria general de Podemos arremetió duramente contra EEUU y la UE a los que acusó de ser «cómplices de los crímenes de guerra cometidos por Israel» en los territorios palestinos. Según denunció Belarra, el Estado de Israel «está llevando a cabo un genocidio planificado» en la Franja de Gaza. Unas denuncias en las que el partido morado se reafirmó ayer mismo cuando sus portavoces reclamaron a Sánchez actuar para «parar los pies» al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu y llevarle a la Corte Internacional Penal por su «genocidio» contra el pueblo palestino.

Antes estos ataques, Israel pidió al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, que «denuncie» y «condene inequívocamente» las «vergonzosas declaraciones» de algunos de los miembros de su gabinete. La embajada de Israel condenó «enérgicamente» estos actos y calificó de «profundamente preocupante» que en un momento en el que Israel está de «luto» por la pérdida de vidas inocentes en el «bárbaro ataque de Hamás», ciertos «elementos dentro del gobierno español hayan optado por alinearse con este terrorismo tipo ISIS».

Para la embajada, las declaraciones de la ministra de Podemos «no solo son absolutamente inmorales sino que también ponen en peligro la seguridad de las comunidades judías de España, exponiéndolas al riesgo de un mayor número de incidentes y ataques antisemitas».

Ante este comunicado, la líder de Podemos, Ione Belarra, respondió a través de sus redes sociales para reafirmarse en sus palabras. «Su gobierno está llevando a cabo crímenes de guerra en la Franja de Gaza, bombardeos masivos, cortes de agua y luz, no dejan entrar ayuda humanitaria. Denunciar ese genocidio no es ‘alinearse con Hamás’, es una obligación democrática. El silencio, complicidad con el terror», censuró.

Acto seguido sus palabras fueron defendidas por el propio Gobierno. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, rechazó «tajantemente» las «falsedades» vertidas en el comunicado de la embajada de Israel y advirtió de que «no acepta insinuaciones infundadas sobre ellos», en referencia a la ministra de Derechos Sociales. Según defendió el ministerio a través de un comunicado, la posición del Gobierno de España «en su conjunto» con respecto a los ataques terroristas perpetrados por Hamás es clara. «Condena tajante, exigencia de liberación inmediata e incondicional de rehenes y reconocimiento del derecho de Israel a defenderse dentro de los límites marcados por el Derecho Internacional y el Derecho Internacional Humanitario.

El Ejecutivo, eso sí, deja claro que hay diferencias entre PSOE y Unidas Podemos, al defender que «cualquier responsable político puede expresar libremente posiciones como representante de un partido político en una democracia plena como es España».

Exteriores reitera que el Gobierno en su conjunto «ha expresado reiteradamente la necesidad de distinguir a la población palestina del grupo terrorista Hamás, de proteger a la población civil de Gaza y la necesidad imperiosa de mantener los suministros básicos indispensables para el bienestar de dicha población». Por último, Exteriores asegura que todo el Gobierno defiende que «la única solución viable para alcanzar una situación de paz y estabilidad en la región es la solución de dos Estados que coexistan en paz y seguridad, tal y como ha sido avalado por Naciones Unidas».